Finde científico en el Museo de Ciencia y Tecnología de Alcobendas

La tarde del sábado, después de comer, decidimos llevar a los niños a visitar los stands que habían montado en el Museo de Ciencia y Tecnología de Alcobendas, con motivo del Finde Científico. Nos parecía una actividad de lo más interesante y así fue. En los stands, alumnos de primaria y secundaria explicaban sus experimentos a todo el que se acercaba. Y todos eran flipantes.

A mis peques se les salían los ojos con cada nuevo descubrimiento. De hecho, tuvimos algún que otro problema con que no tocaran los materiales frágiles. Desde luego, los jóvenes científicos tuvieron mucha paciencia con ellos. Al menos se les veía felices por la atención que les prestaban mis retoños que no paraban de preguntar y de querer participar en todos los procesos.

Manejaron máquinas con diferentes funciones, experimentaron con luz, lasers, electricidad, robots, agua, aire, fuerzas diferentes, la gravedad... Cada stand era una gran aventura. Yo aluciné con la maqueta del edificio que habían montado unos niños con instalación eléctrica incluida (interruptores, ascensor, bolas de discoteca que daban vueltas...), Daniel se enganchó a las maquinas caseras, Iván flipó con  el secador que hacía volar pelotas de corcho, de ping pong y globos y a Raúl le engancharon los microscopios, entre otras muchas cosas.

Cuando ya casi nos íbamos los peques se metieron en un stand a todo correr y se presentaron voluntarios para jugar a un juego científico en el que tuvieron que responder a preguntas como: ¿Cual de estos animales es un mamífero?, hacer un dibujo para que el hermano adivinara lo que era o describir algo sin decir las palabras prohibidas y que el otro lo adivinase. Se lo pasaron bomba.

Las chicas del stand se quedaron sorprendidas con lo que sabían mis chicos (y yo también, no voy a negarlo). Cómo puede un niño de cinco años nombrar todos los planetas del sistema solar. E Iván dijo alguno. Me quedé alucinada con lo que aprenden hoy en día en el cole.

Cuando llegó la hora de dibujar, Daniel hizo un volcán que su hermano adivinó casi el minuto cero y completó la composición con un montón de dinosaurios de los que nos iba diciendo los nombres (sólo recuerdo el tiranosaurio rex, el triceratops y el brontosaurio). Incluso nos dibujó el meteorito y todo. Iván siguió los pasos del hermano, se hizo con rotuladores y un papel y se puso a dibujar un volcán y dinosaurios muy entusiasmado, aunque no hiciera falta.

Al final les dieron unos diplomas geniales y una camiseta muy chula. Se quedaron contentísimos. Los niños con los que competían no se quedaba atrás y también estaban hechos unos ases de la ciencia. Estuvo la cosa muy reñida. Y al final no sé si ganó alguno. Yo creo que fue un empate.

Nos fuimos de los stands cargados de tesoros: palomitas de papiroflexia, los triángulos de las moléculas, limpiapipas, pajitas que se suponía que emitían un silbido si sabías cómo soplarlas... Ellos encantados. Y yo con mil ideas para hacer experimentos en casa. Lo del secador y las bolas de corcho lo hacemos seguro jajaja

Una pena que al final no nos diera tiempo de entrar en el Museo, que ese día era gratis, pero ya sólo con la feria del Finde Científico se nos fue toda la tarde.