sábado, 30 de junio de 2012

¡Piqué! Pero nunca más santo Tomás

El viernes pensaba pasar una tarde tranquila en casa porque Daniel había dado muestras de estar cansado el día anterior, pero me llegó un mensajito de publicidad al móvil que me pareció muy interesante. En el Imaginarium de al lado de mi casaiban a hacer actividades, cuantacuentos y pintacaras. Me pareció un plan tranquilo y a la vez diferente y divertido, a´si que recogía a los deo peques de la guardería y me fui a la famosa tienda.Se suponía que empezaban a las cinco, pero el lugarestaba lleno de clientes, pero ningún animador. Pregunté y me aseguraron que empezarían "en cuanto llegara algún niño más". Entonces no les importará quer el niño les destroce la tienda mientras tanto. ¿Cómo mantienes a un niño a raya en una tienda de juguetes? ¡Imposible! Cómo eran ellos los que no cumplían con los anunciado dejé que Daniel toqueteara los juguetes de exposición a su antojo. Aunque sin maltratarlos o cambiarlos de lugar. Los quería todos y me tocó luchar con él un buen rato mientras maldecía a los de la organización del evento. Al final me pidió una ambulancia y un camión de bomberos de madera de oferta preciosos y claudiqué. Me juré a mi misma que era la última vez que llevaba al enano a una actividad celebrada en tan tentador espacio. Cuando consiguió lo que quería volvió a centrarsu atención en probar todos y cada uno de los juguetes que encontraba a su paso.

Al rato debieron pensar que les salía a cuenta mantener entretenido a mi monstruito y le sacaron ceras y un dibujo del ratón estrella de su colección. Al peque le duró un segundo la diversión, pero Iván se lo pasó bomba. Le senté en la mesa para que jugaracon las ceras. Poco después empezaron a llegar unos pocos niños y decidiero que era el momento de la aparición estelar del ratón. Un pobre empleado apareció embutido en un peludo disfraz de Kico Nico. Los chiquitines estaban encantados. Sobre todod el mío y otra niña, más o menos de su edad. No paraban de abrazar y dar besos al personaje. Mi chico estaba entusiasmado. Incluso le enseñó el camión de bomberos y le llevó el dibujo que había coloreado. También hubo atenciones para el pequeño Iván por parte del dependeiente disfrazado. Lo abrazó con delicadeza y el bebé, lejos de asustarse (que ya es raro), le regaló una amplia sonrisa.

El ratón entraba y salía del mostrador, con lo que habían muchos tiempos muertos, así que mi hijo acabó cansándose y pidiéndo que nos fuérmamos a casa. Justo en ese momento una chica se puso a contar un cuento. Me costó horrores que Daniel se sentara a escucharlo. La cuentacuentos era otra empleada de la tienda y, aunque ponía todo su empeño, no lograba captar la atención de los dos chiquitines que tenía de público. El respetable decidió que era más divertido desmontar la alfombra puzzle que habían colocado para el evento.

La dependienta demostró ser muy lista cuando les dijo que is qiería que saliera de nuevo Koco Nico tenían que volver a colocar la alfombra de nuevo. Y allí estaban los dos pequeñajos colocando piezas y círculos mientras exclamaban el nombre del muñeco. El ratón salió a saludar y volvió a haber otra sesión de sentidos besos y abrazos. Les regalaron un globo a los dos chiquillos. Me pareció un poco cutre porque se habían acercado más niños y no hacían amago de sacar más. Yo, por mi parte, les pedí otro para Iván. Me sacaron el más pequeño que pudieron encontrar. ¡Después de haberme gastado el pastizal! No tiene vergüenza. La que se estaba cansando de tanta tontería era yo. ¿Una porquería de cuento y un dibujo para colorear? Y.. ¿el pintacaras y todas esas actividades divertidas que prometían en el mensajito de la promoción? Nada de nada. Le dije al niño que despidiera del ratón y nos fuimos a casa. Por lo menos los peques sí que se lo habían pasado bien. Y eso es lo que importa.

Daniel estuvo toda la tarde jugando con su ambulancia y camión de bomberos de madera. ¡Le encantó! Usaba los muñecos de Lego para montar sus propias historias. Sólo se fue a la cama cuando le prometimos que mañana tendría toda la mañana para jugar con los juguetes nuevos. Y eos que estaba realmente agotado.

9 comentarios:

  1. Menudo timo. Yo creo que era una forma de atraer a niños, ya sabes si entran en esa tienda algo comprarán no? Por lo que lo veo un poco cutre. Al menos hicisteis algo diferente.
    Besos

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  2. Me he visto muy reflejada en tí cuando piensas tanto en el peque, en si está demasiado cansado y todo eso. Cuántas veces he pensado lo mismo y luego ellos te sorprenden con unas cuántas horas mas de cuerda, sobretodo cuando están entretenidos. Eso si, cuando caen, caen!
    Echaré un vistazo a la ambulancia y camión de bomberos, llevo tiempo buscando una ambulancia y ninguna tienda parece tener. Con lo que les gusta a los niños!!
    Un besote

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  3. joer... eso es salir pa ná que diría mi suegra ejjeje, es que es dificil tenerlos controlados cuando les has prometido el fieston del siglo. Pon un reclamación!! se la merecen!! AL menos hubieran dado una explicación, ya les vale!!

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  4. ¿Se lo pasaron bien los peques? Pues ya está mujer, de eso se trataba, ja, ja, ja....

    Son listos los "joíos" estos del imaginarium. Menos mal que la más cercana queda a kilómetros...

    Besotes.

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  5. Esas estafas ponen a uno de muy mala leche. Menos mal que los pekes en su inocencia no suelen percatarse.

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  6. Nik Neuk, estoy de acuerdio. Los niños siempre te van a pedir algo. Y yo fui tan tonta que no cai.

    Yaneth, la verdad es que son verdaderas cajas de sorpresa. Te he incluído una foto con los camiones. La ambulancia es genial. Tiene la silla de ruedas, el mañetín del médico, la camilla.... Es preciosa, pero cuesta 30 eurazos. Un pastón.

    Marietta, por eso me hice un poco la longuis en latienda cuando lo normal es que esté encimísima "Daniel no toques eso, suelta eso, recoge lo que has tirado". No puedes pedir peras al olmo a chiquillos tan pequeños. De todas formas el imaginarium asume las travesuras de los niños. Afortunadamente.

    David guapo, la verdades que sí. Se lo pasaron muy bien, pero me fui de ahí con un agujero importante en el bolsillo. por eso prefiero otras actividades menos comerciales.

    Aroa, Martiño y su abu, no te imaginas. A mi la espuma me salía por la bocacuando vi que no hacían nada porque había pocos niños, ¡pero bien que te cobraban los juguetes!

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    1. Pues si que es una pasta si, quizás se lo compre para su cumple que es en Agosto, se que le gustaría muchísimo eso es lo bueno. Vamos, que amortizarlo lo amortizará seguro!. Besos

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  7. jejejeje pero si son niños normal que pidan jejeje si me vieras a mi cuando voy a hacer la compra,ellos van con su carro idenpendiente :-)

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  8. Qué lissstos con esto del Marketing. Si es que hay que andar con mil ojos. Un besote!!!

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