Como estaban haciendo días muy buenos se nos ocurrió planear una salida al campo para el sábado. Y justo ese día amaneció nublado. Pero eso no iba a ser impedimento, así que me hice con todo lo necesario para seguir recopilando hojitas y plantas con nuestros libros de la naturaleza y allá que nos fuimos al Pardo, sin pensarlo dos veces.
Hacía bastante frío, pero como íbamos abrigado y nos movimos mucho no lo notamos mucho. La zona que recorrimos parecía un bosque encantado con todos esos árboles y arbustos llenos de musgo, así que Daniel organizó una cacería de goblins en un pis pas y todos nos sumamos a su juego. Los peques iban con armas (palos) para defendernos a nosotros, los exploradores.
Fue una excursión llena de emociones entre las luchas titánicas y los grandes descubrimientos: Setas, plantas curiosas, huellas, madrigueras...
Cada vez nos adentrábamos más y más entre zarzas y maleza, porque los peques no querían ni oír hablar de seguir el camino. Que poco emocionante para ellos. Lo mejor es rasparse y recibir ramazos en plena cara, donde va parar.
Curiosamente los cuatro estábamos felices y nadie montaba ningún follón. Yo estaba encantadísima... Hasta que Iván decidió cambiar el juego. En general era el mismo que el de Daniel, pero al mayor le sentó como un tiro tener que seguir a su hermanito como líder y ahí empezaron los problemas.
Menos mal que fue casi al final del recorrido, pero el primogénito logró acabar con mi paciencia en ese corto trecho de camino. Cuando llegamos al coche ambos teníamos unos morros que nos llegaban hasta el suelo.
Lo curioso es que a los cinco minutos de carretera el chiquillo ya lucía una gran sonrisa, pero la madre era otro cantar. Tuve que hacer grandísimos esfuerzos para volver a estar de buen ánimo. Y es que los adultos no tenemos esa facilidad que tiene mis hijos de cambiar de humor como de camisa.
Me encantan esos días de campo, por otro lado una vez intenté que buscará gamusinos (goblins) pero no, el quería buscar animales de verdad jejeje
ResponderEliminarLo de buscar animales de verdad es mejor que cazar gamusinos jajaja
EliminarEstos dos peques es que tiene tanta imaginación que parece que están viendo a los goblins y todo XS
Demasiada!! A veces les iría bien una pequeña dosis de realidad porque se me dispersan mucho. Por ejemplo, cuando cogemos una planta para el libro de la naturaleza, Daniel se inventa el nombre, las características, las propiedades... Y ya no quieren saber lo que realmente es :_(
La verdad es que es admirable esa capacidad para estar de buen humor luego de una discusión. A los adultos nos cuesta más. Besotes!!!
ResponderEliminarA mí me crispa. Date cuenta que eso me convierte a mí en la... mala Ainsss
EliminarMe encanta el campo y hacer excursiones buscando setas, una afición que compartimos en familia. Los malo son las discusiones, pero duran dos minutos, menos mal!
ResponderEliminarAnda! Entonces te pasa como a mí. Que al final siempre hay alguien que la lía y pone a la familia al límite... Menos mal que las tuyas duran dos minutos. La de estas fieras depende del día Ainsss Lo de las setas mola, pero a mí me da miedo eso de que algunas sean extremadamente peligrosas y ni las tocamos ;)
Eliminarq buen plan!!!!
ResponderEliminarY... relájate, tranquila, ¡aprende de los peques! todo pasa
Ya, pero es que creo que su deporte favorita es sacarme de mis casillas y luego reirse grrrr
EliminarCreo que hacen apuestas a mis espaldas para ver quien me toca la moral antes aaaarg
Pero luego nos queremos un montón jajaja
:)
EliminarTengo oído que esta zona la del pardo esta muy bien para ir a pasar una tarde o una mañana, que tienes mucho para andar. A ver si nos animamos.
ResponderEliminarEs una excursión muy bonita para hacer en familia :D
EliminarYa nos contarás
Tengo oído que esta zona la del pardo esta muy bien para ir a pasar una tarde o una mañana, que tienes mucho para andar. A ver si nos animamos.
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