domingo, 31 de marzo de 2013

Adiós abuelo

El jueves santo falleció mi abuelo. No le quise decir nada a Daniel porque últimamente está un poco obsesionado con el tema de la muerte, así que le expliqué que iba a una importante reunión familiar sin más. No me gusta mentirle, así que le dije una verdad a medias. Pero el chiquillo no es tonto y algo me notó porque estuvo más cariñoso que de costumbre. "Toma mami, un abrazo... Y un besito ¡y otro!" me decía mientras me achuchaba. Fue un rayo de luz en un momento muy amargo.

Un amigo, al que nunca le podré agradecer tanto el favor que me hizo, me llevó a de Covarrubias a Elda, aprovechando que tenía que ir a Benidorm para reunirse con su familia. Me dejó en el mismísimo tanatorio a pesar de su desconocimiento del pueblo y mi pésima orientación.

Cuando se va alguien querido se queda un vacío muy grande. Como homenaje a un personaje tan célebre como mi abuelo me quedo con las palabras  que el cura hizo el responso (Por lo visto, en Semana Santa no se pueden hacer misas funerarias): "Don Antonio amaba profundamente a su mujer. Desde que le conozco, que ya son unos años, le recuerdo cogiéndole la mano a su esposa cariñosamente. Era un hombre que buscaba su salvación y reconocía sus errores. Era un hombre bueno, aunque nunca soltó su bastón de Alcalde. De carácter fuerte, pero siempre regido por la rectitud y la bondad. Tuvo una vida larga y buena. Con momentos buenos y no tan buenos, alegres y desgraciados. Siempre obró de buena fé y fue apoyo de los que le rodeaban: familia y amigos".

Han sido días tristes y de muchas lágrimas. Estoy segura de que mis hijos volverán a ser mi balsa de salvación en esta nueva pérdida.

sábado, 30 de marzo de 2013

Perrucho y perrucho

Hacía siglos que el perrito de peluche con el que dormía Daniel y durmió Iván eventualmente estaba guardado en el armario. Ahora los dos duermen sin muñecos en la cama. Como mucho con mami, pero eso es otra historia.

El caso es que un día que Daniel estaba jugando en casa de un amigo, de repente, oímos un lamento desgarrador: "Perruchoooo, perruuuuucho".

Fuimos corriendo a ver que había pasado. Iván llevaba muy contento un perrito de peluche en sus brazos y el amigo de Daniel señalaba la escena con dedo trémulo y lágrimas en las orejas. "Es el peluche con el que duerme Luis" me explico la madre y en un segundo ya le había dado el cambiazo  ami hijo menor por otra cosa menos valorada por el anfitrión de la casa, pero muy atractiva a ojos de mi benjamín.

Daniel se debió quedar con toda la escena porque, días después, descubrió el libro que le hice hace mucho para que se fuera a la cama contento. Y en una de las fotografías ¡tachán, tachán! se encontró con que él también había dormido con un perro de peluche. "¡Perrucho!" exclamó "Mami, quiero a perrucho" me pidió mimoso. Le saqué el muñeco del armario y ya no se separóa de él en todo el día.

Ahora me lo pide de vez en cuando. Es curioso cómo ha copiado a su amigo.

viernes, 29 de marzo de 2013

Pintando huevos de Pascua

A Daniel le hizo mucha ilusión mi plan de pintar huevos duros, esconderlos, buscarlos y luego regalárselos a alguien que él quisiera, aunque casi no lo hacemos porque esa tarde el comportamiento de mi primogénito dejó mucho que desear y estuve a punto de abandonar la actividad.

Los ruegos y lagrimones del pequeñajo me conmovieron (y mis ganas de pintar huevos) y nos pusimos manos a la obra. Cocí la materia prima, que previamente había introducido Daniel en el cazo, preparé el colorante alimentario en tres vasitos de plástico (Rojo, azul y amarillo), le puse el Baby al niño, le di pinceles de cocina y ¡a pintar!.

Hay que ver cómo disfrutó. Al principio, los huevos eran muy coloridos, pero acabaron siendo todos entre rojo y negro de tanto pintar y repintar y mezclar y remezclar.

Mi idea era que Iván también participara en la manualidad dirigiéndole yo y en la medida de las posibilidades de su corta edad, pero se nos hizo muy tarde y su padre se encargó de bañarlo mientras nosotros nos dedicábamos al arte de los huevos de Pascua.

Los dejamos secar un ratito (unos minutos porque mi chico no aguantó más). La idea era que cada uno (mami, papi e hijo mayor) escondiéramos uno, luego buscáramos el de los demás y luego se lo regaláramos a quien quisiéramos, pero Daniel me suplicó que le dejara zamparse los tres huevos de una sentada. Ni que decir tiene que me negué. Le di uno de tentempie a la cena y luego le partí medio en la sopa.

El colorante se había colado por las grietas de la cáscara y había teñido el huevo con formas curiosas que nos hicieron mucha gracia. Menos mal que no se me ocurrió pintar con témpera o acuarela porque is no tendría que haberlos tirado y me hubiera dado mucha rabia (lo de tirar la comida no lo llevo nada bien).

jueves, 28 de marzo de 2013

Daniel el fotógrafo

A mi hijo mayor le encanta enarbolar la cámara de sus papis y hacer "click" a lo que le parece interesante. En mi opinión, tiene que mejorar bastante la técnica. En la suya, hace unas fotos alucinantes y le encanta fotografiar a sus gatitos (que huyen despavoridos en cuanto le ven con la cámara al ristre). A su hermano no le gusta retratarlo, porque ¡se mueve mucho! ¿Más que los gatos?








miércoles, 27 de marzo de 2013

Pobres, pobres gatitos

Mis lindos mininos son unos santos. Sobre todo la gatita que sufre las perrerías de mis dos retoños sin moverse, aunque no en silencio, maúlla como una descosida para que venga a salvarla.

Pensaba que con la edad Daniel se iría volviendo más respetuoso con los animales. Algo hemos conseguido, pero, de vez en cuando, me lo encuentro usando a la pobre Missi como carretera para sus coches, cómo paciente enfermita y dándole con el martillito para ver si tiene reflejos en las patitas, lanzandole "bombas explosivas" (si hay suerte suelen ser los bloques blanditos de su hermano) o intentando peinarla a su manera ¡con mi cepillo! (Horror). Fantasma no sufre estos ataques porque es mas listo y en cuanto les oye llegar se esconde en el lugar más recóndito del salón.

Iván tampoco es un dechado de virtudes hacia sus mascotas. Les da manotazo al ritmo de sus risotadas, se intenta sentar o acostar encima, la babea, la persigue muy sonriente, le chilla emocionado...

Mucho me temo que acabaré teniendo que pagarle una psicólogo a mis dos mininos. Para Fantasma tampoco es fácil permanecer escondido durante horas hasta que Godzilla y King Kong se marchan del salón.

Aunque no todo es una atentado contra su integridad física. También hay caricias suaves, mimos y halagos para los peludos por parte de los pequeños. Aunque no en abundancia.

martes, 26 de marzo de 2013

Bloques y mucha imaginación

De todos los juguetes que tiene mis hijos, y tiene muchos, el que más me gusta es el de las construcciones, sobre todo las tipo Lego. ¡Tiene tantas posibilidades! A veces le construyo una ciudad Lego con su comisaría, su parque de bomberos, un hospital (y que conste que no tenemos los packs del hospital ni del parque de bomberos ¡Echamos mano a la imaginación y las piezas!) A mí se me quedan cortas las piezas y eso que tenemos de todo: ruedas, ventanas, puertas, flores, redondeadas, triangulares, vallas, sillas, una mesa, camas... Pero papá piensa que llenar dos cajas enteras con Lego es haberse pasado un pelín.

A Raúl le encanta armar lo que le pide su hijo. ha hecho ya de todo. yo no me siento capaz.

Ahora, la obsesión de Daniel son los robots, así que me invento extraños artefactos robóticos para que el los haga luchar y los destroce. Raúl, como siempre, fue más allá y le construyó un robot que era casi tan alto como Iván.

El mayor se puede pasar horas jugando con los policías, bomberos, malos, mecánicos hasta que se cansa y se dedica destruir lo construído, con lo que se entretiene otro rato más.

En cambio el pequeños se dedica a ensamblar dos piezas como mucho y con ayuda y a meter y sacar de las cajas lo que le llama la atención.


lunes, 25 de marzo de 2013

Los golosones de mis niños

A quien habrán salido estos peques, que se pirran por cualquier cosa que lleve cantidades ingentes de azúcar. Nata, chocolate, dulces, bollos, chuches... ¡Todo les vale! Menos mal que también les encantan las zanahorias, la "carnecita", el pescado, las peras...

Aunque me temo que voy a tener que empezar a restringuir las dosis de azúcar.


domingo, 24 de marzo de 2013

El señor caprichitos

Daniel se está poniendo en un plan que hay que cortar de raiz. Hay que ser dura, hacer de tripas corazón, aguantar las risa en ocasiones y las lágrimas en otras y acabar con su incipiente etapa de niño caprichoso.

"Quiero, quiero, quiero ¡Quieeeeeero!" y lo quiere YA, como no podía ser de otro modo. Deseos imposibles, deseos egoistas, deseos tontos, deseos inoportunos... Y si se le contaria: perreta. ¡Y de las gordas!

Ya se lo he dejado muy clarito. O cambia de actitud o se acabaron los regalos, detalles, chuches y chocolates... Incluso he amenazado con hablar con. ¿Y qué me ha contestado el niñito? Que la parece bien porque ya tiene muchos juguetes. Con la boca abierta y el dedo en alto me ha dejado el pequeñajo.

Lo del chocolate ya le ha dolido más, así que ahora hace pequeños esfuerzos para pedir las cosas de forma calmada, sin lamentos desgarradores, con una sonrisa forzada que da más miedo que otra cosa y con el imprescindible " Por favoooooor". Sigue sin entender por qué hay veces qu eni con esas consigue lo que quiere, pero ya es un triunfo para su mami que no comience pidiendo las cosas llorando.

Seguiremos educando cueste lo que cueste.

sábado, 23 de marzo de 2013

Segunda evaluación, notas y una escultura basada en Miró

(Advertencia: Neverending post)

Que ilusión cuando Daniel me entregó la carpetita de la segunda evaluación con sus trabajos y las notas en el interior. Estaba ansiosa por echarles un ojo, pero el día era tan soleado y agradable que tocaba acercarse al parque con los amiguitos.

Hasta el día siguiente no abrimos la carpeta. Estaba llena de sorpresas. Fui primero a lo que más me interesaba: los comentarios de Marta.

"Tiene que mejorar coloreando y al escribir lo números. Es más constante en el ritmo de trabajo, además de ser un niño muy creativo. Últimamente está llamando la atención pintando mesas, rompiendo fichas o ceras. Me preocupa el lenguaje oral, que hay que fonemas que le cuesta pronunciar. En el trimestre siguiente veremos si hay que hacerle una evaluación más exhaustiva".

Le felicité por los aspectos positivos efusivamente y Le reproché que no supiera cuidar el material del cole. Se defendió con la excusa de que otro niño también lo hacía. Mi respuesta fue la misma de siempre "Mi hijo eres tú,no el otro niño". Entonces me aseguró que no había roto una ficha en su vida. ¡Cómo si eso fuera un atenuante! "No hay que romper nada, cariño. tienes que aprender a cuidar las cosas" concluí.

Nos pusimos a practicar los sonidos con S (una de los fonemas que más se le resisten juntos a la R), pero se cansó enseguida. "Durante las vacaciones practicaremos más" le advertí, "Si no conseguimos que aprendas estos sonidos tendrás que ir a clases extras (a la logopeda)" le amenacé claramente con intención de motivarle. Le prometí que le enseñaría a colorear, así que me temo que toca visita a el Todo a un Euro para hacerme con un cuadernillo para colorear. Y no olvido que tengo que ponerle a escribir números.

Las notas son peores que el trimestre pasado y así se lo hice saber: "Son buenas, cariño, pero han empeorado, así que nos tenemos que esforzar un poquito para que mejoren" le expliqué. Las pondré al final porque son muchos conceptos. En cambio las de inglés han mejorado y por ello se ha llevado una gran beso orgulloso de su madre de premio (conseguidos los tres objetivos: Saludar y despedirse en inglés, disfrutar escuchando los cuentos, chants y canciones y escuchar con atención).

Después de mi charla aleccionadora pasamos a admirar sus fichas. A mí me parecieron preciosas, veía grandes adelantos, aunque también muchos errores (con tres años y medio me parecen de lo más normales). Las rayas las hace cada vez mejor, los conceptos y las reglas parece entenderlas a la perfección y seguirlas en la gran mayoría de los casos, domina los colores, aunque sí es cierto que su alocada forma de colorear no entiende de límites. El cuadernillo que más me gustó fue el que concernía a Miró. Me sorprendió cómo mi niño imitaba los símbolos del pintor y lo bien que dibuja. No puedo evitar cegarme con el niño, después de todo ¡soy su madre!

Otro cuadernillo que me encantó fue el de dibujo libre. Disfruto observando los garabatos del peque. No lo puedo evitar. No me hizo mucha gracia ver como emborronaba tanto la página que la acaba rompiendo cada vez que usaba rotuladores.

Encontramos unas cuantas fichas sin hacer porque estuvo una larga semana sin ir al cole por enfermedad. se empeñó en hacer allí mismo una de líneas. Yo le corregía la postura de la mano de vez en cuando, pero por lo demás lo hacía genial y muy concentrado. En el cuadernillo del pintor, me di cuenta de que había una ficha que explicaba una manualidad en plastilina para hacer una escultura emulando el estilo mironiano. Mi hijo me dijo con gran pena que ese día no había estado y se lo había perdido, así que pusimos manos a la obra y ya tenemos nuestra propia escultura en plastilina. La línea azul estaba casi hecha por la manera en que estaba empaquetada la plastilina, la luna la hice yo y la bola él. Luego lo pegamos todo con pegamento a un cuadrado de cartulina negra. Daniel se empeñó en añadirle un toque de purpurina que no venía en las instrucciones, pero que le daba nuestro toque personal. Le pusimos más pegamento a la figura y le dosifiqué la purpurina con un triángulo para comer pizzas que tenía guardado por si me venía bien para alguna manualidad para que no me hiciera lo de siempre de vaciarme el tubo a lo bestia. ¡Quedó genial y mi niño estaba feliz con su creación artística!

Ahora procedo a hablar de las notas laaaaargo y tendido.

Con una nota de satisfactorio tenemos todas estas materias:
- Respeta las normas establecidas en la escuela (Pues sólo en la escuela últimamente)
- Se comunica con la maestra y con sus compañeros (Demasiado. No calla ni debajo del agua, pero a mí eso me hace mucha gracia)
- Progresa en la expresión de sentimientos y emociones (Es un maestro en el arte del berreo para conseguir lo que quiere)
- Identifica y localiza diferentes partes del cuerpo y de la cara (Sobre todo la colita Hombre tenía que ser)
- Progresa en le conocimiento y la exploración de las habilidades motrices de su cuerpo (En la pelea cuerpo a cuerpo no hay quien le gane)
- Adquiere una conciencia progresiva de las nociones espaciales y de medida (A veces).
- Asocia los números 1,2 y 3 a las cantidades que representan (Desde hace tiempo jeje)
- Reconoce las formas geométricas del círculo, del cuadrado y del triángulo en los objetos del entorno (Sabe que las monedas para que funcione el coche son circulares, los billetes para comprar juguetes rectangulares y los triángulos carecen totalmente de interés)
- Se inicia en el desarrollo del pensamiento lógico y de la atención visual (Desde luego tiene unos razonamientos que me ponen los pelos de punta)
- Emplea el pensamiento lógico para completar series de un atributo (¡Ole mi niño! Que listo es)
- Identifica y distingue los colores rojo, azul, amarillo y naranja de otros colores (Supongo que alguno más)
- Nombra y conoce las personas, los objetos y las actividades que se realizan en el contexto de la granja (Y fuera también. Tiene a todas las madres de sus amigos fichadas)
- Conoce los diferentes animales domésticos, cómo nacen y cuáles son sus crías (Me sorprendió mucho el día que me vino recitando los animales de granja y sus crías)
- Cuida y respeta los animales de su entorno (Sus gatos no están de acuerdo)
- Conoce diferentes medios de comunicación interpersonal: el teléfono y el correo (Los usa desde hace mucho. Habla co sus abuelas por teléfono, con su padre por el Skype y el otro día se empeñó en hacer ¡tres cartas! a los reyes magos. No queda para que vuelvan las Navidades...)
- Progresa en su conciencia medioambiental y se inicia en la práctica de la reducción de consumo de luz. (Es maravilloso y pavoroso a partes iguales ver cómo limpia el parque de hojas enarbolando un punzante palo)
- Identifica el paso de las estaciones a través de los cambios en el medio ambiente (Pues éste año el tiempo no se ha puesto de acuerdo con las estaciones, así que lo habrán vuelto un poco loco al pobre)
- Conoce las prendas de vestir y las clasifica según su uso temporal (pero no quiere ni oír hablar de vestirse solito)
- Se interesa por las costumbres y las manifestaciones culturales del entorno (me encanta que sienta curiosidad por las cosas que le rodean)
- Escucha atentamente los cuentos y disfruta de ellos (Doy fe)
- Se comunica utilizando el vocabulario aprendido (Es una esponja en ese sentido)
- Progresa en la coordinación y en la precisión en los trazos verticales, horizontales e inclinados (Esas rayas que me traen loca de contento)
- Experimenta con técnicas y colores de forma creativa (Es una artistazo. No hay sino ver cómo me tiene decorada la casa)
- Muestra sensibilidad e interés hacia obras de arte (escultura y pintura) de autores reconocidos (Habrá que llevarle de museos)
- Experimenta con las posibilidades sonoras de su propio cuerpo (No conocía esa faceta suya de hombre orquesta)
- Identifica y reproduce algunos sonidos del entorno ( Destaca "prrrrrrrtz")
- Identifica y discrimina cualidades del sonido: la intensidad y la duración (Si es que ya es muy mayor)
- Conoce algunos instrumentos de la familia de la cuerda y sus características (aunque sus preferidos son los de percusión, como le ocurre a casi todos los niños)
- Disfruta de las audiciones musicales (pero odia los Cantajuegos tanto como los adora su hermano)

Evoluciona en los siguientes aspectos:

- Progresa en la adquisición de hábitos de autonomía, de responsabilidad y de higiene personal (Supongo que es demasiado vago y prefiere que le hagan las cosas).
- Relata pequeñas historias o narraciones relacionadas con la vida cotidiana (los dibujos animados han hecho estragos e su visión dela realidad)
- Participa en diálogos respetando las normas de intercambio comunicativo (es de los que adoran escucharse a si mismos)
- Comprende y recita retahílas y adivinanzas (la canción de los vengadores se la sabe de maravilla. Lo que hace la motivación)
- Conoce y respeta las normas que rigen un juego (Su padre es capaz de jugar con él a cualquier cosa, pero a mí se me rebela)
- Usa de manera apropiada los materiales de expresión plástica (Demasiada nota le ha puesto si se dedica a romperlos)

Afortunadamente no tenemos ninguna materia con la calificación de Conviene Practicar.

En definitiva: Mejorables, pero buenísimas, aunque con el mal sabor de boca de su mal comportamiento rompiendo material escolar.

Me preocupa el tema de la pronunciación, pero creo que todavía hay que darle un poco de tiempo antes de ponerlo en manos de un especialista.












viernes, 22 de marzo de 2013

Asesoramiento bloguero

Toda ayuda es poca cuando tus hijos se ponen de acuerdo para arruinarte las noches. Nunca pierdo la oportunidad de recibir un consejo o alguna directriz en el tema del sueño. Y si me conviene, me falta tiempo para ponerla en práctica. Ahora he encontrado una asesora de lujo: Desiré de Duerme feliz, sin llorar. Es una persona maravillosa que se preocupa por los demás sin esperar nada a cambio. Su interés por el sueño de los bebés la ha convertido en una experta autodidacta que pone su conocimiento al servicio de la blogoesfera. Sus consejos son siempre respetuosos y coherentes con cada caso, según las distintos contextos.

He tenido el honor de ser parte de sus "Viernes especiales" en los que da a conocer un caso concreto para ayudar a través de experiencias reales a madres y padres que sufren noches de insomnio impuesto por los despertares de sus hijos. También es una forma de aprendizaje práctico para ella que no para de formarse para escribir con conocimiento de causa.

Estoy segura de que gracias a su ayuda y pautas conseguiremos que Iván acabe cogiendo un ritmo saludable de sueño.

Muchas gracias Desiré por preocuparte con tanto cariño de nuestros bebés.


Dos manitas chapucillas

Daniel decidió de repente que la casita de juguete necesitaba unos arreglillos y se puso manos a la obra con su caja de herramientas. Iván no tardó en imitar a su hermano que, al principio, vio con malos ojos la intrusión, pero poco a poco fue aceptando la ayuda de su hermano. Entre los dos dejaron la casita niquelada a mamporrazo limpio.

Y una vez arreglada ya la podían disfrutar. Les encanta meterse dentro a leer, jugar, saltar y hacer el brutito.

Me encanta verlos jugar juntos.