Imaginaos un día de cole normal. Llegamos a las escaleras del edificio de los mayores y donde debería estar la fila de la clase de Daniel no hay nadie. "¡Yujuuuu! Soy el primero" Exclama el niño entusiasmado. Pero de repente, otro peque baja las escaleras disparado y aclara que el ha llegado antes, pero que estaba en lo alto de la escalera. Los dos se miran a los ojos con inquina y se enzarzan a puñetazos y tirones.
Evidentemente, como madre de uno de los implicados no puedes irte a dejar al otro chiquillo en el edificio de los pequeños y dejar que se maten. Los separé y me dispuse a intentar arreglar el problema. Misión imposible. Los dos estaban erre que erre con que tenían la razón. Y yo no podía ponerme de lado de nadie. Mi hijo me miraba decepcionado por no apoyarle completamente, pero no hubiera sido justo sin que el otro chiquillo tuviera a su madre a su lado.
Por su parte, Iván se rebullía entre mis brazos deseando ir a su clase y sin entender que pasaba. "¡¡Pero que mas da ser el primeroooo!!" Exclamé agobiada viendo que en cuanto me daba la vuelta, los dos implicados volvían a retomar el lenguaje de los tortazos. "Porque el primero le da la mano ala profe" me explicó compungido el compañero de clase de Daniel. Lo que a nosotros no puede parecer una tontería, para ellos es lo más importante del mundo, así que hay que ponerse en su lugar.
Visto, lo visto. No me quedó más remedio que quedarme con ellos hasta que apareció su maestra. Le dije a grandes rasgos que habían llegado a la vez y se disputaban el primer puesto porque no tenía tiempo para entrar en detalles. Gloria los miró con cariño y les dijo muy dulcemente que si había pelea los dos iban a acabar en la cola. Los dos le devolvieron una mirada vidriosa y creo que al final les dio la mano a los dos. Pero no estoy segura porque en ese momento sonó la campana que indicaba el inicio de las clases y me tocó correr al otro edificio para dejar al más chiquitín.
Conclusión: creo que he decepcionado a mi hijo y a su compañero por partes iguales y metido en una situación un poco tensa a su profesora. A eso nos llevan las buenas intenciones a veces...
Nota: Después de escribir este post le pregunté a mi hijo sobre el tema y me encontré a la madre del otro niño. Por lo visto acabaron los dos a la cola de la fila. Según Daniel, él obedeció de inmediato y, según la madre del otro niño, el compañero la lío parda y casi se escapa del cole. Luego estuvo todo el día llorando. Pobrecito. Si yo hubiera sido mi hijo, y le conociera, le hubiera cedido el primer puesto para que no se llevara el mal rato.
Es un poco difícil a veces, sobre todo porque a no ser que sea algo excesivamente "cantoso" una intenta no tomar excesiva parte x su hijo e intenta ser lo más diplomática posible (incluso justificamos un poco a otros niños). A mí tb me pasa que mi hijo me mira con cara de "defiéndeme ante todo"... Ains, qué complicadas las cosas a veces :S
ResponderEliminarSíiiiii, muy complicadas, pero no intervenir también es imposible snif snif
EliminarAsí es , una se debate entre ser justa y equilibrar , y el defender a tu cría cuán leona,jaja. Yo como tú , intento poner paz y equilibrar la balanza , atendiendo a las razones de cada cual , a no ser que sea una situación diferente donde haya un atropello o abuso sólo de una parte.¡Qué Gran Premio :coger la mano de la profe!. Ella tenía que haberle dado una mano a cada uno y darles la oportunidad antes de ponerles al final de la cola y sabiendo que tiene tanta importancia para ellos , rotar y que toque cada uno un día. Tan sencillo para evitar discusiones y peleas.
ResponderEliminarConfieso que yo pensaba que mi hijo tenía razón, porque aunque el otro niño hubiera llegado primero, no estaba en la cola. Es cómo si voy al supermercado hago mis compras y cuando llego a la cola de la pescadería digo"Yo llegué hace una hora, así que el que no haya llegado antes de esa hora que se coloque detrás de mí. Pero, aún así no me parecía justo apoyarlo estando el otro niño sólo. ¡Pobrecito! El chiquillo también estaba seguro de que tenía la razón. En cuanto a la profe, entiendo lo que hizo. Si tiene puesta esa norma, como hagas una excepción todos los niños se quedan con la copla y luego te exigirán ceder en ocasión en plan "Pues a Daniel y a X les diste la mano a los dooooooos..." Son taaaan listos ;)
EliminarPobres... Aunque yo de haber sido la profesora les hubiese dicho que no se peleasen que tenía dos manos...
ResponderEliminarTienes razón, pero tambiñen entiendo a la profe que tiene que tener una mano libre para abrir, al menos una puerta, que yo sepa. Y cómo se le presente un día la misma situación con tres... a ver que hace!! Porque les va a parecer superinjusto que a dos les diera la mano y a ellos no, etc... Es que los niños son taaan listos que si se pone una norma hay que seguirla a rajatabla o luego te buscan las vueltas. Lo digo por experiencia jajaja Ya sabes que yo soy una mamá blanda
EliminarDesgraciadamente estoy pasando por una situación muy desagradable parecida. Mi hija de 8 años y su amiga se pelean por la atención de otra niña. LA madre de la otra niña acusa a mi hija de hacerle la vida imposible y mi hija lleva sufriendo varios meses los desplantes de la niña en cuestión. Son cosas de niños pero......
ResponderEliminarBuf! Vaya papelón. En esas situaciones es que yo no sé ni que hacer. Aunque si la otra niña tiene a su madre de su parte está claro que me pongo de lado de la mía, pero aún así. Hay que ir con pies de plomo, porque enseguida te sueltan "Tu no lo entiendes" y ya la hemos liado intentando ayudar. El año pasado mi hijo sufrió una crisis de amiguitis. Me explico: Quiero que fulanito sea mi amigo, pero él no me quiere y yo sufrooooo. Pues se me ocurrió decirle que si él no quería ser su amigo entonces no merecía ni el más mínimo esfuerzo por su parte y no veas la que me montó por ser una insensible. Es que es muy difícil ver las cosas desde sus puntos de vista.
EliminarMuchas suerte. Espero que pronto se solucione el problema y tu hija encuentre amigas de verdad que valgan la pena.
Duele ver a un niño sufrir pero deben saber la realidad de la vida y que no siempre se puede conseguir lo que uno quiere.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, pero, a veces los veo tan egoistas. Es decir, el otro niño llega casi siempre el primero, no le costaba dejarle el puesto un día a Daniel. Por otro lado, obviamente era mas importante para ese niño ser el primero que para Daniel, porque el primero se sintió mucho más fristrado y el segundo se fue a la cola tan tranquilo. Daniel podía haberle cedido el honor. Sobre todo, después de que le prometí que si lo hacía madrugábamos al día siguiente y estábamos allí los primeros. En fin, es muy difícil entenderles y ponerse en su lugar
Eliminarvengo de la fiesta de enlaces de la escuelita virtual...me ha encantado tu blog...bss
ResponderEliminarMuchas gracias!!! A mí también me gustó mucho tu blog. Me encantaría saber coser así de bien. Es una de mis asignaturas pendientes...
EliminarAi que complicado! Pero oye, el otro niño si estaba por otro sitio dando saltos, no estaba en la cola y por tanto era el segundo!
ResponderEliminarLa verdad es que admiro el trabajo de las profesoras, porque deben verse en conflictos así cada día. Para los peques cualquier cosa es un mundo jejej
Yo pienso igual. Que el otro niño no tenía razón, pero no podía ponerme de parte de mi hijo en plan abusadora, ni dejar que los arreglaran ellos sólo porque se liaban a mamporros. Yo también admiro a las profes!!!
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