lunes, 31 de agosto de 2015

TDN 2015: El rol en vivo, todo un espectáculo

Nunca he jugado a una partida de rol en vivo, pero siempre he pensado que sería divertido. Esta idea se ha hecho más fuerte tras nuestro paso por las Jornadas de Tierra de Nadie, en Mollina. A cada paso podías encontrar personajes curiosos desarrollando historias singulares: elfos, guerreros, piratas, pistoleros... Y otras caracterizaciones no tan reconocibles.

La batalla entre grupos de Soft combat fue espectacular. Los participantes le dieron mucha emoción a las peleas que mis hijos seguían con los ojos abiertos como platos y las orejas tapadas por sus preocupados padres. Así pasó que en una de las partidas de Herokids mi niños mayor soltó: "Pues yo voy y le arranco los ojos". Y eso fue lo más suave que copiaron y que ahora toca corregir a toda mecha. Ya les he amenazado con lavarles la boca, no con jabón, ¡con lejía!

En otra ocasión, nos vimos metidos de pleno en un tiroteo con pistolas Nerf. Mis hijos estaban emocionados, pero yo ya los veía como víctimas colaterales y me los llevé de allí como pude.

Se ve que el Rol pega fuerte porque los organizadores de las TdN van a montar otras jornadas sólo sobre este tipo de juegos el 30 de Octubre que se llama Rolea, por si hay algún interesado leyendo esto.

Cuando mis fierecillas crezcan un poco más tengo que apuntarme a una partida de rol en vivo. ¡No puedo quedarme con las ganas toda mi vida!


domingo, 30 de agosto de 2015

Dos felices tigres

Nada más llegar de las vacaciones tocó correr al hipermercado para llenar la nevera, porque ahí no había nada a lo que hincarle el diente. Agarré el carro y me presenté entre los lineales dispuesta a llenarlo de cositas sanas, que de cositas ricas ya habían estado llenos los meses anteriores. Pero cometí un gran error y me metí de lleno en la sección de ropa infantil.

Los precios llamaron poderosamente la atención y al final el carro se llenó con cuatro pijamas mantas, tres chandals y algo que comer y cenar ese día. Conclusión: menos cosas pendientes para la operación vuelta al cole, pero otra excursión al super pendiente para, esta vez sí, llenar la dichosa nevera.

Entre las ropita tengo que destacar, por méritos propios, los pijamas manta de tigres. Son preciosísimos y suavecitos. Y causaron sensación entre las fierecillas. ¡Vamos! Que con el calor que hacía y no querían quitárselos de encima. Estaban taaaaan monos y achuchables. Lo cierto es que no me corté y les di unos cuantos abrazos de oso. Tantos que tuvieron que salir huyendo.

sábado, 29 de agosto de 2015

Tdn 2015: Torneo de Crazy Coconuts

Los niños se quisieron apuntar a un torneo con sus primitos que también asistieron a las jornadas. Yo no las tenía todas conmigo porque en ese momento no daba un duro porque aguantaran sentados ni medio minuto tras un largo viaje en coche, pero me sorprendió la atención con la que escuchaban al que dirigía el torneo. El juego en cuestión se llama Crazy Coconuts y es el típico con reglas fácil que asegura muchas risas. Cada jugador tiene un mono tirador con las manos juntas para que le coloquemos un minicoco y apuntemos a lo vasos del tablero. Afinamos puntería y la fuerza del disparo y allá va el coco, con suerte, directo a una vaso que te quedas. Con menos suerte, a unos de los vasos que ya tienes. Y con nada de suerte, no caerá en ninguno y te quedas sin puntos. Lo divertido del juego es que puedes apuntar a los vasos de tus contrincantes y robarles el vaso. Gana el que forme antes una torre de cinco vasos o el que tenga más cocos en caso de que éstos se gasten sin que nadie haya formado la torre. Para hacerlo más emocionante, los jugadores pueden jugar cartas para dificultarle la cosa al que este ganando. Se le pueden tapar los ojos, hacer que pierda un turno o soplar para que se desvíe el coco.

El torneo estaba dirigido tanto a niños como a mayores, pero no me apunté porque pensé que era sólo para peques. Se formaron dos mesas y en la nuestra las cosas se pusieron extremadamente emocionantes. Cuando uno de los jugadores estaba a punto de ganar el resto le robaban los vasos a base de puntería y se giraban las tornas.

Al principio todo eran risas y canastas, pero cuando la cosa se puso más difícil, Iván se sintió frustrados y quiso abandonar la partida. Me encantó la comprensión del organizador, que me tranquilizó con las típicas palabras "Suele pasar. No te agobies". Al final logré que volviera al juego, pero la mitad de las veces tiré yo en vez de él. Menos mal que al resto de jugadores les dio igual mi participación espontánea. Tanto robarse vasos unos a otros hizo la partida un pelín larga y mi hijo mayor empezó a cansarse también, con lo que en vez de afinar la puntería cambió sus reglas a "A ver lo más lejos que puede llegar este coco". Huelga decir que me tocaba a mí ir a buscarlo al otro confín de la abarrotada sala. Casi me alegré cuando el más pequeñín de la mesa salió victorioso del encuentro.

En general, el juego me parece genial para pasar un buen rato en familia. las risas están aseguradas, aunque también los piques y los enfados por fallos de puntería o robos inésperados.


viernes, 28 de agosto de 2015

Tdn 2015: Pequeños padawans

Unos talleres que triunfaron entre los asistentes infantiles fueron los entrenamientos de los pequeños padawans, organizados por la Familia Carmona. Mis peques se apuntaron sólo a dos de todos los que ofertaban porque no llegábamos a todo y cuando les veía muy cansados y con pocas ganas de actividades dirigidas les llevaba a la habitación a que se relajaran, a la piscina a darse un chapuzón, a la sala de videojuegos o a la ludoteca para que eligieran un juego al que jugar en familia.

Nuestro primer encuentro con los Jedi fue extremadamente divertido. Los chiquillos se hicieron sus espadas lásers con rulitos de piscina, gomets y cintas aislantes de colores. Un niños advirtió a mis retoños que no eligieran los rojos porque era el color del Imperio, pero se ve que amis niños les tira mucho el lado oscuro y ambos acabaron con rulitos rojos en las manos la mar de felices.

Cuando terminaron de customizar sus sables láser al gusto de cada uno, los probaron en un emocionante torneo de lucha en el que no faltaron las risas y el buen humor. Mis chicos se lo pasaron bomba y volvieron a la habitación muy orgullosos de sus armas recién construidas. El monitor del taller explicó a los padres que si lo querían con luz sólo teníamos que comprar unas linternas pequeñas con el botón de encendido en la parte de atrás e introducirlas en los rulitos. ¡Que idea más buena! En cuanto tuvimos oportunidad las compramos y les pusimos luz a los sables láser.

El segundo taller al que acudimos también pintaba muy bien. Era un entrenamiento pasado por agua en el que los pequeños padawans practicaron su puntería, su habilidad para esquivar, su sexto sentido para no pisar globos de agua con los ojos cerrados... Los organizadores se lo habían currado muchísimo y todos los niños se lo estaban pasando genial.

Pero se ve que los míos estaban ya un poco cansados porque Daniel abandonó el barco casi en la primera prueba para ir a acariciar un gatito monísimo que se cruzó en su camino e Iván se cansó de jugar un rato después.

Tras mucho insistirles, decidí que era mejor abandonar la actividad o me vería metida de lleno en dos perretas descomunales. Fue una pena porque yo también me presté a tirar globos de agua, disparar, que me dispararan a mí... Y me lo estaba pasando tan bien. Que rabia que mis hijos no me siguieran el ritmo en esta ocasión.

A pesar de todo que me quiten lo bailado.



jueves, 27 de agosto de 2015

Juegos de rol para niños II: Pequeños detectives de monstruos y Do, peregrinos del Templo Volador (#tdn2015)

Además de las partidas de Herokids, los chiquillos disfrutaron muschísimo en sus papeles de detective Watson y Detective Fuego en las aventuras del juego de rol de Nosolorol "Pequeños detectives de monstruos". Tanto que se apuntaron a todas las partidas que se ofertaban en el programa. Les apasionaba buscar las pistas para atrapar a los revoltosos monstruos, toparse con los simpáticos gamusinos y acumular increíbles cachivaches como la detectilinterna, los cascos oyelotodo o las gafas monstruovisión. Al terminar cada partida, la máster les repartía medallas al valor, al trabajo en equipo, a las buenas ideas... El último día tenían sus contratos repletos de pistas y pegatinas.

Daniel se enamoró perdidamente del libro. Tanto que no paró hasta que su padre se lo compró y se lo puso en las manos. La verdad es que es chulísimo, hasta para leerlo por gusto sin preparar las partidas. Te explican los tipos de monstruos, las herramientas que necesitamos para capturarlos, cómo funciona la agencia y para qué sirve, entre otras muchas curiosidades. Todo acompañado de preciosas ilustraciones.

Nosotros ya conocíamos este juego de rol para niños de unas jornadas que organizó la editorial que lo distribuye, pero el que no conocíamos y nos pareció todo un descubrimiento fue "Do, Peregrinos del Templo Volador", de la misma editorial. Casualmente se organizada una partida al lado de la mesa en la que los niños buscaban incansablemente al monstruito travieso de turno. Una madre preguntó a la chica que lo presentaba de qué trataba y le gustó tanto lo que nos contó que me animó a apuntarnos a la partida.

Los peregrinos del Templo Volador son niños con una capacidad especial que viajan de un lado a otro ayudando a la gente y metiéndose en problemas. Lo original del tema es que se trata de un juego de rol en el que la historia la van desarrollando los propios jugadores. Va dirigida a niños de más de doce años, pero también es muy divertido jugar entre adultos. Una vez hecha la ficha de personaje de cada uno, todo empieza con una carta en la que nos piden ayuda. A partir de entonces debemos sacar tres piedras de una bolsita al principio de cada turno y dependiendo de los colores que saquemos saldremos airosos de la situación, los compañeros nos meterán en problemas o nos sacarán de ellos. Cada vez que le toque contar a un jugador una parte de la historia deberá introducir una de las palabras que aparecen en la lista de esa aventura y cuando se acaben las palabras se acaba el juego.

Las historias que salen de estas partidas son para partirte de la risa. Os pongo de ejemplo una de las dos que jugamos: Alicia nos manda una carta pidiendo ayuda porque en su mundo, Helmede, se han parado los relojes y todo ha dejado de funcionar... ¡Hasta la gente se ha parado en la calle! Todos menos ella y su perrito Trasto. Si vamos a ayudarla nos invitará a galletas. Lista de palabras: Alicia, Alicia, Galletas, Trasto, Halimede, tiempo, tiempo, tiempo, reloj, relojes, plaza, cuerda, engranaje, gato, ovillo.

Turno 1:  Guiados pos la Peregrina Burbuja Turquesa que desprende constantemente ondas de buen rollo, los peregrinos del Templo Volador aterrizaron sobre Halimede, de momento, sin problemas.
Turno 2: Allí se encontraron con Alicia que les dio la bienvenida muy feliz.
Turno 3: La Peregrina Baile Ágil localiza las galletas de un vistazo y ansiosa por hincarle el diente pregunta dónde tiene que ir para ayudar.
Turno 4: Alicia les dice que vayan a la plaza, pero los Peregrinos andan un poco mareados del viaje y entienden playa.
Turno 5: Menos mal que la Peregrina Burbuja Turquesa se da cuenta de que el perro ha tomado otro camino y avisa a sus compañeros para que le sigan.
Turno 6: Desgraciadamente Trasto estaba oliendo unas salchichas y los peregrinos se vuelven a perder entre las calles
Turno 7: De repente, la Peregrina Sombra Sigilosa, que siempre está escuchando atentamente hasta cuando no debe, recuerda que ella oyó plaza y no playa.
Turno 8: Peregrina Sombra sigilosa nota como el tiempo cada vez transcurre más despacio ya cada vez le cuesta más avanzar.
Turno 9: Al notar lo que está pasando Peregrina Baile Ágil hace girar dos veces a Peregrina Sombra sigilosa en el sentido de las agujas del reloj y consigue que vuelva a recuperar el sentido del tiempo.
Turno 10: Peregrina Baile Ágil pierde el equilibrio y cae entre los engranajes que hay en la plaza.
Turno 11: Al intentar rescatarla Peregrina Burbuja Turquesa se da cuenta de que parte de los engranajes están sueltos y consigue atarlos con una cuerda.
Turno 12: Peregrina Sombra Sigilosa escucha una gato y no puede evitar correr tras él derribando de nuevo la mitad de los engranajes.
Turno 13: En su choque ve algo rojo y de lana entre ellos. Es un ovillo.
Turno 14: Peregrina Baile Ágil se queda enredada en el ovillo.
Turno 15: Peregrina baile ágil se desenreda de la lana con gráciles piruetas y empieza a colocar lso engranajes como deberían estar.
Turno 16: Peregrina Burbuja Turquesa nota que eso hace que se acelere el tiempo a su alrededor y le indica a Peregrina Baile Ágil como continuar su hermosa danza.
Turno 17: El tiempo se va acelerando y Peregrina Sombra sigilosa se da cuenta de que la gente poco a poco vuelve a moverse
Turno 18: ¡Cuidado!, Dice Alicia, Ahora se mueven demasiado deprisa.
Turno 19: Peregrina Baile Ágil desenrolla una poquito la cuerda y todo vuelve a la normalidad. Así acaba su baile con una grácil reverencia.
FIN

Lo más divertido fue meter en líos a tus compañeros y ver que se inventaban para salir de ellos. Somos unos malvadetes jejeje

miércoles, 26 de agosto de 2015

Descubriendo a Matías: coaching para padres y niños

Descubriendo a Matías es un libro para leer despacio, reflexionar y aprender con cada página. Si queremos conocer a nuestros hijos, primero tenemos que conocernos a nosotros mismos. Y no es fácil. Cada página te sumerge en recuerdos, etiquetas, emociones, sueños... es una aventura hacia nuestro Yo interior y el de nuestros hijos a través del cariño, la observación y el respeto.

Me ha hecho recapacitar sobre un hecho en el que no había caído: si el niño se porta mal o no obedece, ¿el problema es del niño o del padre? Evidentemente, del padre que es el que desea que su hijo obedezca. Y a partir de ahí ya podemos sumergirnos en una guía que toca puntos tan importantes como la autoestima, las etiquetas, la empatía, la motivación, la comprensión, el respeto... No sólo son los padres los que deben ayudar a los hijos con una educación no intrusiva, los niños también tiene que contribuir. Como dice Claudia Bruna, la autora, "hijo, ayúdame a meterme en tus zapatos para que pueda comprenderte mejor".

El gran descubrimiento que hemos hecho en este libro mis peques y yo son las preguntas poderosas. Casualmente, mis hijos me buscaron mientras leía ese capítulo. De vez en cuando, ven que no estoy cerca, me echan de menos, me buscan y se suben, literalmente sobre mí como si fueran monitos. Es una especie de llamada en plan: "¡Mami, mamiiiii! Deja todo lo que estés haciendo y haznos caso". A veces se puede acudir a la llamada y otras no. No es fácil aparcar cualquier cosa que tengas entre manos para atender a sus demandas constantemente. Pero en ese momento lo vi claro. "Chicos, ¿Qué os parece si os hago unas preguntas poderosas?". Ya el nombre les llamó la atención. "¡A mí primero, a mí primero!" chillaban exaltados. Puse orden y comenzó el juego. ¿Cual es tu sueño más grande? El de Iván un pez y una perrito bonito, Daniel vive grandes aventuras cada noche con sus batallas contra zombis, escapadas a lugares lejanos, búsquedas de tesoros... ¿Y el más pequeño? "Un pez y un caimán", asegura Iván muy convencido. "Eso no existe, mamá", determina Daniel muy seguro. "¿Qué es lo más importante para ti?" ¡Juguetes! exclaman los dos sin dudarlo. ¿Qué le pides a mamá? "Que esté contenta" afirma el mayor rápidamente. "Síiiiiii, que mamá esté contenta" le secunda el chiquitín... Y así estuvimos un buen rato. De hecho, es raro el día que no me piden jugar a las preguntas poderosas. Es increíble lo que se puede aprender de los peques con una actividad tan sencilla.

Ahora busco virtudes en todo lo que hacen. Hasta las más escondidos acaban por salir. En cuanto a sus defectos. Siguen ahí y soy muy consciente de ello, pero que levante la mano quien no los tenga. Lo importante es que para ellos pesen más sus talentos y que eso les dé alas en vez de frenos. Por ejemplo, el gran problema de Daniel es simple y llanamente, que no pone cuidado en lo que hace. Así que todo el rato tropieza, se le caen cosas, coge lo que no debe, no presta atención a lo que se le pide, golpea a las personas que le rodean... Pero eso no es nada comparado con su creatividad, su ilusión por todo, su predisposición, su proactivismo, su espíritu aventurero e investigador...

El pequeño es un volcán en erupción, como su madre que también tiende a explotar con ataques de rabia, pero también es un detalle insignificante ante su cariño, su alegría, su imaginación, su bondad, su compañerismo, su energía...

Y todo esto lo he descubierto gracias a los ejercicios y consejos de Claudia. Mientras ella descubría a Matías, yo hacía lo mismo con Daniel e Iván. El camino no es fácil. A veces tropezamos con las piedras de la descalificación, las etiquetas, los gritos... Pero como tenemos lo más importante- que nos queremos con locura- siempre estamos dispuestos a empezar desde el principio.

Voy acabar con el poema de la Madre Teresa de Calcuta con el que empieza este libro, plagado de preciosas citas interesantes que invitan a la reflexión:

"Enseñarás a volar...
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar...
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir...
pero no vivirán tu vida.
Enseñarás a cantar...
pero no cantarán tu canción.

Enseñarás a pensar...
pero no pensarán como tú. 
Pero sabrás que cada vez 
que ellos vuelen, sueñen,
vivan, canten y piensen...
¡Estará en ellos la semilla 
del camino enseñado y aprendido!"

martes, 25 de agosto de 2015

Juegos de rol para niños 1: Herokids (tdn2015)

Raúl llevaba pensando mucho tiempo en organizar algo para estas TdN2015 y se le ocurrió que un par de partidas a HeroKids serían todo un éxito. Una de ellas fue la del nuestro querido personaje Don Pepito de Roving Band of Misfits.

Se preparó las historias a conciencia y se fue cargado de fichas de personaje, dados gigantes e historias varias a las jornadas. Su dos aventuras fueron programadas para el viernes y el domingo por la mañana. La primera fue tan emocionante que mis niños no podían esperar al domingo para jugarv la siguiente. La profesora del cole les pedía que fueran a buscar una poción de velocidad y para conseguirla tiene que pasar mis aventuras guiándose por el plano del pueblo, luchando contra bandidos, resolviendo acertijos... Y al final, los muy pillos, acaban bebiéndose la poción y ganándose una regañina de la profesora.

La segunda historia era de un robo y tenían que averiguar quien era el ladrón siguiendo una serie de pistas, luchando con los compinches del malo y tachando sospechosos de la lista que incluía retratos y todo.

Las aventuras tenían todos los ingredientes para resultar emocionantes: laberintos, búsqueda de detalles en dibujos llenos de detalles, adivinanzas, luchas... Y los dados gigantes tuvieron un éxito tremendo entre los peques. La verdad es que Raúl se lo curró muchísimo.

lunes, 24 de agosto de 2015

TdN 2015: Impresionante

Este año hemos tenido la grandísima suerte de conseguir plaza para asistir a la decimotercera edición de las Jornadas Tierra de Nadie. Raúl había asistido a las del año pasado e intentó explicarme lo que nos íbamos a encontrar. Se quedó muy corto.

¿Qué son las Tdn? El paraíso del ocio, los juegos de mesa y el rol. Así, sin exagerar. Tres días y medio de actividades, torneos, juegos, videojuegos, piscina, compañerismo y un ambiente de lujo en un albergue con unas instalaciones y servicios increíbles (Celulaj, Mollina, Málaga).

Llegamos el jueves por la tarde, pasamos por recepción a recoger la acreditación, las camisetas y las llaves de la habitación y sin dejar los bultos ya nos estábamos apuntando en las primeras actividades. Inscribimos a los niños en una partida de rol y en un torneo de un juego de mesa, de los que hablaré en otro post largo y tendido.

En cuanto pisamos el salón principal, donde se encontraba la extensa ludoteca de juegos de mesa, mi niño mayor se obsesionó con que teníamos que sacar el juego que le enseñó su tío Fernando estas navidades: Zombicide. Mi hermano simplificó las reglas muchísimo para hacerlo apto a sus edades y yo sólo había jugado esa vez. Lo cierto es que lo pedí para que Daniel parara de implorar a voz en grito, pero ni me acordaba de las reglas, ni me dio tiempo a leerlas. En una santiamén estaba el tablero montado y cinco pares de ojitos fijos en mí para empezar el sádico juego de zombis (los primitos de mis niños se nos unieron en la aventura). El mayor de los peques fue el que empezó a explicarme que hacer, aunque no sé si lo sabía de verdad o se lo estaba inventando. Por mi parte también inventé reglas sobre la marcha y agradecí la ayuda de uno de los jugadores empedernidos que por allí paseaban en busca de diversión ilimitada. Se acercó a intentar poner orden en el caos de nuestra mesa, pero fue misión imposible. Los chiquillos tiraban dados y gritaban de júbilo a cada aparición de las hordas zombis. Huelga decir que acabaron todos devorados, pero muertos de la risa.

Al día siguiente descubrimos con más calma las posibilidades de las jornadas, que eran ilimitadas. Sólo pasear y encontrarte con piratas, elfos, guerreros... ya era todo un acontecimiento. Cada sala estaba llena de estrategias de juego, jugadores concentrados y risas. La piscina era un desahogo al calor y un lugar de descanso para tantas aventuras que corrimos. La sala de la ludoteca era un tesoro en que el que encontramos horas y horas de diversión. En el comedor disfrutamos de unos menús deliciosos que nos ayudaban a coger fuerzas para volver lo más rápido posible a las actividades. El polideportivo albergaba videoconsolas llenas de juegos que hipnotizaron a mis dos fierecillas dando, de vez en cuando, un respiro a su madre...

Fueron días de muchos juegos de mesa, rol, y manualidades que no caben en un único post, así que mejor lo cuento con la atención que se merece y poco a poco.


domingo, 23 de agosto de 2015

Cocinando con Arla: minitartas de chocolate y queso de untar

En cuanto vi las tarrinas de queso de untar en la neverita que nos envió Naturarla supe a qué las íbamos a destinar: a la tarta de chocolate y queso que tanto nos gusta. Pero esta vez hemos introducido una variación interesante. En vez de hacer una grande, hemos hecho porciones individuales en vasos de cristal para que cada uno las decorara a su gusto.

He de confesar que confundí la margarina que también nos enviaron con más queso de untar. Lo mío es mucho. En cuanto la abrí y vi que no era lo que pensaba me entró la risa. Mis hijos no entendían nada. Como la receta también lleva mantequilla me alegré mucho con el descubrimiento.

Necesitamos:

- Galletas maría
- Mantequilla o margarina (Luspark)
- Queso de untar (Lactofree o Natural... o ambas)
- Chocolate con leche
- Chocolate negro de cobertura
- Azúcar glass
- Todo lo que se nos ocurra para que queden más bonitas: frutos secos, toping, chocolate blanco rallado...

Primero trituramos las galletas con la thermomix, aunque una batidora normal también nos hace el mismo servicio, y mezclamos el resultado con mantequilla semiderretida para que le dé consistencia. Ya tenemos la base. Lo ponemos en el fondo de los vasitos y seguimos con la siguiente capa. Batimos el queso con el chocolate con leche derretido y un poco de azúcar glass según el gusto de cada uno. El nuestro es: ¡Cuanto más dulce mejor!

El mousse resultante lo metimos también en los vasos. Dejamos reposar un poco para que coja consistencia y, por último, derretimos el chocolate negro de cobertura y lo vertimos encima del mousse.

Ahora podemos hacer dos cosas: O decoramos en ese momento para que los adornos queden incrustados en el chocolate de cobertura o metemos los vasos a la nevera tapados con film transparente, nos bajamos al parque, que era lo que les apetecía a mis retoños y adornamos a la vuelta con la capa de chocolate ya dura. ¿A que quedaron preciosas?

Como les costó romper la costra de chocolate, tuve tiempo de hacerles una foto antes de que acabaran con ellas e intentaran seguir con la mía. ¡Vaya par de golosos!