"Mami, ¿sabes qué?", me soltó mi niño pequeño al salir de clase ese día, "Cada vez se vienen más niños a jugar conmigo al juego del Monstruo".
"Suena genial, cariño. ¿Y de qué va ese juego?", le respondí sonriendo.
"Me lo he inventado yo. Está basado en el Arkham. Hay que buscar pistas para pasarte las misiones y te salen monstruos con los que tienes que luchar. Hoy a uno de mis amigos le potó una cabra poseída y desde entonces podía entender el idioma cabril.", me explicó muy emocionado.
"Anda, pues qué útil", le contesté con cierta ironía, no lo pude evitar. "Pero en qué te has basado en el juego de cartas, en Las Mansiones de la Locura o en la Tercera edición?"
Entonces el mayor se unió a la conversación, "Nah, es más bien como un juego de rol en vivo. Yo les veo a veces en el patio".
"Jo, pues como mola. ¿No?", me giré hacia Iván muy interesada.
"Bueeeno, tiene de todo", contestó el aludido. "Porque, a ver, mamá. Que la Tercera edición llevamos jugando muy poco y al de cartas nunca me dejáis jugar. Y ya vamos por el juego del Monstruo 4. A ver que te crees".
"Eeeeeh, pues creo que ya lleváis un montón de versiones", la verdad es que no sabía ni qué contestarle. Yo a su edad jugaba con la cuerda, el elástico, al pilla pilla... Como mucho a las casitas.
"Pues sí. Y mis amigos y yo lo hemos ido mejorando muchísimo", afirmó muy orgulloso.
"¿En serio? ¿Te salen maldiciones? ¿Hay estallidos? ¿Cómo aumenta la perdición?", me embalé.
El peque me miró muy serio, puso los ojos en blanco y me contestó muy digno que dejara de decir tonterías, que si no veía que había que adaptarlo a sus amigos.
¡Jolín con el máster del universo!
sábado, 30 de marzo de 2019
viernes, 29 de marzo de 2019
Educar en la felicidad
Ha llegado a mis manos una guía completísima basada en el método Montessori, Educar en la Felicidad, escrita por la bloguera Marta Prada de Pequefelicidad. El mensaje no puede ser más fiel a mis ideas: "La felicidad es la capacidad de saborear lo que te rodea cada día", una capacidad que vamos perdiendo a medida que crecemos y nos convertimos en esclavos de las tareas, los deberes y los horarios.
Cuando veo a los peques que se paran ante cosas que nosotros nos parecen simples y cotidianas como si fuera lo más extraordinario que han visto en sus vidas me dan envidia. Yo me paso la vida corriendo y tirando del brazo de mis hijos para llegar al cole, al médico, a las extraescolares... Nos regimos bajo la tiranía del reloj que va marcando nuestros tiempos y hacemos que nuestros hijos pierdan esa frescura y naturalidad para ver el mundo con curiosidad y despreocupación.
En definitiva, les quitamos muchos momentos felices. Está claro que es imposible vivir en la anarquía y dar rienda suelta a sus ansias de explorar. Pero con este libro Marta nos ayuda a encontrar el equilibrio entre ambos límites. Ni tanto ni tan calvo, como se suele decir.
Démosles la oportunidad de descubrir sin prisas, de hacer las cosas por si mismos, pero sin olvidarnos de la organización y de que tiene que haber un tiempo para cada cosa. Todo es importante y todo contribuye a que nuestros niños no pierdan su capacidad de ser felices con pequeños momentos a la vez que llevan una vida ordenada en la que ellos pueden ser sus propios jefes, con acompañamiento de los progenitores, claro está. Porque nadie nace enseñado.
En este libro nos ayudan a darles una oportunidad a nuestros peques para que se demuestren a si mismo de lo que son capaces sin caer en la frustración o la baja autoestima. Su confianza en ellos mismos empieza en la confianza que nosotros les tenemos en el día a día.
Si no son capaces de vestirse en quince minutos, habrá que ampliar los tiempos para esa actividad y no agobiarles, ni acabar las tareas por ellos. Tenemos que cambiar el chip y aprender a caminar más despacio para seguir sus pasos y no que ellos sigan los nuestros.
Uno de los problemas de la crianza de hoy en día es que les pedimos demasiado, pero luego no les dejamos actuar. no tenemos paciencia, ni tiempo. Está claro que tampoco podemos exigirnos a nosotros mismos una cambia de mentalidad y costumbres que nos sobrepase. Siempre hay que empezar con pequeñas cosas. Precisamente, en el libro nos hacen ver la importancia de los pequeños gestos. Una montaña fue un grano de arena alguna vez.
Esta obra se divide en cuatro partes claramente diferenciadas: Montessori, el adulto consciente, el enfoque Montessori en la familia y el ambiente preparado en casa. No hace falta que lo leas linealmente, aunque sí es recomendable, al menos una vez, sobre todo si no conoces esta filosofía, para entrar en el contexto al que se refiere.
Para mí la más interesante ha sido la de el enfoque Montessori en la familia en el que nos habla del vínculo entre padres e hijos, el sueño de los peques (algo que me hubiera venido muy bien cuando pensé que me volvería loca por la falta de sueño de lo mal que dormían los míos), del respeto por nosotros mismos, hacia los demás y hacia el entorno (fundamental), las rabietas (a día de hoy siguen teniéndolas, pero las gestionamos mucho mejor ambas partes), el frágil equilibrio entre la libertad y los límites, la concentración (un tema que me interesa muchísimo porque hoy en día parecen haber perdido esta capacidad con tantos estímulos a los que están expuestos), y un montón de temas más con los que chocamos los padres y en los que se agradece toda ayuda y guía.
Que conste que el resto de epígrafes tampoco tienen desperdicio, pero he decidido hablar del que más me llamó la atención porque si no acabaría por escribir un post kilométrico con tantos temas interesantes que comentar. Todo el tomo en sí es una maravilla como libro de consulta, con un índice detallado para encontrar rápido lo que queremos consultar.
Las páginas están llenas de anécdotas, recuadros e imágenes que hacen muy amena y fluida su lectura. Las ideas importantes están resaltadas y todo se explica de una forma sencilla y con ejemplos aclaratorios. Al final del libro se incluyen una lista de la compra y una guía para que ellos puedan hacer su propio equipaje cuando salgan de viajes muy visuales, además de una par de recetas para hacer con ellos. Muy completo.
Cuando veo a los peques que se paran ante cosas que nosotros nos parecen simples y cotidianas como si fuera lo más extraordinario que han visto en sus vidas me dan envidia. Yo me paso la vida corriendo y tirando del brazo de mis hijos para llegar al cole, al médico, a las extraescolares... Nos regimos bajo la tiranía del reloj que va marcando nuestros tiempos y hacemos que nuestros hijos pierdan esa frescura y naturalidad para ver el mundo con curiosidad y despreocupación.
En definitiva, les quitamos muchos momentos felices. Está claro que es imposible vivir en la anarquía y dar rienda suelta a sus ansias de explorar. Pero con este libro Marta nos ayuda a encontrar el equilibrio entre ambos límites. Ni tanto ni tan calvo, como se suele decir.
Démosles la oportunidad de descubrir sin prisas, de hacer las cosas por si mismos, pero sin olvidarnos de la organización y de que tiene que haber un tiempo para cada cosa. Todo es importante y todo contribuye a que nuestros niños no pierdan su capacidad de ser felices con pequeños momentos a la vez que llevan una vida ordenada en la que ellos pueden ser sus propios jefes, con acompañamiento de los progenitores, claro está. Porque nadie nace enseñado.
En este libro nos ayudan a darles una oportunidad a nuestros peques para que se demuestren a si mismo de lo que son capaces sin caer en la frustración o la baja autoestima. Su confianza en ellos mismos empieza en la confianza que nosotros les tenemos en el día a día.
Si no son capaces de vestirse en quince minutos, habrá que ampliar los tiempos para esa actividad y no agobiarles, ni acabar las tareas por ellos. Tenemos que cambiar el chip y aprender a caminar más despacio para seguir sus pasos y no que ellos sigan los nuestros.
Uno de los problemas de la crianza de hoy en día es que les pedimos demasiado, pero luego no les dejamos actuar. no tenemos paciencia, ni tiempo. Está claro que tampoco podemos exigirnos a nosotros mismos una cambia de mentalidad y costumbres que nos sobrepase. Siempre hay que empezar con pequeñas cosas. Precisamente, en el libro nos hacen ver la importancia de los pequeños gestos. Una montaña fue un grano de arena alguna vez.
Esta obra se divide en cuatro partes claramente diferenciadas: Montessori, el adulto consciente, el enfoque Montessori en la familia y el ambiente preparado en casa. No hace falta que lo leas linealmente, aunque sí es recomendable, al menos una vez, sobre todo si no conoces esta filosofía, para entrar en el contexto al que se refiere.
Para mí la más interesante ha sido la de el enfoque Montessori en la familia en el que nos habla del vínculo entre padres e hijos, el sueño de los peques (algo que me hubiera venido muy bien cuando pensé que me volvería loca por la falta de sueño de lo mal que dormían los míos), del respeto por nosotros mismos, hacia los demás y hacia el entorno (fundamental), las rabietas (a día de hoy siguen teniéndolas, pero las gestionamos mucho mejor ambas partes), el frágil equilibrio entre la libertad y los límites, la concentración (un tema que me interesa muchísimo porque hoy en día parecen haber perdido esta capacidad con tantos estímulos a los que están expuestos), y un montón de temas más con los que chocamos los padres y en los que se agradece toda ayuda y guía.
Que conste que el resto de epígrafes tampoco tienen desperdicio, pero he decidido hablar del que más me llamó la atención porque si no acabaría por escribir un post kilométrico con tantos temas interesantes que comentar. Todo el tomo en sí es una maravilla como libro de consulta, con un índice detallado para encontrar rápido lo que queremos consultar.
Las páginas están llenas de anécdotas, recuadros e imágenes que hacen muy amena y fluida su lectura. Las ideas importantes están resaltadas y todo se explica de una forma sencilla y con ejemplos aclaratorios. Al final del libro se incluyen una lista de la compra y una guía para que ellos puedan hacer su propio equipaje cuando salgan de viajes muy visuales, además de una par de recetas para hacer con ellos. Muy completo.
jueves, 28 de marzo de 2019
MBday, buenrollismo elevado al infinito
En el post anterior dejé mi experiencia Bloggers Day de Madresfera justo antes de irme al café. Sobra decir que es uno de mis momentos favoritos. Ése, cuando nos encontramos al llegar y la comida. Y supongo que evidente por qué. Porque es el momento de darle a la lengua y de saludar a todo el que se pueda. Y es que nos vemos menos de los que me gustaría. Estábamos tan a gusto que hacernos volver a la sala casi se convirtió en una misión imposible.
Pero lo lograron. Justo a tiempo para escuchar a Clara, de Saquito de Canela, que nos habló con mucho estilo y gracia de "Ética en las redes".
De hecho, su charla empezó con una afirmación muy didáctica: la ética es como los culos, cada uno tenemos la nuestra y puede gustarte más la de otro, pero la tuya no te la quita nadie y siempre hay algún momento en el que puede oler mal. Más claro imposible.
Tenemos que tener muy claro que los blogs son medios de comunicación, pero muy diferentes a los tradicionales. Los bloggers comenzamos a escribir con una intención, los post tienen una función y unos objetivos. Nos encontramos con que somos una gota en un océano de blogs, lo que supone una fuertísima competencia, pero también existe mucha más repercusión de los mensajes que en los medios tradicionales. Nuestra audiencia tiene un potencial enorme porque todo el que tenga conexión a internet puede llegar a leernos (que lo hagan es otra cosa).
Tenemos más poder de prescripción a pesar de que la información suele estar poco o nada contrastada porque los bloggers no tienen por qué venir del sector de la comunicación. Lo mismo pasa con las fuentes, que muchas veces son poco fiables o poco profesionales (teniendo en cuenta que muchos de mis post son mis idas de olla...).
Y ahora entramos de lleno en la ética porque, a pesar de que tu blog sea como tu casa, no todo vale. Hay límites que debemos respetar que pasan por NO copiar contenidos ajenos (abrirse un blog para meter contenidos de otros es tontería) y NO mentir porque se pierde la confianza de la comunidad (y porque está feo). Debemos respetar a nuestra audiencia. Nos consideran fuentes fiables, pero en nuestro caso el rigor pierde terreno ante la empatía, la identificación con el grupo y generar opinión.
Que la ecuación de transmitir sentimientos, experiencias y sensaciones identificables y sinceras funciona se ve reflejado en que la inversión en publicidad va subiendo de forma escandalosa en medios digitales y bajando, igualmente de forma escandalosa, en los tradicionales. Las tendencias de compra se adoptan sobre todo en webs y blogs.
Esto se traduce en que tenemos un poder muy grande con las audiencias y un negocio, en medio de un mar de competitividad feroz. Es decir, que estamos vendidos a los algoritmos de las plataformas, que, evidentemente, buscan que nos gastemos dinero. Nuestro objetivo es el dinero y nuestro interés hacer comunidad.
En conclusión: se fiel a ti misma, no dependas de nadie, apuesta por ti y disfruta por el camino.
En cuanto Clara dejó el escenario, se apoderaron de él los chicos de El pequeño rincón de los juegos de mesa con un emocionante juego de "La búsqueda de la bloguera". Dos asistentes voluntarias tiraban el dado y según el color que saliera tenían que salir pitando para buscar una bloguera con unas características determinadas: de Castilla la Mancha, con outfit rojo, de un blog de cocina... Tras echarnos unas risas comenzó la ponencia de Lucía, de Baballa, para contarnos las "10 cosas que he aprendido después de 13 años como blogger" .
La pobre Lucía llegó al Bloggers Day un poco agitada porque había tenido un percance que la retrasó. Pero el caso es llegar y compartir tus experiencias como hizo ella. Los primero que nos aconsejó fue que fuéramos nosotras mismas y al blog y así no te pillaran en un renuncio por informaciones falsas.
También nos advirtió que tuviéramos cuidado con los haters y troll. La gente puede ser muy mala. A ella le dolía al principio, pero acabas por hacer callo y a estas alturas ya no le da tanta importancia y mira ese tipo de comentarios desde la distancia. Aconseja fervientemente la moderación de comentarios: "el blog es tu casa y tu dices quien entra y cómo". Olvidaos de la naturalidad y sufriréis menos.
En su opinión, la competencia debe provocar un sentimiento de superación y no de envidia. Realmente no somos competencia sino compañeros. Cada blog es único. Lo mejor es colaborar
Otro buen consejo es que no te centres en las redes sociales porque van, vienen y ¡hasta desaparecen! Eso si no te secuestran, hackean, borran o desactivan el perfil. ¡Un sinvivir! Todo el día viviendo con temor y miedo (sobre todo con facebook ejem ejem). En cambio el blog, si has comprado el dominio y tienes contratado el hosting, es todo tuyo (el mío es de blogger. Por dios que no quiebre nunca google). Hay que centrarse en él y usar las redes como apoyo. No te obceques con cubrir todas. Es mucho más efectivo dinamizar las que mejor te funcionen.
Hay que intentar que los post patrocinados y las colaboraciones vayan acordes con tu línea editorial y con tus gustos. Si llenamos el blog de cosas que no interesan la gente se cansa y se va. Nadie navega por los blogs para sufrir.
La formación es un punto muy importante para poder mejorar día a día. Hay multitud de cursos para la formación en el ámbito blogger (gratuitos o pagados). Pero si hay algo que se te escape, es mejor contratar un servicio profesional a meterte en camisa de once varas.
Y esta fue la última presentación que vi porque me tuve que ir pronto. Como en todos los MBday desde hace ya como cuatro ediciones (¿Hola? ¿Señor Murphy? Olvídeme el próximo año por estas fechas, por favor y déjeme de disfruta de un bloggers day enterito, si no es mucho pedir). Pero antes de irme me fui a comer para poder estar otro ratito de charla amigable.
Entre las conversaciones y las despedidas acabé llegando bastante tarde a casa, pero que me quiten los bailao :)
¡Ah! casi me olvido. Me dio tiempo de saludar al Pollo Pepe, que nos invitó a su cumple que se celebra en mayo. ¡Nada menos que 20 añitos! Y parece que fue ayer cuando comía trigo y tenía una graaaaan barriga. Bueno, la sigue teniendo jajajaja
Cuando llegué al hogar con todos los regalos del MBday mis hijos se volvieron locos. ¡Y yo también! Porque son chulísimos. Con los peques, sobre todo han triunfado el Cola Cao Noir, el juego de Cayro y las chuches (¡que raro! No me dejaron ni una.
Pero lo lograron. Justo a tiempo para escuchar a Clara, de Saquito de Canela, que nos habló con mucho estilo y gracia de "Ética en las redes".
De hecho, su charla empezó con una afirmación muy didáctica: la ética es como los culos, cada uno tenemos la nuestra y puede gustarte más la de otro, pero la tuya no te la quita nadie y siempre hay algún momento en el que puede oler mal. Más claro imposible.
Tenemos que tener muy claro que los blogs son medios de comunicación, pero muy diferentes a los tradicionales. Los bloggers comenzamos a escribir con una intención, los post tienen una función y unos objetivos. Nos encontramos con que somos una gota en un océano de blogs, lo que supone una fuertísima competencia, pero también existe mucha más repercusión de los mensajes que en los medios tradicionales. Nuestra audiencia tiene un potencial enorme porque todo el que tenga conexión a internet puede llegar a leernos (que lo hagan es otra cosa).
Tenemos más poder de prescripción a pesar de que la información suele estar poco o nada contrastada porque los bloggers no tienen por qué venir del sector de la comunicación. Lo mismo pasa con las fuentes, que muchas veces son poco fiables o poco profesionales (teniendo en cuenta que muchos de mis post son mis idas de olla...).
Y ahora entramos de lleno en la ética porque, a pesar de que tu blog sea como tu casa, no todo vale. Hay límites que debemos respetar que pasan por NO copiar contenidos ajenos (abrirse un blog para meter contenidos de otros es tontería) y NO mentir porque se pierde la confianza de la comunidad (y porque está feo). Debemos respetar a nuestra audiencia. Nos consideran fuentes fiables, pero en nuestro caso el rigor pierde terreno ante la empatía, la identificación con el grupo y generar opinión.
Que la ecuación de transmitir sentimientos, experiencias y sensaciones identificables y sinceras funciona se ve reflejado en que la inversión en publicidad va subiendo de forma escandalosa en medios digitales y bajando, igualmente de forma escandalosa, en los tradicionales. Las tendencias de compra se adoptan sobre todo en webs y blogs.
Esto se traduce en que tenemos un poder muy grande con las audiencias y un negocio, en medio de un mar de competitividad feroz. Es decir, que estamos vendidos a los algoritmos de las plataformas, que, evidentemente, buscan que nos gastemos dinero. Nuestro objetivo es el dinero y nuestro interés hacer comunidad.
En conclusión: se fiel a ti misma, no dependas de nadie, apuesta por ti y disfruta por el camino.
En cuanto Clara dejó el escenario, se apoderaron de él los chicos de El pequeño rincón de los juegos de mesa con un emocionante juego de "La búsqueda de la bloguera". Dos asistentes voluntarias tiraban el dado y según el color que saliera tenían que salir pitando para buscar una bloguera con unas características determinadas: de Castilla la Mancha, con outfit rojo, de un blog de cocina... Tras echarnos unas risas comenzó la ponencia de Lucía, de Baballa, para contarnos las "10 cosas que he aprendido después de 13 años como blogger" .
La pobre Lucía llegó al Bloggers Day un poco agitada porque había tenido un percance que la retrasó. Pero el caso es llegar y compartir tus experiencias como hizo ella. Los primero que nos aconsejó fue que fuéramos nosotras mismas y al blog y así no te pillaran en un renuncio por informaciones falsas.
También nos advirtió que tuviéramos cuidado con los haters y troll. La gente puede ser muy mala. A ella le dolía al principio, pero acabas por hacer callo y a estas alturas ya no le da tanta importancia y mira ese tipo de comentarios desde la distancia. Aconseja fervientemente la moderación de comentarios: "el blog es tu casa y tu dices quien entra y cómo". Olvidaos de la naturalidad y sufriréis menos.
En su opinión, la competencia debe provocar un sentimiento de superación y no de envidia. Realmente no somos competencia sino compañeros. Cada blog es único. Lo mejor es colaborar
Otro buen consejo es que no te centres en las redes sociales porque van, vienen y ¡hasta desaparecen! Eso si no te secuestran, hackean, borran o desactivan el perfil. ¡Un sinvivir! Todo el día viviendo con temor y miedo (sobre todo con facebook ejem ejem). En cambio el blog, si has comprado el dominio y tienes contratado el hosting, es todo tuyo (el mío es de blogger. Por dios que no quiebre nunca google). Hay que centrarse en él y usar las redes como apoyo. No te obceques con cubrir todas. Es mucho más efectivo dinamizar las que mejor te funcionen.
Hay que intentar que los post patrocinados y las colaboraciones vayan acordes con tu línea editorial y con tus gustos. Si llenamos el blog de cosas que no interesan la gente se cansa y se va. Nadie navega por los blogs para sufrir.
La formación es un punto muy importante para poder mejorar día a día. Hay multitud de cursos para la formación en el ámbito blogger (gratuitos o pagados). Pero si hay algo que se te escape, es mejor contratar un servicio profesional a meterte en camisa de once varas.
Y esta fue la última presentación que vi porque me tuve que ir pronto. Como en todos los MBday desde hace ya como cuatro ediciones (¿Hola? ¿Señor Murphy? Olvídeme el próximo año por estas fechas, por favor y déjeme de disfruta de un bloggers day enterito, si no es mucho pedir). Pero antes de irme me fui a comer para poder estar otro ratito de charla amigable.
Entre las conversaciones y las despedidas acabé llegando bastante tarde a casa, pero que me quiten los bailao :)
¡Ah! casi me olvido. Me dio tiempo de saludar al Pollo Pepe, que nos invitó a su cumple que se celebra en mayo. ¡Nada menos que 20 añitos! Y parece que fue ayer cuando comía trigo y tenía una graaaaan barriga. Bueno, la sigue teniendo jajajaja
Cuando llegué al hogar con todos los regalos del MBday mis hijos se volvieron locos. ¡Y yo también! Porque son chulísimos. Con los peques, sobre todo han triunfado el Cola Cao Noir, el juego de Cayro y las chuches (¡que raro! No me dejaron ni una.
martes, 26 de marzo de 2019
Madresfera Bloggers day 2019 ¡El Eventazo!
Y llegó el Eventazo, por lo menos para mí. Emoción, intriga, lagrimillas y sobre todo risas y sonrisas a mogollón. Porque aquí se viene a dar achuchones y a darle trabajo a la sin lengua, porque lo que es a hablar a mí me ganan pocos. Además, me encanta escuchar a gente maja con muchas ganas de pasarlo bien y compartir experiencias. Anda que no le cuesta al pobre equipo de Madresfera meternos en la sala en cada descanso y eso que las charlas se salen. Porque las ponentes de este año tenían mucha chispa, muchísima.
Encima la cosa empezó de lo más animada porque al equipo de madresfera no le hace falta mucho para ponerse a bailar y animar el cotarro con su buen humor. Sobre todo con el pedazo vídeo que nos pusieron al comienzo que las carcajadas se oían en todo Madrid.
El que más triunfó fue Hugh Jackman, que se lo trajo Patricia Tablado debajo del brazo, literalmente, para que le acompañara en una charla en la que se me saltaban las lágrimas... de la risa. El muchacho se portó fenomenal. No se movió de su sitio ni soltó ni media palabra. El sólo se hacía fotos con unos y con otros y acompañaba con su cuerpazo serrano a las ponentes que parecía como que sonreían más cuanto más cerca estaban de Lobezno (para mí siempre será Lobezno).
Aunque yo creo que se quedó un pelín triste porque Patricia le hizo compartir protagonismo con una serie de maromos de muy buen ver con los que pretendía enseñarnos "Cómo conquistar el mundo con anuncios de Facebook", pero más bien consiguió que más de una se despistara de la materia para centrar la vista en los diferentes...focos de atención, ejem.
Patchgirl, con toda la experiencia que le da su agencia de comunicación Community Madre, nos explicó que el algoritmo es lo que se ha inventado Facebook (Y todo el resto de la cuchipandi del famoso posicionamiento en Internet) para que tus publicaciones sólo las vea tu madre. El truco rápido para dar vuelta a las tornas pasa por rascarse el bolsillo a o dar la tabarra a todo tus amigos para que interaccionen como si no hubiera un día después.
Cuidadito amigos porque su primera advertencia fue "nunca des al botón de Promocionar publicación sino a crear anuncios. De lo contrario Hugh llorará y no queremos eso". ¡Quién querría hacer llorar a ese hombre, por diossss! Apuntaros este consejo para hacer feliz a Lobezno y no perecer en el océano de las publicaciones son fin.
Ya metidas en harina, siempre, siempre, siempre hay que poner nombre a la campaña. Uno identificativo y si va con fecha mejor. Nada de Campaña 1, campaña 2... ¿Te imaginas cuando vayas por la 100? ¡Vaya desastre! ¿No? Hay que ser organizadas. Además, cuantas más anuncios hagamos y más tiempo dure la campaña mejor.
Es importante mirar quien nos lee para segmentar de forma eficaz las publicaciones. Hay que llegar al público de calidad, de nada nos sirven números de gente a lo que no les interesa un pimiento lo que tenemos que decir. Está claro que los likes molan, pero es mucho mejor sí leen lo que les estás contando.
Medir es fundamental para ver cómo va la cosa, en qué está fallando, cómo podemos llegar más lejos de forma efectiva, etc... Otra cosilla, Instalar el pixel de facebook es fundamental. Ah ¿Que no sabes lo que es? Pues Google te lo cuenta. Una vez lo busqué, pero, oye, que ahora mismo no me acuerdo. Yo siempre con los deberes medio hechos... ainsss.
¡Ah! Y vigila lo que hace la competencia. Suele tener buenas ideas que puedes adaptar a tus propios objetivos. No se trata de copiar sino de inspirarse y aprender.
A la hora de crear anuncios hay que buscar una imagen atractiva, poner poco texto (Facebook te permite un máximo muy pequeño de caracteres) y colócalo dónde quieres enfocar la atención de los usuarios. Sólo hay que ver el el ejemplo que nos puso para ver que el texto está perfectamente colocado para que veamos lo importante jajajajja.
Y terminó su charla con un: "Total si a Facebook le quedan dos cortás de pelo, así que todos a Instagram a la de ya" o algo parecido. Y estoy totalmente de acuerdo, porque le tengo una inquina al Face desde que de repente me quitó mi perfil sin la mínima explicación que... En fin, en fin, que aquí no hay hueco para malos sentimientos, que esto va del bloggers day. ¡Todos a promocionar en Instagram! Que ahí está la chicha ahora, aunque yo aún sea incapaz de hacer un maldito Story (Gracias Krika por la clase acelerada, algún siglo de la vida me pararé para ponerla en práctica).
Tras Patricia, se subió al escenario Ana Belén González de Consultoría Blogger, que nos dejó muy claro desde el principio que todos somos hacienda, y que un blog es un negocio más, en su charla "¡Hacienda, que soy blogger!". Hay que declarar SIEMPRE los ingresos por el blog. Banners, afiliación, post patrocinados, publicidad en redes sociales, productos digitales... etc, se tienen que declarar. Nos os traguéis los bulos que circulan por ahí de que hay una cantidad mínima que blablablabla... Nada, que hay que declararlo. Y hay que estar dado de alta en Hacienda, lo que no significa que sea obligatorio que te des de alta en autónomo en todos los casos. Si los ingresos son regulares, está claro que sí. Por eso nos habló largo y tendido de cómo convertirnos en autónomos sin nadar en deudas.
Darse de alta en hacienda es gratis, darse de alta de autónomo sí que cuesta, pero hay maneras de que no sea algo por lo que empeñar un riñón. Se puede capitalizar el paro para darnos de alta como autónomos, entre otras soluciones. Puedes tener un contrato o ser autonoma y tener rendimiento en el blog a no ser que seas funcionario y haya incompatibilidad. No existe categoría de blogger, así que lo más parecido es la de Publicidad.
Nos podemos deducir todo lo que tenga que ver con el negocio, ¡TODO! Incluso la entrada del Bloggers. Además de los costes de creación del blog, el mantenimento, hosting, dominios, material de oficina, dietas, publicidad en redes sociales...
¡Importante! La documentación que hay que conservar durante cuatro años, mejor en digital. Y si no teneis ni idea de impuestos lo mejor es buscar ayuda profesional para evitar problemones. Los consultores necesitan ponerse las pilar con este tema porque la mayoría están pescando aún en este tema y es muy importante estar al día con los impuestos sin cometer errores.
La verdad es que para ser un tema bastante árido, Ana Belén, nos lo hizo muy entretenido, con la ayuda de Hugh, que fue tan amable que se quedó en el escenario todo el evento para apoyar a las ponentes y alegrar la vista con alegría a los allí reunidos. Sobre todo a la chispeante Mónica, que no perdía ocasión de colocarse estratégicamente a su costado siempre que tenía oportunidad y arrancarnos unas risas de paso.
Y para alegrarnos el día se subió el Equipo de El Pequeño Rincón de los Juegos de Mesa, precisamente, para ponernos a jugar. Buscó voluntarias entre las finalistas al premio Madresfera y las puso en pie para pasarse una pelota mientras exclamaban palabras que empezaban por las letras que aparecían en la pantalla. No había lugar para la duda porque un temporizador iba a determinar quien perdía en cada ronda. Fue genial.
Entonces le tocó el turno a Carolina King de Mama Instincs, que vino desde EEUU para contarnos cómo ganar dinero con el blog con su charla "De pasatiempo a negocio: como crear un blog impactante y rentable".
Comenzó por advertir que el dinero no es lo que nos tiene que mover a la hora de abrir un blog, sino la pasión. El público nota cuando nos mueve una cosa u otra. Muchos abandonan el suyo al año porque no se preguntan: ¿Por qué quieres o tienes un blog? ¿Que te apasiona? ¿Y cómo puedes ayudar a otros? Para que un blog comience a dar ingresos pasa de uno a tres años de mucho trabajo. La buena noticia es que si llevas más de dos años con tu blog Google ya sabe que existes.
La especialización nos ayuda a tener ingresos más rápidos. Los temas específicos levantan más interés que los generales porque una comunidad determinada se identifica con ellos y son fieles. Detecta necesidades con tu propia experiencia, pierde tiempo en buscar soluciones y luego comparte tus descubrimientos con tu comunidad. Escribe un post para ayudarles con el esfuerzo que tú ya has invertido. Hay que recordar siempre que todos esos números de visitas son personas en realidad, con sus necesidades y problemas. Tenemos que pensar siempre en cómo ayudarles y no cómo venderles. A veces no nos damos cuenta que tenemos un conocimiento que otros no tienen. Tu blog se tiene que poder describir en una frase que refleje su contenido. Cada uno es único. Tenemos que ser honestos y, por supuesto, ¡¡nunca copies!!
Hay muchas formas de monetizar el blog: ads, anuncios, marketing de afiliados, trabajando con marcas y compañías y creando y vendiendo tus propios productos digitales. Hay que buscar la que mejor se ajusta a tu blog, pero siempre hay que tener las colaboraciones con marcas y empresas como extras y no como base de ingresos porque es muy voluble, un mes puedes tener mucho y al siguiente nada.
Evidentemente, también hay que tener en cuenta aspectos técnicos, de diseño y posicionamiento. Ella aconseja que escribamos pensando directamente en que nos van a leer en un smartphone Frases cortas para que sea fácil leer en los móviles. La mayor parte del tráfico viene de smartphone, así que deberíamos incluir imágenes atractivas, escribir frases cortas y resaltar palabras clave para facilitar la lectura.
Para tener más impacto hay que trabajar duro por un buen posicionamiento, crear una comunidad de calidad y enfocarse en una red social concreta. Ella apuesta muy fuerte pon Pinterest. Hay que ir probando hasta dar con la que mejor resultados de difusión y cifras de dé.
Hay mucho poder en relacionarse con otros bloggers. Los grupos te ayudan a buscar contenidos, a conocer a quienes te leen, etc. Todos queremos identificarnos con un grupo. Además, no debemos olvidarnos de seguir formándonos continuamente con cursos, moocs, talleres, etc...
Tremendas las charlas. ¿Eh? Y hasta aquí mi primer post del Madresfera Bloggers day 2019, que esto ya va para neverending post. Y aunque Patricia aconsejara posts largos, tampoco hay que pasarse. Ahora, como en el evento, paro y me voy a tomar un café, aunque echaré de menos la buenísima compañía que tuve allí.
Encima la cosa empezó de lo más animada porque al equipo de madresfera no le hace falta mucho para ponerse a bailar y animar el cotarro con su buen humor. Sobre todo con el pedazo vídeo que nos pusieron al comienzo que las carcajadas se oían en todo Madrid.
El que más triunfó fue Hugh Jackman, que se lo trajo Patricia Tablado debajo del brazo, literalmente, para que le acompañara en una charla en la que se me saltaban las lágrimas... de la risa. El muchacho se portó fenomenal. No se movió de su sitio ni soltó ni media palabra. El sólo se hacía fotos con unos y con otros y acompañaba con su cuerpazo serrano a las ponentes que parecía como que sonreían más cuanto más cerca estaban de Lobezno (para mí siempre será Lobezno).
Aunque yo creo que se quedó un pelín triste porque Patricia le hizo compartir protagonismo con una serie de maromos de muy buen ver con los que pretendía enseñarnos "Cómo conquistar el mundo con anuncios de Facebook", pero más bien consiguió que más de una se despistara de la materia para centrar la vista en los diferentes...focos de atención, ejem.
Patchgirl, con toda la experiencia que le da su agencia de comunicación Community Madre, nos explicó que el algoritmo es lo que se ha inventado Facebook (Y todo el resto de la cuchipandi del famoso posicionamiento en Internet) para que tus publicaciones sólo las vea tu madre. El truco rápido para dar vuelta a las tornas pasa por rascarse el bolsillo a o dar la tabarra a todo tus amigos para que interaccionen como si no hubiera un día después.
Cuidadito amigos porque su primera advertencia fue "nunca des al botón de Promocionar publicación sino a crear anuncios. De lo contrario Hugh llorará y no queremos eso". ¡Quién querría hacer llorar a ese hombre, por diossss! Apuntaros este consejo para hacer feliz a Lobezno y no perecer en el océano de las publicaciones son fin.
Ya metidas en harina, siempre, siempre, siempre hay que poner nombre a la campaña. Uno identificativo y si va con fecha mejor. Nada de Campaña 1, campaña 2... ¿Te imaginas cuando vayas por la 100? ¡Vaya desastre! ¿No? Hay que ser organizadas. Además, cuantas más anuncios hagamos y más tiempo dure la campaña mejor.
Es importante mirar quien nos lee para segmentar de forma eficaz las publicaciones. Hay que llegar al público de calidad, de nada nos sirven números de gente a lo que no les interesa un pimiento lo que tenemos que decir. Está claro que los likes molan, pero es mucho mejor sí leen lo que les estás contando.
Medir es fundamental para ver cómo va la cosa, en qué está fallando, cómo podemos llegar más lejos de forma efectiva, etc... Otra cosilla, Instalar el pixel de facebook es fundamental. Ah ¿Que no sabes lo que es? Pues Google te lo cuenta. Una vez lo busqué, pero, oye, que ahora mismo no me acuerdo. Yo siempre con los deberes medio hechos... ainsss.
¡Ah! Y vigila lo que hace la competencia. Suele tener buenas ideas que puedes adaptar a tus propios objetivos. No se trata de copiar sino de inspirarse y aprender.
A la hora de crear anuncios hay que buscar una imagen atractiva, poner poco texto (Facebook te permite un máximo muy pequeño de caracteres) y colócalo dónde quieres enfocar la atención de los usuarios. Sólo hay que ver el el ejemplo que nos puso para ver que el texto está perfectamente colocado para que veamos lo importante jajajajja.
Y terminó su charla con un: "Total si a Facebook le quedan dos cortás de pelo, así que todos a Instagram a la de ya" o algo parecido. Y estoy totalmente de acuerdo, porque le tengo una inquina al Face desde que de repente me quitó mi perfil sin la mínima explicación que... En fin, en fin, que aquí no hay hueco para malos sentimientos, que esto va del bloggers day. ¡Todos a promocionar en Instagram! Que ahí está la chicha ahora, aunque yo aún sea incapaz de hacer un maldito Story (Gracias Krika por la clase acelerada, algún siglo de la vida me pararé para ponerla en práctica).
Tras Patricia, se subió al escenario Ana Belén González de Consultoría Blogger, que nos dejó muy claro desde el principio que todos somos hacienda, y que un blog es un negocio más, en su charla "¡Hacienda, que soy blogger!". Hay que declarar SIEMPRE los ingresos por el blog. Banners, afiliación, post patrocinados, publicidad en redes sociales, productos digitales... etc, se tienen que declarar. Nos os traguéis los bulos que circulan por ahí de que hay una cantidad mínima que blablablabla... Nada, que hay que declararlo. Y hay que estar dado de alta en Hacienda, lo que no significa que sea obligatorio que te des de alta en autónomo en todos los casos. Si los ingresos son regulares, está claro que sí. Por eso nos habló largo y tendido de cómo convertirnos en autónomos sin nadar en deudas.
Darse de alta en hacienda es gratis, darse de alta de autónomo sí que cuesta, pero hay maneras de que no sea algo por lo que empeñar un riñón. Se puede capitalizar el paro para darnos de alta como autónomos, entre otras soluciones. Puedes tener un contrato o ser autonoma y tener rendimiento en el blog a no ser que seas funcionario y haya incompatibilidad. No existe categoría de blogger, así que lo más parecido es la de Publicidad.
Nos podemos deducir todo lo que tenga que ver con el negocio, ¡TODO! Incluso la entrada del Bloggers. Además de los costes de creación del blog, el mantenimento, hosting, dominios, material de oficina, dietas, publicidad en redes sociales...
¡Importante! La documentación que hay que conservar durante cuatro años, mejor en digital. Y si no teneis ni idea de impuestos lo mejor es buscar ayuda profesional para evitar problemones. Los consultores necesitan ponerse las pilar con este tema porque la mayoría están pescando aún en este tema y es muy importante estar al día con los impuestos sin cometer errores.
La verdad es que para ser un tema bastante árido, Ana Belén, nos lo hizo muy entretenido, con la ayuda de Hugh, que fue tan amable que se quedó en el escenario todo el evento para apoyar a las ponentes y alegrar la vista con alegría a los allí reunidos. Sobre todo a la chispeante Mónica, que no perdía ocasión de colocarse estratégicamente a su costado siempre que tenía oportunidad y arrancarnos unas risas de paso.
Y para alegrarnos el día se subió el Equipo de El Pequeño Rincón de los Juegos de Mesa, precisamente, para ponernos a jugar. Buscó voluntarias entre las finalistas al premio Madresfera y las puso en pie para pasarse una pelota mientras exclamaban palabras que empezaban por las letras que aparecían en la pantalla. No había lugar para la duda porque un temporizador iba a determinar quien perdía en cada ronda. Fue genial.
Entonces le tocó el turno a Carolina King de Mama Instincs, que vino desde EEUU para contarnos cómo ganar dinero con el blog con su charla "De pasatiempo a negocio: como crear un blog impactante y rentable".
Comenzó por advertir que el dinero no es lo que nos tiene que mover a la hora de abrir un blog, sino la pasión. El público nota cuando nos mueve una cosa u otra. Muchos abandonan el suyo al año porque no se preguntan: ¿Por qué quieres o tienes un blog? ¿Que te apasiona? ¿Y cómo puedes ayudar a otros? Para que un blog comience a dar ingresos pasa de uno a tres años de mucho trabajo. La buena noticia es que si llevas más de dos años con tu blog Google ya sabe que existes.
La especialización nos ayuda a tener ingresos más rápidos. Los temas específicos levantan más interés que los generales porque una comunidad determinada se identifica con ellos y son fieles. Detecta necesidades con tu propia experiencia, pierde tiempo en buscar soluciones y luego comparte tus descubrimientos con tu comunidad. Escribe un post para ayudarles con el esfuerzo que tú ya has invertido. Hay que recordar siempre que todos esos números de visitas son personas en realidad, con sus necesidades y problemas. Tenemos que pensar siempre en cómo ayudarles y no cómo venderles. A veces no nos damos cuenta que tenemos un conocimiento que otros no tienen. Tu blog se tiene que poder describir en una frase que refleje su contenido. Cada uno es único. Tenemos que ser honestos y, por supuesto, ¡¡nunca copies!!
Hay muchas formas de monetizar el blog: ads, anuncios, marketing de afiliados, trabajando con marcas y compañías y creando y vendiendo tus propios productos digitales. Hay que buscar la que mejor se ajusta a tu blog, pero siempre hay que tener las colaboraciones con marcas y empresas como extras y no como base de ingresos porque es muy voluble, un mes puedes tener mucho y al siguiente nada.
Evidentemente, también hay que tener en cuenta aspectos técnicos, de diseño y posicionamiento. Ella aconseja que escribamos pensando directamente en que nos van a leer en un smartphone Frases cortas para que sea fácil leer en los móviles. La mayor parte del tráfico viene de smartphone, así que deberíamos incluir imágenes atractivas, escribir frases cortas y resaltar palabras clave para facilitar la lectura.
Para tener más impacto hay que trabajar duro por un buen posicionamiento, crear una comunidad de calidad y enfocarse en una red social concreta. Ella apuesta muy fuerte pon Pinterest. Hay que ir probando hasta dar con la que mejor resultados de difusión y cifras de dé.
Hay mucho poder en relacionarse con otros bloggers. Los grupos te ayudan a buscar contenidos, a conocer a quienes te leen, etc. Todos queremos identificarnos con un grupo. Además, no debemos olvidarnos de seguir formándonos continuamente con cursos, moocs, talleres, etc...
Tremendas las charlas. ¿Eh? Y hasta aquí mi primer post del Madresfera Bloggers day 2019, que esto ya va para neverending post. Y aunque Patricia aconsejara posts largos, tampoco hay que pasarse. Ahora, como en el evento, paro y me voy a tomar un café, aunque echaré de menos la buenísima compañía que tuve allí.
lunes, 25 de marzo de 2019
Qué difícil es ser niño :(
"¡Pero sentaros bien en la mesa!, ya es la diecisiete vez que lo tengo que decir. ¡No quiero veros despegar el culo del asiento. Voy recogiendo los platos. Ni se os ocurra moveros de la mesa."
"¡¡¡Mamáaaaa!!!"
"¡No grites tanto! Ven aquí y dímelo, ¿no tienes piernas?"
"Pero es que tú me dijiste que no despegara el culo del asiento".
"Vale, vale. Ya voy... ¡Pero no comas con la boca llena! ¡Quita los codos de la mesa! ¡Siéntate bien! Esto último ya te lo he dicho mil veces..."
"¿Me puedes repetir lo primero?"
"¿Me estás tomando el pelo?"
"¡¡Que noooo, mamá!! Hoy estás muy tonta"
"¿Cómo has dicho? Gruaaarl"
"Pero si eso es lo que me dices a mí cuando dices que te estoy tocando las nariceeeees"
"Ya vale, recoged vuestras tazas, lavaos los dientes, las manos y la cara e id a vestiros"
"Estooo... ¿Me podrías repetir lo primero?"
Parece de broma, pero es un diálogo bastante recurrente en mi casa... y desesperante. Para ambas partes he de reconocer, porque yo no hago carrera con ellos, pero ellos conmigo tampoco. Yo pienso que no me escuchan, que van a lo suyo, que pasan... Y ellos que... pues, que debo de estar medio loca.
Últimamente intento cargarme de paciencia, dar las instrucciones de una en una para que no se líen y repetirla varias veces antes de estallar en llamas (Es que todos los días es lo mismo. ¡Lo mismo! ¿No podrían haber cogido ya la rutina sin que yo tenga que ir detrás para que la cumplan?).
La cosa empieza con mucha amor: "Chiiicos, ya es de díiiia. A levantarse amores, los más guapos, muac muac" Y acaba con la Tercera Guerra Mundial "¡¡¡¡Que te pongas las playeras!!!! ¿¿¿Pero no te has lavado aún los dientes???? ¿¿¿Dónde vais sin mochila???? Gruaaaaaarl"
Y encima se enfadan ellos. Al principio me mosqueaba muchísimo que se ofendieran. ¡Pero si me tienen de sirvienta voceadora chivándoles cada paso que tienen que dar! Pero luego me di cuenta de que ser niño no es tan fácil (Aunque a mí que me den a elegir entre ahora y ser niña que no me lo pienso). Estos bichillos están siempre con choque de intereses: sus deseos versus la realidad del día a día. Por ejemplo: Su deseo es jugar hasta que se cansen, la realidad es que hay que ponerse en marcha para llegar a tiempo al cole.
Eso les frustra hasta el infinito y la cargan conmigo que ya vengo frustrada de serie porque no me da la vida y ¡boom! Catástrofe mundial. Y como se meta el padre ya ni te cuento. Mis gritos se oyen en Sebastopol, que creo que ya hay vecinos que piensan que tengo doble personalidad. Con lo maja y sonriente que me ven en el portal y lo niña del exorcista que se me oye en los momentos claves.
Menos mal que también hay momentos de risas y alguno, muy pocos, de calma. Como esos en los que nos sentamos a leer todos junto y por un milagro uno no me clava el codo en las cotillas mientras el otro se apoya con la rodilla en mi pierna con todo su peso mientras mete toda la cabeza entre las letras y yo. Debe ser muy frustrante que te riñan cuando has desriñonado a tu madre por quinta vez cuando lo único que haces es mostrar interés.
En fin, que todo depende de quien mire: la madre gruñona o los hijos poco colaborativos.
"¡¡¡Mamáaaaa!!!"
"¡No grites tanto! Ven aquí y dímelo, ¿no tienes piernas?"
"Pero es que tú me dijiste que no despegara el culo del asiento".
"Vale, vale. Ya voy... ¡Pero no comas con la boca llena! ¡Quita los codos de la mesa! ¡Siéntate bien! Esto último ya te lo he dicho mil veces..."
"¿Me puedes repetir lo primero?"
"¿Me estás tomando el pelo?"
"¡¡Que noooo, mamá!! Hoy estás muy tonta"
"¿Cómo has dicho? Gruaaarl"
"Pero si eso es lo que me dices a mí cuando dices que te estoy tocando las nariceeeees"
"Ya vale, recoged vuestras tazas, lavaos los dientes, las manos y la cara e id a vestiros"
"Estooo... ¿Me podrías repetir lo primero?"
Parece de broma, pero es un diálogo bastante recurrente en mi casa... y desesperante. Para ambas partes he de reconocer, porque yo no hago carrera con ellos, pero ellos conmigo tampoco. Yo pienso que no me escuchan, que van a lo suyo, que pasan... Y ellos que... pues, que debo de estar medio loca.
Últimamente intento cargarme de paciencia, dar las instrucciones de una en una para que no se líen y repetirla varias veces antes de estallar en llamas (Es que todos los días es lo mismo. ¡Lo mismo! ¿No podrían haber cogido ya la rutina sin que yo tenga que ir detrás para que la cumplan?).
La cosa empieza con mucha amor: "Chiiicos, ya es de díiiia. A levantarse amores, los más guapos, muac muac" Y acaba con la Tercera Guerra Mundial "¡¡¡¡Que te pongas las playeras!!!! ¿¿¿Pero no te has lavado aún los dientes???? ¿¿¿Dónde vais sin mochila???? Gruaaaaaarl"
Y encima se enfadan ellos. Al principio me mosqueaba muchísimo que se ofendieran. ¡Pero si me tienen de sirvienta voceadora chivándoles cada paso que tienen que dar! Pero luego me di cuenta de que ser niño no es tan fácil (Aunque a mí que me den a elegir entre ahora y ser niña que no me lo pienso). Estos bichillos están siempre con choque de intereses: sus deseos versus la realidad del día a día. Por ejemplo: Su deseo es jugar hasta que se cansen, la realidad es que hay que ponerse en marcha para llegar a tiempo al cole.
Eso les frustra hasta el infinito y la cargan conmigo que ya vengo frustrada de serie porque no me da la vida y ¡boom! Catástrofe mundial. Y como se meta el padre ya ni te cuento. Mis gritos se oyen en Sebastopol, que creo que ya hay vecinos que piensan que tengo doble personalidad. Con lo maja y sonriente que me ven en el portal y lo niña del exorcista que se me oye en los momentos claves.
Menos mal que también hay momentos de risas y alguno, muy pocos, de calma. Como esos en los que nos sentamos a leer todos junto y por un milagro uno no me clava el codo en las cotillas mientras el otro se apoya con la rodilla en mi pierna con todo su peso mientras mete toda la cabeza entre las letras y yo. Debe ser muy frustrante que te riñan cuando has desriñonado a tu madre por quinta vez cuando lo único que haces es mostrar interés.
En fin, que todo depende de quien mire: la madre gruñona o los hijos poco colaborativos.
miércoles, 20 de marzo de 2019
Dibujando en el Zoo de Madrid
Y seguimos sacándole partido al bono parques siempre que podemos. Esta vez nos hemos ido al Zoo de Madrid. Para mí es la mejor opción porque no tienes que esperar colas ni montarte en algunas atracciones mareantes. Además, esta vez hemos introducido una variante que ha hecho mucho más interesante la visita.
Empiezo por el principio. Resulta que el viernes Iván se fue con su clase al Museo de Ciencias Naturales y la su profesora tuvo la genial idea de decirles que el que quisiera llevara una libreta para tomar sus notas. Mi niño pequeño acogió la idea entusiasmado y metió una en su mochilita acompañada por un estuche. Al final no tomó ni una nota, pero se dedicó a dibujar todo lo que le llamó la atención, tanto si pertenecía a la exposición (animales, esqueletos, objetos...), como si no (por ejemplo, unas tuberías que le gustaron).
Al padre le gustó tanto el resultado que la misma mañana del sábado se fue a comprar cuatro libretitas con páginas en blanco para emular la actividad en nuestra visita al zoo. Éxito total. Cada uno buscaba el hueco en el que estuviera más cómodo y observaba al animal de turno mientras los plasmaba con su lápiz. A veces lo dibujábamos al natural y otras, si se movía mucho o se escondía de nuestra vista, terminábamos fijándonos en el cartel explicativo para terminarlo.
Unos iban más rápidos que otros. Por ejemplo los niños en tres trazos ya tenían un simpático animalito y ya iban a por el segundo. Más bien parecía una competición a contrarreloj para acumular el número máximo de dibujos. Este hecho me lo confirmó daniel cuando al final no hacía más que contar y recontar los dibujos de todo el mundo y miraba con cara de pena a su padre, que era el que más valor artístico había derrochado, pero menos especímenes había plasmado.
La verdad es que los dibujos del padre eran alucinantes, y los de los críos graciosísimos. Voy a tener que comprar un álbum para poner todos los dibujos y poder verlos con calma cada vez que queramos. Esos y los que hagamos en el futuro, porque la iniciativa ha tenido tanto éxito que la repetimos seguro.
Sólo hubo un momento de tensión cuando a Daniel se le cayó el lápiz al foso de los pingüinos. Al principio casi nos da algo al pensar que uno de los animalitos pudiera tragárselo con terribles consecuencias para su salud, pero comprobamos que había caído fuera de su jaula en un lugar inalcanzable para ellos. ¡Menos mal!
Rápidamente el padre partió en dos mi lápiz cargándose la mina de ambas partes (si es que a veces hay que pensar antes de actuar). Con un poco de maña afilamos el lápiz de manera que fuera imposible que se le cayera la punta cada dos por tres y salvamos la jornada artística para todos. Eso sí, a mí me quedó un lápiz para liliputienses que me daba algún que otro problema a a hora de sujetarlo mientras dibujaba a la velocidad de la luz para seguir a mis churumbeles.
Porque el padre se perdía en la contemplación, pero la madre tenía un ojo en el papel, otro en un niño y un tercero en el otro. Así somos las madres, tenemos dos ojos, pero los usamos como si tuviéramos cien o los que queramos.
Al final fue un día curioso y muy divertido. Los peques dibujaron más de 30 animales entre pitos y flautas. ¡Y hasta nos dio tiempo a pasarnos por el parque infantil del recinto! Que es una chulada.
Empiezo por el principio. Resulta que el viernes Iván se fue con su clase al Museo de Ciencias Naturales y la su profesora tuvo la genial idea de decirles que el que quisiera llevara una libreta para tomar sus notas. Mi niño pequeño acogió la idea entusiasmado y metió una en su mochilita acompañada por un estuche. Al final no tomó ni una nota, pero se dedicó a dibujar todo lo que le llamó la atención, tanto si pertenecía a la exposición (animales, esqueletos, objetos...), como si no (por ejemplo, unas tuberías que le gustaron).
Al padre le gustó tanto el resultado que la misma mañana del sábado se fue a comprar cuatro libretitas con páginas en blanco para emular la actividad en nuestra visita al zoo. Éxito total. Cada uno buscaba el hueco en el que estuviera más cómodo y observaba al animal de turno mientras los plasmaba con su lápiz. A veces lo dibujábamos al natural y otras, si se movía mucho o se escondía de nuestra vista, terminábamos fijándonos en el cartel explicativo para terminarlo.
Unos iban más rápidos que otros. Por ejemplo los niños en tres trazos ya tenían un simpático animalito y ya iban a por el segundo. Más bien parecía una competición a contrarreloj para acumular el número máximo de dibujos. Este hecho me lo confirmó daniel cuando al final no hacía más que contar y recontar los dibujos de todo el mundo y miraba con cara de pena a su padre, que era el que más valor artístico había derrochado, pero menos especímenes había plasmado.
La verdad es que los dibujos del padre eran alucinantes, y los de los críos graciosísimos. Voy a tener que comprar un álbum para poner todos los dibujos y poder verlos con calma cada vez que queramos. Esos y los que hagamos en el futuro, porque la iniciativa ha tenido tanto éxito que la repetimos seguro.
Sólo hubo un momento de tensión cuando a Daniel se le cayó el lápiz al foso de los pingüinos. Al principio casi nos da algo al pensar que uno de los animalitos pudiera tragárselo con terribles consecuencias para su salud, pero comprobamos que había caído fuera de su jaula en un lugar inalcanzable para ellos. ¡Menos mal!
Rápidamente el padre partió en dos mi lápiz cargándose la mina de ambas partes (si es que a veces hay que pensar antes de actuar). Con un poco de maña afilamos el lápiz de manera que fuera imposible que se le cayera la punta cada dos por tres y salvamos la jornada artística para todos. Eso sí, a mí me quedó un lápiz para liliputienses que me daba algún que otro problema a a hora de sujetarlo mientras dibujaba a la velocidad de la luz para seguir a mis churumbeles.
Porque el padre se perdía en la contemplación, pero la madre tenía un ojo en el papel, otro en un niño y un tercero en el otro. Así somos las madres, tenemos dos ojos, pero los usamos como si tuviéramos cien o los que queramos.
Al final fue un día curioso y muy divertido. Los peques dibujaron más de 30 animales entre pitos y flautas. ¡Y hasta nos dio tiempo a pasarnos por el parque infantil del recinto! Que es una chulada.
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