Dicen que los bebés tienen una vida regalada, pero yo no lo creo. Desde su nivel de personita que tiene por delante todo por aprender es una etapa muy dura. Eso sin tener en cuenta que deben reafirmar su personalidad y sus deseos en todo momento porque mami es todavía bastante más fuerte que ellos y, de entrada, tienen las de perder. Mis discusiones con Daniel suelen acabar con un berreante bebé atado convenientemente en la sillita y muchos dolores musculares por el esfuerzo titánico que he hecho para meterlo ahí.
El caso es que para ellos es una lucha diaria. Cuando parece que se han estabilizado con una rutina, de repente, ocurre algo que lo altera. En este caso: el verano. El ya sabía que había que ir al cole, en el que tenían una programación mas o menos estricta, que a las siete y pico se le bañaba, a las ocho, mas o menos cenaba y a las ocho y media estaba metidito en su cama rocando. Lo primero que le ha roto los esquemas ha sido que cuando le digo que es de noche todavía tenemos un sol espléndido brillando en el cielo, así que me temo que lo de llevarle a la cama se ha complicado. Luego empezó la escuela de verano en la guardería, lo que se traduce en: jugar sin parar y sin programas educativos (adiós a la rutina en el cole. Me parece que todo esto a afectado a mi bebé causándole estrés. Si le sumamos que la barriga de mamá cada vez está más grande y que todo el mundo le habla de un hermanito al que no conoce (De hecho, se estará preguntando "¿Qué demonios es un hermanito?") ya tenemos el cuadro completo.
Todo esto se traduce en que, en contra de la voluntad de su progenitor, he decidido volver a darle el chupete por las noches al chiquitín. Parece que es lo único que le calma de verdad. Se podría comparar co el cigarrillo para aquel que fume y con el chocolate en mi caso. Vale que he dado un paso atrás. Uno gigantesco, pero yo noto que mi niño lo necesitaba. Mi hermana estuvo hasta los cinco años co chupetes esporádico y ahora está estupendamente. Ni tienes problemas en el habla ni más ni menos caries que yo, que nunca usé el chupete (con el dedo me bastaba).
En mi modesta opinión, ahora mismo le está haciendo mas bien que mal.
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