lunes, 5 de diciembre de 2011

El perrito


El otro día mi niño grande estaba extremadamente inquieto. No paraba en el sitio ni un segundo. Así que saqué una correa para niños que tenía para cuando Daniel empezaba a dar sus primeros pasos y se la puse. "Ahora eres un perrito" le dije. ¡Le encantó la idea! Comenzó a correr pasillo arriba, pasillo abajo, sin dar tregua a su mamá que tenía al bebé en brazos. Cómo a Iván también parecía gustarle el trotecillo le seguí la corriente.

Al final se cansó y se sentó a jugar con sus juguetes, pero no me permitió que le quitara la correa durante un buen rato

3 comentarios:

  1. el caso es que su mama esté con él... yo me acuerdo cuando jugaba con mis sobrinos pero cuando ellos gateaban yo me sobreponia encima a cuatro patas... se partian de risa y no podian seguir gateando... que pronto pasa todo...joooooo

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  2. Es verdad que pasa el tiempo deprisa. Hay que aprovechar para jugar con nuestros chiquitines ahora porque dentro de nada estarán de botellón :S

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