¡Milagro! ¡Milagro! Mi chiquitín ha engullido un plátano por su propia voluntad. Es la primera fruta que le veo comer con gusto. Entre bocado y bocado gritaba "¡ptano!".
Envalentonados con este primer éxito hemos intentado introducirle otras frutas cortadas en días sucecivos, pero Daniel ha dicho que para mí la pera, la manzana, la papaya, el melón, la sandía... Al menos prueba lo que le damos, pero enseguida tuerce el gesto y agita la cabeza deseperadamente mientras entona su cantinela preferida "No, no, no, no, no, no...". Y ya no hay manera de introducirle ni un trozo pequeñito en su boca.
Paciencia. También pensé que con el plátano nunca lo lograríamos y... ¡sorpresa! No sólo se lo come sino que parece que incluso le gusta. Paso a paso.
Que bien !!!
ResponderEliminaren casa no tenemos problema con esas cosas menos mal.
poco a poco, ya veras como le cambia el gusto.
un abrazo
¿Ni siquiera te pasó cuando eran bebés? ¡Es una inmensa suerte! Da gusto ver comer a un niño con gusto. Aunque ya me quedó claro que tus hijos son a prueba de bomba cuando cocina tu marido jeje
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