La última caja de Boolino que nos llegó nos ha flipado. La estrella es El gran libro de las bestias. Un álbum ilustrado precioso que enamora a primera vista. Las imágenes son chulísimas y te viene muchas curiosidades sobre animales salvajes y muy atractivos a los ojos de los niños.
Qué niño no se ha sentido fascinado por los lobos, puercoespines, leones u osos... Entre otros muchos. Entre estas hojas aprenderán muchísimo sobre ellos.
Además del libro, que ya de por si es un tesoro por si sólo, disfrutamos mucho de las actividades de la caja. Sobre todo haciendo la bola del mundo. En la actividad original se usa un precioso globo lleno de nubecitas, pero nosotros los hemos guardado para otra ocasión y hemos utilizado la gran bola de corcho con la que hice el meteorito en el cumpleaños prehistórico. Reciclar es maravilloso.
El caso es que me daba pena que nuestra bola del mundo se desinflara sin remedio y durara poco, así que nos pusimos a pintar con distintos azules y toques blancos (las olitas), nuestro mapamundi. Los peques estaban emocionados. Sobre todo Daniel, que está dando los mapas en sociales.
Cuando estuvo seca llegó el turno de pegar los continentes, pero Daniel me rogó que lo hiciera yo. No estaba seguro de dar con la ubicación exacta y temía estropearlo todo. Si hubiera sido por Iván hubiera surgido un nuevo mundo de nuestra bola, pero Daniel quería un mapamundi en condiciones, así que pegué yo las pegatinas de los continentes, dejando las de los animalitos para ellos.
Sugerí buscar dónde vivían en internet, pero mis peques se negaron. Parece que al mayor le importaba menos colocar un león en pleno océano o un canguro en el polo norte que la geografía. Por lo visto hay límites al realismo en sus cabecitas.
Se lo pasaron genial pegando los animalitos donde les venía en gana. Sobre todo Daniel.
Cuando acabaron sugerí hacer la actividad del juego de mesa. Ese fue el que más le gustó el padre. Teníamos que recortar fichas donde aparecían los diferentes animales. Todas tenían tan sólo un animal en común con las otras. Eso sí en distintos tamaños y orientaciones para dificultar un poco la cosa. Tiene muchas formas de juego. Puedes usarlo como Dobble o poner dos fichas enfrentadas en la mesa y gana el que primero encuentre los dos animales iguales, o lo que se te ocurra. Es divertidísimo.
Lo que ya no hicimos fue dibujar las huellas de los animales por falta de tiempo. Otro fin de semana será. Lo cierto es que las cajas de boolino dan para mucho.
Cómo mola el globo terráqueo!! Aunque lo de poner los mapas de cualquier manera también hubiese estado divertido. Besotes!!!
ResponderEliminarSíii. también hubiera molado mucho y seguro que lo hubieran hecho así si no hubiera sido porque Daniel los acababa de estudiar y se lo tomó muy en serio jajaja
EliminarEste libro les encantaría a mis hijos, tomo nota ;)
ResponderEliminarEs una chulada. Si es que hacen unos libros infantiles impresionantes
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