Acaba de salir la última ¿Jugamos una aventura? de Jaime Blanch Queral, el bloguero que está detrás de Universo de Juegos Infantiles, y mis hijos daban saltos de alegría con la noticia. Les han gustado muchísimo los dos primeros, así que estaban deseosos de leer la tercera parte. Anda que no me habrán preguntado veces si había salido ya. ¡¡Pues síiii!! Ya tenemos aquí "Desaparición en el campamento".
"¿En el campamento de elfos?"
"No sé, habrá que leerlo para saberlo"
"¿Es un campamento de troles?"
"¡¡Que no lo seeeee!! Callaros que empiezo"
Uy que cara de buenecitos ponen cuando quieren. Los dos mirando las páginas que voy pasando taaan interesados.
"¡¡Es un campamento como el que vamos nosotros!!" exclama el mayor.
"Nooo, que el nuestro es en un cole. No en un bosque", puntualiza el menor
"Pues yo quiero ir a uno en un bosque", protesta el primogénito
"Callaros ya o no sigo", me quejo yo, "Muy atentos que hay que tomar una decisión".
"Me tocaaaaa", grita uno.
"Noooo, me toca a mí" se enfada el otro.
Ainss que paciencia hay que tener, que paciencia.
"Tranquilos, que me apunto la página y en cuanto terminemos esta aventura volvemos a este punto para escoger la otra opción", huelga decir que me tocó apuntar un montón de páginas.
"¡Al lago!", "¡A la granja!", "¡A la tienda", "¡A la cueva!", "¡Huimos!", "¡Noooo! ¡Exploramos!"....
"Lo siento, pero lo vamos a dejar ya", les anuncié un poco mareada con tanto ir para adelante y para atrás.
"Noooooooooooooooooooooo", protestaron ambos, "Si todavía nos falta mucho", gimió Iván. "Además, no hemos ido a la granja lo primero, hemos ido lo segundo y si vamos lo primero pasan cosas diferentes, ¡Y aún no hemos IDOOOO!", se exasperó Daniel.
Madre mía, ¡pues sí que se lo toman en serio! No podemos leer todas las opciones en una sola hora del cuento. Menos mal que no les dije que tenía la aventura hasta el viernes. Ya sabía que algo así iba a pasar. Pero fui inflexible, porque era realmente tarde y el agotamiento se les notaba ya por todos los poros. "Mañana más", les prometí, y dio igual sus argumentos, protestas y lamentos porque los metí en la cama sin piedad. Eso sí, aún tardaron un buen rato en dormirse.
"¿Qué crees que pasa en la granja, mami?" me preguntó uno desde la cama. "Y yo que sé. Ya lo leeremos mañana" le aseguré deseando que se durmiera y me dejara continuar con mis tareas (recoger la cocina tras la cena, básicamente). "Pero ya hemos encontrado la mejor opción, así que no debe ser la mejor opción también. ¿O crees que hay muchas mejores opciones?" dudó el otro también sin salir de la cama por miedo a un estallido de furia por mi parte.
"Que NO-LO-SÉ. Y ahora a dormir o mañana os leeis el cuento vosotros solos" amenacé como ultimátum antes de encerrarme en la cocina sin mirar atrás. Seguramente seguirían hablando un rato más, pero el caso es que cuando terminé de poner el lavavajillas, recoger y limpiar estaban ya roncando plácidamente.
Y sí, mantuve la promesa y les leí más al día siguiente. Parece que este es el libro que más les ha gustado de los tres, aunque el más pequeño ya me ha pedido releer los otros dos. Pero tiene que ser en fin de semana porque me lían , me lían y al final... ¡las mil!
La verdad es que podrían leerlos por su cuenta, pero se ha convertido en una actividad familiar y, en el fondo, esas discusiones sobre lo que hay que hacer o no, o si eso ya lo hemos hecho antes o no, o si le toca a él o al hermano... son divertidas.
Por cierto, hoy a las nueve de la mañana comienza un sorteo concurso la mar de divertido en la Fanpage de Universín, un universo de juegos con una aventura inédita de Jaime Blanch. ¡No te lo pierdas! El que llegue al final de la aventura participa en un sorteo de El Castillo del Terror.
Que guay!!! tiene pinta de ser muy original, no había leído nunca un libro así.
ResponderEliminarLes echaré un vistazo a ver si le llaman a Nathan.
Un beso!
A estos dos les encanta eso de poder elegir el siguiente paso. Me tienen mareada con tanto ir de atrás hacia adelante y de adelante hacia atrás jajajaja
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