Parece que Natalia está encantada de tener un primo "de verdad", como ella misma dice. Lo cuida, lo mima y le permite muchos caprichos. Para ella es como un muñeco Nenuco un poco rebelde. Juega con él, a pesar de que ya la ha lesionado varias veces porque es muy brutito. Daniel también está loco por su prima. Le encanta jugar con ella.
En realidad, a Daniel le encanta estar con todos sus primos, la de Las Palmas y los de Madrid. Se nota que ha ido a mucha guardería porque suele ser muy sociable. Aunque hay que tener mucho cuidado porque tiene la mano muy larga.
Ahora va a tener una primita nueva en Madrid. Supongo que será maravilloso para él, porque va a dejar de ser el pequeñajo. Habrá que vigilarle de cerca cuando se encuentre con ella porque no me fio ni un pelo de él. Normalmente está bien con bebés más pequeños que él, pero, a veces, alarga la mano... y ya tenemos un pequeñín berreando y a Daniel disimulando.
Si es que todavía es muy pequeño para entender que los bebés pequeñitos no son peluches.
En Las Palmas se lo pasó muy bien con Natalia. Hay que ver lo que corrieron y jugaron. Sobre todo, disfrutaron a tope el día de Reyes. Natalia le contagió su entusiasmo a Daniel y daba gusto verlos entre tanto papel de regalo, riendose, bailando y aplaudiendo.
Me alegro de que se lleve tan bien con sus primos. Yo al principio pensé que le tendrían pelusilla, pero nada de eso. Al contrario. Están deseando verle. Y cuando Daniel sea más consciente de las cosas, estoy segura de que el también estará ansioso por jugar con ellos.
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