miércoles, 19 de agosto de 2015

Deberes de verano: Matemáticas

Tampoco nos olvidamos de las mates este verano. Hemos sacado de  nuevo el juego de El número escondido, pero esta vez se nota que Daniel ha perdido práctica. Lo veo normal, porque estamos en verano y no en época escolar, así que puse sumas y restas muy facilitas  y se las dije muy despacio para que pudiera seguirme arriba y abajo del tablero con los círculos numerados. En este ejercicio le puse una carita amarilla en su carnet de notas para animarle a que se esforzara. ¡No todo pueden ser caritas verdes!

Poco después le propuse otro juego que había visto hacer con Legos. Cómo lo que tenía a mano en ese momento eran los palitos le pedí que hiciera diez grupos con ellos. En el primero tenía que poner un palito, en el siguiente dos, en el siguiente tres y así hasta llegar al grupo que englobe los diez palitos. El problema fue que Daniel quería poner todos los palitos del mismo color en cada grupo y como los hemos usado para manualidades al llegar al ocho ya no encontró tantos palitos de un sólo color como exigía ese grupo. Logré convencerle de poner palitos variados, pero no quiso seguir, así que nos conformamos con llegar hasta ocho.

Entonces le di tapones de botellas y le pedí que rellenara hasta llegar a diez en cada grupo. Estuvo absorto en la tarea hasta que vino a buscarme con gesto preocupado. "Se me han acabado los tapones" me aseguró. Sin pensármelo dos veces le di lo que tenía mas a mano para que completara el ejercicio que resultaron ser unos elásticos de mucho colores. Muy contento volvió al ejercicio, pero se ve que ya se había cansado porque cuando me llamó vi que todo lo que había rellenado con los elásticos estaba mal. "Es que estoy un poco dormido", me explicó cuando se lo dije. "Entonces tengo que ponerte una carita roja cariño. Porque el ejercicio está mal" le dije suavemente. "Nooooooo", se desesperó, "Dame otra oportunidaaaaad", y claro que se la di. Esto no es un examen. En cuanto vio que peligraban sus notas puso el empeño necesario y terminó las cuentas perfectamente. Así que le di una azul, que es la siguiente en el baremo. "Si lo hubieras hecho bien desde el principio te hubieras ganado la verde, pero una azul no está nada mal. ¿Verdad?" Después de la amenaza de la roja, que es la peor, a mi hijo le pareció maravillosa la azul.

2 comentarios:

  1. Mira cómo en cuanto lo motivas un poquito lo hace bien. No es listo ni ná. Jajaja. Besotes!!!

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    1. Hay que saber motivarlo jajaja
      Aunque lo que me fastidia es que sean taaaan materialistas jo!

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