jueves, 26 de diciembre de 2024

Navidad negra, calendario de adviento: días del16 al 25 de diciembre

¡Última etapa de nuestro calendario de adviento, Navidad negra! En este post se desvelan tooodos los misterios. Pasen y lean :)

Día 16: Las fieras han notado que algo no iba bien desde el mismo momento en el que abrieron los ojos. No necesitaron leer la nota del agente García para saber a ciencia cierta que había algo en las puertas de sus habitaciones fuera de lo normal. ¡Un cutre campo de fuerza que se veía a kilómetros!

Muy mal asesino misterioso. Esta vez no te lo has currado nada para hacer aparecer la trampa. Los peques no tuvieron ningún problema en sortearlo y preservaron todas las vidas que les quedaban. Seis vidas Iván y cinco Daniel.

Día 17: Nuestro aliado del Polo Norte sí que sabe hacer regalos. Le ha dejado a las fieras unas farolas luminosas ahuyenta fuerzas malvadas en el buzón mágico.

Son monísimas y quedaron genial en nuestro Belén.

Día 18: Ayer fue un día muy tranquilo. El poder de las farolas funcionó muy bien, así que el agente García ha decidido reforzar nuestras barreras defensivas con unas extrañas bolas navideñas.

Nos ha pedido que las colguemos en el árbol para potenciar su efecto y eso han hecho las fieras. Le dan un toque inquietante, pero si funcionan...  ¡quienes somos nosotros para cuestionar a nuestro amigo mágico!

Día 19: Ya decíamos nosotros que esas bolas eran muy extrañas. El maldito asesino las había cambiado por unas malditas y nuestro árbol de Navidad se están llenando de pinchos. ¡Qué miedo!

Día 20: El agente García nos ha pedido que quitemos las bolas malditas del árbol sin tocar los pinchos, algo imposible porque cada vez surgen más y más, con lo que los peques han perdido otra vida. Eso sí, han quitado las bolas y , siguiendo instrucciones de nuestro amigo, las han guardado en un cajón. 

Por fin nuestro árbol de Navidad dejará de ser pinchudo. O, al menos, tan pinchudo, porque con sus propias ramas ya tiene mucho peligro.

Día 21: El asesino vuelve a atacar. Ha conjurado a la oscuridad más absoluta y esa noche nos tocó buscar, entre tinieblas, las velas mágicas que neutralizarán su hechizo.

Afortunadamente, tuvimos suerte y la fiera pequeña encontró las cuatro velas. las encendimos y justo llegó la fiera mayor de una quedada con sus amigos para cantar a voz en grito todos los villancicos que se nos ocurrieran y romper de una vez por todas la oscuridad absoluta que amenazaba con absorbernos.

Día 22: Nos hemos encontrado un montón de chuches en el buzón mágico. Nos las envía el agente García para que aojamos fuerzas para lo que se viene. ¡Qué miedo!

Día 23: Hoy nos encontramos, nada más y nada menos, que una tabla Ouija en el buzón mágico. Pero no una tabla normal, una navideña para obligar al asesino a hablar con nosotros. Con esto ya queda claro que, sea quien sea, no está vivo.

Iván le hizo unas preguntas interesantes, como, por ejemplo, si era algún villano que ya hubiera aparecido antes en otro calendario de adviento (No), si había existido de verdad (Sí), Si estaba realmente interesado en matarlos (SIIIIII). Fue espantoso y terrorífico.

De repente, la tabla se puso a temblar y debajo de ella aparecieron unas crípticas palabras escritas en saaangre (o al menos en tinta roja): Thelema. ¿Qué pueden significar? Google nos lo dijo y, por fin, averiguamos la identidad del villano: Aleister Crowley, el mago negro.

Día 24: En vista de que andamos más perdidos que un elefante en el Ikea, ha tenido que intervenir el jefazo del Polo Norte. Nos ha dejado en el buzón mágico una nota con su puño y letra explicándonos cómo expulsar definitivamente al espíritu que nos acosa.

No perdimos el tiempo he hicimos el ritual, que consistía en usar la Ouija navideña, un objeto que haya tocado el asesino y su nombre. Las fieras tuvieron que volver a buscar en google quién era el asesino porque no se acordaban. Una vez todo listo, nos pusimos manos a la obra, pero los peques fueron unos vagazos y gritaron el nombre al más puro estilo de Ash Williams en el ejército de las tinieblas. El espíritu se carcajeó de ellos con voz de ultratumba y les hizo perder otra vida. ¡Menos mal que les quedaban todavía! 

Como no era cuestión de morir tan cerca de la Navidad, decidieron currárselo un poco más y en el segundo intentó gritaron el nombre correcto, con lo que el espíritu fue expulsado entre aullidos de rabia e impotencia. Lo habían conseguido. ¡Habían sobrevivido a la Navidad y expulsado al ser maligno que los amenazaba!

Día 25: Además de sus regalos por haber sido buenos, las fieras recibieron una última sorpresa en el buzón mágico junto con dos preciosas notas del agente García y papa Noel.

¡Ya podíamos disfrutar del resto de las fiestas tranquilos!

Aunque echaremos de menos al agente García. Y, si me apuráis, también las trampas de Aleister Crowley ;)

Anteriores posts del calendario de adviento "Navidad negra":

Del 1 al 8b de diciembre

Del 9 al 15 de diciembre


Si alguien quiere el calendario que me escriba a dacilm@yahoo.es y se lo envío con las notas editables en photopea para ajustarlo a la medida de sus fieras :)

lunes, 16 de diciembre de 2024

Navidad negra, calendario de adviento: días del 9 al 15 de diciembre

Continuamos sobreviviendo día a día a los ataques del asesino que se nos ha colado en casa por mandato de los peores villanos de la Navidad, hartos de que las fieras salven las fiestas año tras año. El calendario de la Navidad Negra está dando muchos momentos divertidos porque estos peques (adolescentes, mas bien) no son nada impresionables.

Día 9: El asesino estaba agotado después de invocar a tremendo primigenio en nuestro salón del que sólo han quedado los tentáculos. Por cierto, siempre en medio y restándonos puntos de cordura, como se espera de un bicho como él. Este día el agente aprovechó el descanso para dejarnos una pista sobre la identidad del criminal que busca nuestra ruina. Desgraciadamente, el símbolo que nos ha mostrado no nos suena de nada.

Día 10: Las fieras se levantaron todavía con el ojo pegado y se encontraron con una pesada sorpresa esperándoles en la puerta del baño (menos mal que se levantan a distintas horas y pude prepararlo para ambos). 

Un bastón de caramelo gigante se precipitó sobre ellos. Otra vida menos. Afortunadamente era inflable y los daños fueron un mero sustillo. Daniel llegó a pensar que yo le había golpeado. ¡YO! Que tendré que ver con esta terrible situación que nos asola. Creo que me confunden con el maldito asesino y no sé por qué.

Me fui a trabajar, mientras usaban los bastones para hacer luchas épicas entre ellos. De lo que me enteré después es que cayeron sobre una pobre víctima colateral del calendario, su inocente padre, que dormía plácidamente hasta que las fieras lo despertaron a bastonazos muertos de la risa.

Día 11: En vista de la situación y de los indicios de lo que se viene, el agente especial de la Navidad ha decidido cubrirse las espaldas y hacer firmar a las fieras unos papeles de exención de responsabilidades para evitar posibles demandas futuras por accidentes, asesinatos u otros eventos más o menos catastróficos. 

Para evitar problemas, les regaló unos bolis chulísimos, no vaya a ser que el asesino nos la líe con unos bolis trampa.

Día 12: ¡Electrocución! Mis niños han encontrado unas luces Navideñas ocupando gran parte de la puerta de acceso al salón. 

El pequeño la ha esquivado porque ya se olía algo turbio, pero el mayor las ha apartado con la mano y para dentro, con lo que se ha electrocutado, un vida menos. 

La idea era poner una cortina de luces imposibles de esquivar, pero eran imposibles de desenredar antes de que se  levantaran los churumbeles, así que tuve que dejarlo a medias, digo... el asesino, el asesino. Y, claro, el pequeño se libró con bastante facilidad. Que injustissssia.

Día 13: ¡Envenenamiento! Resulta que los bombones que nos regalaba el agente de la Navidad habían sido manipulados por el malvado criminal sin escrúpulos que  intenta matarnos y ahora las fieras se hincharán, se hincharán, se hincharán... hasta estallar. Ya se encontraban bastante hinchados ya. Pensábamos que era por las comilonas navideñas, peor ¡no! Ahora hemos descubierto que era cosa del asesino. ¡Cuanta crueldad!

He tenido que ir al supermercado urgentemente para buscar los ingredientes del antídoto que nos ha facilitado el agente García para anular lo antes posible los efectos de los bombones malditos.

Día 14: Las fieras siguen envenenadas. Resulta que el asesino, el muy pillo, cambió las instrucciones del antídoto del agente García por la receta de una bebida típica navideña. No se puede negar que tiene sentido del humor...¡negro! 

Nuestro aliado en el Polo Norte nos ha escondido las instrucciones del antídoto por la cocina para evitar nuevos cambiazos. 

Las fieras han tenido que buscar todas las partes escondidas y hacer el antídoto por fin para no seguir hinchándose hasta explotar. Afortunadamente ¡lo conseguimos! Otro intento de asesinato que se queda en intento.

Día 15: El agente García les ha regalado a las fieras unas jarras antiveneno para evitar nuevos envenenamientos. 

Además, les ha asegurado que los bombones están pasando un estricto test de calidad antes de llegar a sus bocas. ¡Cómo les cuida!

Ya queda menos para que llegue Navidad. ¿Conseguirán las fieras sobrevivir?

lunes, 9 de diciembre de 2024

Navidad negra, calendario de adviento: días del 1 al 8 de diciembre

Todas las navidades les preparo a las fieras un calendario de adviento que siga alguna pequeña historia, juego o actividad divertida. Lógicamente, el argumento suele versar sobre una aventura para salvar la Navidad de las garras del villano o villanos de turno: el Krampus, el Grinch, Pilatos, el rey de los ratones... Así que en estas fiestas se me ha ocurrido que si yo fuera un villano navideño me habría dado cuenta del problema en la ecuación hace mucho tiempo. Eliminamos a los héroes, barra libre para destruir la Navidad. Así que de eso va el calendario de adviento de este año: ¡de asesinatos y supervivencia! Lo he llamado "Navidad negra", para que no haya ninguna duda de lo que van a encontrarse. Además de los tradicionales bombones, por supuesto. Si no hay bombones, la vida que peligraría sería la mía.

Día 1: El buzón mágico de las navidades pasadas ha vuelto, aunque, en esta ocasión, su decoración alegre se ha tornado en una más inquietante. Dentro, las fieras se encontraron con el mensaje de ambientación. Cuidado héroes, o no llegaréis vivos a la Navidad. No saben quién les está advirtiendo. ¿Será amigo o enemigo? El caso es que ha aparecido el bombón de turno. Menos mal. No las tenían todas consigo porque el año pasado el rey del las ratas logró robarles algunos (LA CRUELDAD). Así que ya están felices con su chocolate y no le dan más vueltas al asunto. Eso sí, lo del recuento de vidas les tiene un poco moscas.

Día 2: Las fieras amanecen congeladas. Alguien ha metido cubitos de hielo de plástico en sus camitas. Daniel asegura que sintió como le tocaban niños de dedos muertos e Iván se levantó muy enérgico para hacerme saber que el sueño es muy IMPORTANTE. Y a mí que me cuenta. Eso que se lo diga al asesino. ¡Al culpable de todo esto! No a su inocente mamá, a la que ambos churumbeles querían llenar de hielos, quién sabe por qué. El caso es que se tuvieron que restar una vida y eso les sentó fatal.

Afortunadamente, se aplaca la ira de las fieras cuando abren el buzón mágico y encuentran los calcetines peludos, gustosos y calentitos que les envía en agente especial de la Navidad para que se recuperen del susto. Les faltó tiempo para estrenarlos. También les aconsejó que se anduvieran con mil  ojos porque se acercaban peligros inconmensurables.

Día 3: El desafortunado consejo del agente especial de la Navidad atrajo la atención del monstruo de los mil ojos, que esa misma noche comenzó a manifestarse. 

Los peques no entendían por qué aparecían ojos de repente en sitios extrañísimos. Al abrir el buzón al día siguiente les llegó la explicación. El monstruo de los mil ojos se estaba materializando en la casa con claras intenciones de devorarlos. Su misión consistía en acabar con todos los ojos antes de que aparecieran las bocas y recibieran letales mordiscos. Iván se afanó en encontrar todos, y casi lo consigue, pero se le escapó uno muy chiquitito que apareció cerca de la escultura del nacimiento. Le dio mucha rabia, porque hasta había dado con uno casi imposible para él. Estaba en la persiana y ¡él nunca baja la persiana!

Daniel no se esforzó tanto. Dejó que su hermano trabajara por él, pero los de su habitación se les encomendaron a él y no le quedó otra que ponerse manos a la obra. También se le escapó uno, que también estaba estratégicamente colocado teniendo en cuenta su debilidad. Así como Iván nunca baja la persiana, Daniel muy pocas veces la abre, ya que piensa que se le ve desde la calle (y no hay manera de convencerle de lo contrario). Ese fue el ojo que escapó de su caza.

Como no lograron el objetivo, al día siguiente se tuvieron que restar otra vida y les apareció una herida misteriosa en la piel (un tatoo que les dejé elegir). Bueno, le apareció a Daniel porque, así como a Daniel le hizo mucha gracia lo de la calcomanía, a Iván le horrorizó y expresó su ferviente negativa a ponerse nada en la piel, ni aún en los lugares más escondidos, con mucha vehemencia. Y como este juego es para pasarlo bien, la herida de Iván sólo la vemos nosotros con la imaginación y ya está. ¡Pero la vida se la quita igual! Muaaahahahaha.

Día 4: Parecía que no podría haber nada tan horrible como el ataque del monstruo de los mil ojos, pero estábamos equivocados. El día comenzó con otra advertencia del agente especial de la navidad sobre una terrible invocación que estaba preparando nuestro asesino. tal era el peligro que nos aconsejó que huyéramos por unos días hasta que se pasaran los efectos del ritual de invocación. Para evitar que el asesino localizara nuestro paradero, les regaló a las fieras unos talismanes en forma de bola de cristal con nieve. Ese día partimos rumbo a Covarrubias a pasar unos días con mi hermana, mi cuñado y mi sobri sin sobresaltos ni intentos de asesinatos.

Día 5, 6 y 7: Nos llevamos el buzón mágico al pueblo y, gracias a eso, se fuimos recibiendo los bombones diarios e indicaciones del agente especial de la Navidad, que nos aseguraba que nuestra casa era un caos de locura, destrucción y tentáculos. Menos mal que no estábamos allí porque no hubiéramos sobrevivido a tan bestial ataque. En el buzón aparecía un bombón más para mi sobri, que estaba encantado con el chocolate diario.

Día 8: El domingo, por fin nos comunicó el agente especial que podíamos regresar al hogar con un mínimo de seguridad, aunque debíamos tener cuidado con las reminiscencias primigenias que aún perduraban en el ambiente. En cuanto traspasamos el dintel de la entrada de nuestra casa vimos a qué se refería. Había varios rastros del bicho que nos había visitado por todo el salón. Desafortunadamente, las fieras lo tocaron y se tuvieron que restar otra vida.

Dieciocho días para Navidad y siete vidas. ¿Lograrán sobrevivir?