domingo, 28 de agosto de 2011

La abuela Matilde viene a cuidar de Daniel

La abuela Matilde me ha hecho un grandísimo favor. Ha retrasado su vuelta a Las Palmas (perdiendo el billete que tenía y comprando otro) para pasar unos días con nosotros en Madrid.

Le pedí auxiliuo cuando me dijeron (tarde) en la guardería que las clases no empezaban hasta el día cinco de septiembre. ¡Tenía dos días laborables en los que no sabía que hacer con Daniel! Raúl trabajando, yo trabajando, mi suegra trabajando... ¡Mamá! y mi madre acudió en mi ayuda. Ella no trabaja, pero tiene muchas responsabilidades en Las Palmas. Cuida de mi sobrina Natalia cuando sus padres no pueden, de Apple, la perrita de mi hermana cuando ésta está de viaje de trabajo, de su propio perrito, Tapón... ¡Vamos! Que todos echamos mano de ella. Menos mal que se presta encantada a quitarnos pesos de encima.

El caso es que mi hermano la trajo a Madrid en coche porque él y su hija iban a coger un avión desde Barajas. Y allí la recogió Raúl para traerla a mi casa y solucionarme esos dos días descolgados. Afortunadamente se quedó desde el 27 de agosto hasta el tres de septiembre y pudimos disfrutar de ella unos días.

Daniel estuvo encantado de tenerla con él, sobre todo porque dormía con ella y siempre es agradable tener compañía en la habitación para que le dé la mano en mitad de la noche. "Abuela ¡mano!" le soltaba de repente. Y la abuela le cogía la manita con gusto. Parece ser que hicieron muy buenas migas y cuando yo no estaba se portaba con ella estupendamente. Así me lo contaron unos vecinos que los vieron. "¡No parecía tu hijo!" comentaron sin maldad. Si es que a mi me torea como quiere... Y eso que me pongo dura, pero él como quien oye llover.

Cuando se vaya la abuelita Matilde la va a echar muchísimo de menos. Ahora se pasan todo el día juntos jugando, cantando y de una lado para otro.

2 comentarios:

  1. Pues sí, pero por otra parte tenemos casa en Gran Canaria para cuando queramos. Y ella en Madrid. Todo hay que mirarlo por el lado bueno.
    Estoy intentando convencer a toda la familia para que se vengan a vivir aquí, pero me temo que no estoy teniendo mucho éxito. sight.

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