miércoles, 9 de noviembre de 2011

La enfermedad silenciosa

Hoy ha tocado revisión del cardiólogo. Hemos ido prontito porque no sabíamos dónde era la consulta. La sala de espera estaba llena de gente y había un follón montado que ni te quiero contar. Ni siquiera era una sala de espera sino un pasillo. Allí nos hacinamos los que acudíamos al cardiólogo y al traumatólogo.

Tardaron muchísimo en llamar a Iván. Menos mal que el pequeñín estaba profundamente dormido y ni se enteró de la espera. De hecho, no le hizo gracia cuando por fin nos hicieron pasar para hacerle la ecografía y empezamos a manipularle para desnudarlo. Se puso a berrear como un descosido. Las enfermeras y los cardiólogos tuvieron mucha paciencia con él e hicieron cuanto estuvo en su mano para calmarlo. Le dieron suerito para engañar su hambre, le mecieron, le acariciaron, le dieron palmaditas en el culete, pero nada. Iván no cerraba la boca. Finalmente decidieron que lo mejor sería que yo le alimentara, así que saqué el biberón que había preparado por si acaso y se lo enchufé. No había bebido ni 30 mililitros cuando apareció una enfermera para reanudar la eco. Es normal porque habían otros niños esperando. La hicieron como pudieron, aprovechando los momentos de calma del bebé, que eran pocos. Al final teníamos siete personas alrededor del chiquitín comentando sobre su caracter y su corazón.

Aún no habíamos terminado cuando vinieron a por él para hacerle el cardiograma. El chiquillo siguió berreando en la siguiente prueba y eso que la enfermera le echó muchas flores. Los recién nacidos no saben de elogios y siguió llorando un buen rato más.

La verdad es que veías las marquitas en su piel y te entraba una angustia irracional. Yo sé que no le habían hecho daño en ningún momento y que las marcas se le quedaban porque todos los niños de su edad tienen la piel más sensible, pero no podía evitar acariciarle suavemente dónde tenía las señales.

Por fin nos hicieron pasar para hablar con el cardiólogo jefe. Malas noticias: el peque ha empeorado. Todo dentro de lo que ya sabíamos. Afortunadamente hemos podido esperar a que saliera de su primer mes de vida, pero la intervención es inminente. Al chiquillo no se le nota nada la afección porque esta enfermedad es como el colesterol: silenciosa.

El facultativo nos informó que de que presentaría el caso de Iván al consejo de cardiólogos el jueves y que ya nos avisaría de su decisión. Probablemente le meterán un cateter con una bolita que inflarán en la válvula para ensanchar la cavidad.

Sólo de pensar en que van a intervenir a Iván se me viene el mundo encima. Lo cierto es que cuando salí de la consulta me puse a llorar amargamente, a pesar de los ánimos y palabras cariñosas de Raúl. Ese día lo pasé realmente mal, deprimida y acongojada, aunque sonriendo para que Daniel no notara nada.

Hoy ya me encuentro mejor. Lo importante es que esto tiene solución y que vamos para adelante. Sobre todo, hay que centrarse en que el niño parece rebosar salud. ¡Está tan gordito!

9 comentarios:

  1. Animo!! debe ser terrible..no se que decirte para animarte, imagino que en estos momentos nada consuela la preocupacion..
    un beso fuerte animo, y todo va a salir bien
    para lo que necesites ya sabes donde estamos
    besos

    ResponderEliminar
  2. mucho ánimo y fuerza!! todo saldrá bien!!
    el nene está precioso!! besos y cuenta con nosotros

    ResponderEliminar
  3. Te entiendo perfectamente porque yo también he pasado por ahí. Espero que todo salga bien y que dentro de unos meses sólo tengas más que un mal recuerdo de todo eésto.
    Ánimo. Tienes un niño precioso.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias a todos. la verdad es que estamos bien de ánimo por lo que siempre digo de que al chiquillo se le ve muy saludable. Nadie nos quita la espinita de que algo malo le pasa a tu bebé, pero, dentro de lo que cabe, somos muy optimistas.

    Mistrucos para educar, me alegro que tu caso se resolviera bien (o eso entiendo por tus palabras y espero que así haya sido) y que ahora sea todo un mal recuerdo. Ojalá yo también lo pase de una vez y se quede en el pasado. La espera es horrible. Aún no nos han llamado de cardiología. Qué poca calidad humana ¿no?

    ResponderEliminar
  5. Muchísimo ánimo a todos! Va a salir todo fenomenal, ya lo verás!

    ResponderEliminar
  6. Te he dejado dos premios en mi blog, pasate a recogerlos:

    http://instantesquesecruzaneneltiempo.blogspot.com/2011/11/2-premio.html

    http://instantesquesecruzaneneltiempo.blogspot.com/2011/11/1er-premio.html

    ResponderEliminar
  7. reina... leo esta entrada y me dan ganas de ir con un borrador para eliminar todas las cosas que no deseamos que nos pasen nunca. (Empiezo a ver demasiados dibujos.) Sacar las fuerzas es dificil, y hacerlo además disimulando para que Daniel no se de cuenta... no quiero imaginarlo. Lei en un libro que las energia positiva llega a quien tu quieres si te lo propones de verdad. No sé cómo hacerlo, pero cmo me acuerdo de ti, te mando mis mejores pensamientos y deseos.

    ResponderEliminar
  8. animo guapa veras lo bien que va a salir todo y lo bien que va a estar Ivan despues,aqui estamos para apoyarte

    ResponderEliminar
  9. Muchísimas gracias. Me reconforta saber que os preocupáis. Y gracias por los premio Jesús. Me eencantan.

    Lo más difícil es aparentar tranquilidad delante del hermano mayor. De todas formas, creo que se da cuenta por mucho que yo intente disimular.

    ResponderEliminar

Me encanta saber lo que piensas.