¡Por fin! Por fin me he dado el primer baño del año. ¡Pero si ha estado yendo a la piscina todo este tiempo! pensaréis. Pero a la de bebés. Y allí sólo me refresco los pies y me doy duchas de vez en cuando, pero está prohibidísimo que los padres se tumben cual largos son dentro del agua. Me parece bien, porque es para el disfrute de los más pequeños.
No quiero ni acercarme a la piscina grande para que Daniel no se acuerde que está ahí. ¡Qué peligro! Así que hoy, cuando hemos ido a la piscina de la comunidad de mi suegra, y a pesar del viento fresquito, no he podido resistirme a la tentación de dejar los niños a cargo del papi o la abu y tirarme de cabeza al agua. ¡Que gusto!
Daniel también se lo pasó pipa jugando con su padre en la piscina. A Iván no le bañamos porque tiene una tos muy fea y no quiero que se le agrave. El día no acompañaba mucho. A pesar de todo lo pasamos muy bien.
Si es que todo llega mujer. Al final te has mojado la barriga, ja, ja, ja...
ResponderEliminarBesotes.
Que placer eh??? Me encanta!! Y bien que te lo mereces eh??? Besitos, a disfrutar del agua y que se mejore el peque.
ResponderEliminarDavid guapo, la barriga, los pies, la cabeza... ¡Todo, todo, todo!
ResponderEliminarRocío, Gracias, le verdad es que me vino muy bien ese momento de relax.Iván está mejor, el calor le está sentando fatal al pobre :(
Me alegro de que lo hayas disfrutado, que tú también lo merecías... Besotes.
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