Normalmente acaba encajado entre papá y mamá. Pegándonos patadas y haciendo el descanso imposible. ¡Que la pasa a este chiquillo! Pero si el hermanito aún no ha nacido. Me habían hablado de la regresión en casos como la venida de un bebé a la familia, pero así, de repente y sin motivo no. Espero que Daniel vuelva a la normalidad pronto y se duerma plácidamente en su camita de nuevo, porque estamos agotados (sobre todo yo, que soy la que me despierto a la más mínima tosecilla).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encanta saber lo que piensas.