Mi prima Cristina tuvo un bebé hace ya diez meses y yo no había tenido la oportunidad de visitarla. Así que he aprovechado las navidades para conocer al pequeño Miguel. Es un niño muy guapo. En mi opinión es el vivo retrato de su madre. No cómo Daniel, que parece un calco de su padre.
Mi enano enseguida tomó confianza y se apropió de los juguetes de Miguel. menos mal que el pequeñín no se lo tomó a mal. parecía que se iban a llevar bien, vuando, de repente, Daniel le soltó una torta al pequeñajo. Ya estaba tardando en salirle la vena brutota. Y eso a Miguel no le gustó un pelo.
Cristina me contó que el suyo también iba de camino de ser un Atila. Eso le preocupaba un poco, pero que lo que la tenía en vilo era lo mal que dormía el pequeño Miguel. Me preguntó acerca del tema. Yo la entiendo. A mi también me tiene amargada que Daniel no duerma las noches de un tirón. pero al final, mas o menos, te acostumbras y no necesitas dormir tantas horas como antes para estar activa. Aunque no deja de ser un verdadero infierno. De todas formas, estuvimos de acuerdo en que es más importante que coma bien a que duerma bien. El que no se consuela es porque no quiere.
El caso es que tanto Daniel como Miguel están gorditos y felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encanta saber lo que piensas.