miércoles, 28 de septiembre de 2011

Todas las cosas que Daniel quiere que le acompañen hasta clase



Desde que llevo yo a Daniel al cole su rutina ha cambiado muchísimo. Antes su padre lo metía en el coche y en dos minutos lo estaba entrando por la puerta. Ahora lo siento en el carrito y paseamos los quince o veinte minutos de camino que hay hasta la guardería. Entre medias compramos el pan, saludamos a los vecinos, a los papás de sus amiguitos del cole, vemos camiones, coches de policía... En fin, cada día es diferente en las pequeñas cosas.

El enanito se ha acostumbrado a llevarse un juguete cada día para que le haga compañía en el trayecto: un cochecito, un peluche, un libro infantil... Pero hace una par de días me sorprendió con un pack de tres latas de guisantes. "Hummm... Daniel... ¿Seguro que no quieres dejar los guisantes en la cocina?" "¡No!". No se pudo hacer nada y el peque salió con sus guisantes a la calle. Cada cierto tiempo lograba sacar una lata y las iba dejando caer en el momento más inoportuno. Una pesadilla para mí que cada vez me pesa más el barrigón. De nada valían mis regañinas. De repente oía "¡clonk!" y tocaba agacharse. Hasta que tiró la última. Evidentemente no se las devolvía, sino que las iba guardando en una bolsa para luego regresarlas a su sitio natural.

Pensé que sería un capricho repentino, pero ayer se empeñó en agarrar una cuchara y un cucharón. Fue todo el camino con los utensilios de cocina bien cogidos. La gente que nos encontramos se partía de la risa. No es que me importe mucho esta extravagancia de mi hijo, pero hoy, por si acaso le he cogido un caballito de peluche y se lo he puesto en las manos justo antes de sentarlo en el carrito. Daniel no ha protestado y ha estado encantado con la compañía equina. A ver si se acostumbra que los juguetes son suyos, pero que el resto de las cosas son de mamá.

3 comentarios:

  1. ay madre miaaaaa me lo encuentro con el pack de guisantes y me entraría la risa floja, pero es que si en la panaderia me lo veo entrar en el carrito con el cucharón ya me meo... buenisimo tu hijo. A estas alturas tienes para escribir un libro con sus ideas.

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  2. Tiene unas cosas... Pero todos los críos. No conozco ni a una madre, ni a un padre que no pueda contar una anécdota desternillante sobre su hijo. Cómo leí una vez en un libro: si tu hijo te la lía parda lo primero que debes hacer es hacerle una foto para poder reirte después enseñándosela todos tus amigos.

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  3. He llegado a tu blog desde el de Raquel y ¡me ha encantado! es superfresco, sincero, cercano y divertido.
    De verdad que me he reido un montón con tus aventuras y las de Dani... por aquí me quedo esperando a que te recuperes del parto y la "locura" de los primeros días y vuelvas contandoos tambien las avernturas con Ivan.
    Abrazos seguidores!
    ;-)

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