Cuando fui a recoger a los niños no podía imaginar el panorama que me iba a encontrar. Nada más ver la cara de la profe de Iván me dio en la nariz que algo había pasado. El peque salió el último porque estaba "castigado". Uuuuuy, la que habría liado mi pollito. Cuando interrogué a su maestra me aconsejó que se lo preguntara a él directamente.
Le cogí de la mano y mientras íbamos a recoger a su hermano intenté indagar sobre el tema. "¿Que ha pasado, Iván?" le pregunté muy suavemente, "Que me he portado muy bieeeeeeen" me aseguró con una sonrisa de oreja a oreja y con ojitos de bambi. "Y entonces porqué está tu profe enfadada" proseguí armándome de paciencia. "Bueeeeno, se ha enfadado un poquito, poquitín, muy poquito poooooorque, poooorque... me caiiii... mmmm... encima de una amiguito" y volvió a enseñarme su amplia sonrisa. Le expliqué muy seria que seguramente le hizo daño a su amigo y que a los amigos hay que tratarlos bien. Me aseguró que nunca, nunca, nunca lo iba a volver hacer con su carita más inocente. Ya, ya...
De repente, salió Daniel y su profe me hizo una seña para que me acercara. Oh oh. Y sí. Daniel también había tenido un mal día. Hasta tal punto que su maestra se había preocupado. Que poco conoce la vena teatrera de mi primogénito. Pero yo sí que la conozco. De sobra.
"Mamá," empezó el mayor sin darme tiempo a comenzar la conversación, "yo te lo explico. Es que tengo un demonio interior que me hace hacer cosas que no quiero. Así que mañana no vengo al cole, me quedo en casa viendo la tele, me calmo y ya está". Armándome (otra vez) de paciencia contrataqué "Pues tienes que esforzarte en controlarlo, porque todos tenemos ese demonio interior y aprendemos a no dejarnos llevar por él", le contesté muy tranquila, aunque Iván ya me la estaba liando parda por otro lado. "Que no, mamá. Que nooooo. Que yo tengo ese del que hablas... ¡y otro! Otro peor, que no se puede controlar". Me aseguró vehementemente. "No me des excusas. Sí se puede, lo que pasa es que ni lo intentas", le aseguré muy seria, "Nadie es malo ni bueno, todo el mundo tiene cosas buenas y malas y lo ideal es tener un equilibrio entre el demonio y el ángel interior", proseguí. "Pero yo tengo dos" insistió, "Doooooos". Le mire muy seria mientras arrastraba a una pataleante Iván a mis espaldas. "Pues te vas a tener que esforzar el doble. Te voy a contar un truco: cuenta hasta diez antes de hacer nada, luego párate a pensar y luego actúa". Mientras hablaba, pensaba en ahogar al más peque de la familia que ya estaba empezando a golpearme sin piedad. ¡Vaya manera de intentar razonar con calma!
Menos mal que ya llegábamos a casa. Los senté a los dos en el sofá y les dije que íbamos a tener una conversación seria. Al segundo Daniel estaba haciendo la croqueta e Iván saltaba alegremente en los asientos. A punto del ataque de nervios les pegué tres gritos, les puse firmes y me dispuse a dirigir la charla sobre el control de las emociones y la paciencia (snif snif que contraste hablar de calma en un estado de nervios que raya el histerismo). "¡A ver!" bramé, "Que hay que controlar nuestros demonios y punto". "El mío se llama pastel de nata" aseguró Daniel. "Nooooo" protestó Iván, "No se puede llamar asíiiiiii. Ese será el ángel. El demonio tiene que llamarse pincho de fueeeego". "Chicos, chicos, chicos", les interrumpí "Que no se llaman así. Los demonios se llaman Ira, envidia, celos, desamparo, rencor... Y los ángeles: comprensión, ternura, amor, empatía..." los peques me miraron, se miraron, me volvieron a mirar y Daniel me soltó: "Que nooooo, mamá. Que noooo, que se llama pincho fuego. Ayyyy, mamá, que no te enteras" e Iván asentía muerto de la risa.
"Pues lo que queráis, peeeero, que no me vuelvan a decir las profes que porque tengáis un mal día se lo hacéis pasar mal a ellas. ¡Entendido!" Mi mirada seria les resbaló bastante, pero conseguí un entusiasta "Vaaaaaaale," con cara de "le decimos que sí para que se calle". "Y mi demonio quiero que llame volcán de lava, ¿Vale mami?" Añadió Iván con ojos brillantes. ¡Aaaaaarg!
Yo creo que lo hiciste muy bien. Les has dado suficientes explicaciones, razones y herramientas para controlar sus "demonios interiores" ...pero ¿Quién no los ha tenido bien indomables? ,jajaja. Eso sí, la historia no me cuadra con la foto de esos dos angelitos con su sonrisa Colgate...¡Si parece que no rompen un plato!.
ResponderEliminarYo en la foto les veo sonrisas de demoniejos jajaja
EliminarGracias por los ánimo Seoane, pero me temo que me toman el pelo como quieren :_(
Jaaaaaajajajajajaja! Pastel de nataaaa! Jajajajaja! Aix nena, qué bueno...
ResponderEliminarAyer yo también una conversación así con Peque. El tío a veces saca un genio que es la pera limonera!!!
Muas!
Otro con demonios internos. Ainssss!!!
EliminarY quien paga el pato... ¡las mamis!
Espero que con tu conversación sacaras más que yo con estas fieras corrupias
jajajaj
ResponderEliminarPermiteme que me ría porque son muy graciosos tus niños... Pero no es para reírse si te pasa a menudo. Al menos saben que algo les pasa y poco a poco espero que lo controlen.
Besitos
No me preocupo mucho porque han sido un par de días malos, pero como esto vaya a más vamos a tener que ponernos serios de verdad con estos niños.
EliminarYo creo que me tomaron el pelo de lo lindo >:-(
Ja ja, los nombres que le pusieron, vaya par de dos tienes...son tremendos, perdóname que me ría que sé que gracia no hace cuando se ponen así.
ResponderEliminarYo creo que son rachas, mi peque a veces está que no se aguanta ni ella y mira que no me puedo quejar que la pobre en general no suele tener rabietas ni pataletas así gordas pero cuando está torcida los tiene bien puestos como yo le digo.
No sé si habéis visto la peli Inside Out pero está genial para que comprendan qué les pasa. Nosotros la vimos hace poco y cuando mi peque está así torcida le digo "mira ves es que te ha salido el muñequito verde" (si la has visto lo entenderás si no te la recomiendo y lo entenderás después ;-P) y ella contacta con esa emoción tratamos de ver qué sucedió y ponerle remedio o al menos controlarla. Claro que cuando soy yo la que me enfado me dice..."pues mamá ahora que sepas que el muñequito verde te ha salido a ti, vaya genio" y claro...me hace contactar a mí también. La primera vez que me lo dijo me tuve que voltear y todo para que no me viera riéndome pero es que vaya ocurrencias tienen.
A mí me encantó la peli y también yo trato de imaginarme los muñequitos de mi mente según qué emoción, jaja
Perdón, quise decir el muñeco rojo que es la ira, el verde es la pasotilla repelente que de vez en cuando llevamos dentro, jaja
EliminarTe había entendido jajaja
EliminarNo hemos visto la peli aún, pero les puse el trailer de la discusión de la cena y se partían. Ahora están todo el rato: "El rojo está tomando el control", "El amarillo toma el control"... jajajaja
La verdad es que a mí también me dan ganas de reirme con sus ocurrencias, pero luego recuerdo que no es cosa de risa y me pongo seria. No pueden hacer lo que les dé la gana porque luego tienen argumentos que se sacan de la manga para justificar sus actos. Qué difícil es explicarles ciertas cosas. A ver si vemos la peli de Inside Out un día de estos
jajajaj vaya dos piezas o demonios jejejeje lo q inventan... jejeje es serio, pero me vas a disculpar porque leo y me hace gracia jajaja ¡suerte! ;)
ResponderEliminarSi a mí también me hace gracia que sean tan ocurrentes, pero a ver cómo hago para que se porten bieeeeen!!!! :_(
Eliminarjajajaja... los chicos tienen un don especial para sacarnos de nuestras casillas. ¿Será una cuestión de género?, es que veo a las niñas aunque traviesas mucho más "manejables" que los niños de la misma edad. Mi enano ya se dio cuenta (alimentado por mi propio discurso) que aunque me moleste y me transforme a mamá mounstruo, siempre SIEMPRE lo voy amar. Aishhh pero el me ha entendido mal, y ahora le resbalan mis molestias, y hasta se sonríe el bandido cuando me ve al borde de la locura y claro, termina haciéndome reír también y así todo mi drama de mamá que intenta corregir se fue el tacho.
ResponderEliminarJajaja que listos son!! Me encanta el razonamiento de tu peque. Como mami me va a querer de todos modos... Aaaay!! Si es que nos dan cien mil vueltas!!!
Eliminar