El padre de uno de los amigos de Daniel ha tenido una idea buenísima. Como le gusta tanto el cine ha decidido reunir, de vez en cuando a los amigos de su hijo para disfrutar de un peliculón reproducido en el proyector que tienen en el salón.
La primera sesión versó alrededor de La ventana indiscreta y parece que a mi hijo mayor le gustó. Luego estuvo toda la semana comentándome lo que pasaba, de quienes sospechaba, el sorprendente final, etc, etc.
La verdad es que yo ya no me acuerdo de casi nada, porque la vi hace muchísimo tiempo.
El viernes el padre organizó otra y a ésta sí que me apunté. Le pregunté si había sitio para mí e Iván y me dijo que sin problemas. ¡Es que se trataba de Nausicaa! Me encanta esa película.
Así que a esa sesión me apunté yo. Estuvo muy bien aunque el ambiente era muy ruidoso. Si ya ver una película sólo con mis churumbeles es casi misión imposible porque no paran de hablar, comentar y, encima, luego me pregunta qué ha dicho o qué ha pasado. ¡Si hubieras estado atento! En fin, que ya o podéis imaginar con nueve niños como se liaba la cosa en ciertas escenas.
Que si unos que sacaban chascarrillo de todo, que otros que se ponían a bailar con la música, otros que se ponían negros mandando callar porque no se enteraban de nada...
Pero en general fue una sesión muy divertida, llena de palomitas y pizza por todos lados. ¡Hasta en el pelo de algunas fieras!
Desde luego, este padre es muy valiente y se merece un pedestal por organizar algo así, incluso por segunda vez.
Pero bueno, que vale la pena por ver las caritas de los peques comentando la peli entre ellos. Como dijo uno: Dónde esté Nausicaa que se quiten todas las princesas Disney. Y luego hizo un gesto un poco feo que no vamos a comentar aquí ejem ejem. Lo importante es que les gustó, aunque no se enteraron de la mitad.
Luego, los más inquietos me asetearon a preguntas de por qué unos hacían esto u lo otro, o por qué se deshace el Dios de la guerra, si este personaje era de este bando o de otro, si los bichos eran buenos o malos... Demasiado para ellos, me temo. Pero la disfrutaron y se van acostumbrando a formatos cinematográficos diferentes.
Me pasó lo mismo cuando vimos que estaba Inuyasha en Netflix y vimos el primer capítulo: "¿Cómo? ¿Qué se muere ésta? Pero si parecía la protagonista. ¿Y el protagonista se quiere cargar a la chica? ¿Coooomooo? ¿Qué está pasando? ¿Y ese por qué se porta raro?". Lo dicho. Que empiecen a ver diferentes formatos un poco alejados de lo que están acostumbrados. Seguro que esto les abre la mente.
Menudo valor ofrecer tu casa a tantos prepúberes jejej. ¿No podéis alquilar un aula de algún centro de la ciudadanía del barrio?
ResponderEliminarLa iniciativa muy chula.
besos
ya te digo! Ole por él. Si es que es lo que pasa cuando la motivación sobrepasa al miedo jajaja
EliminarCuando tienes una afición y ves que hay niños que te siguen el rollo es muy ilusionante :D