lunes, 17 de agosto de 2020
Majado mayo, la ruta que nos llevó al bosque tenebroso
Desde la Ermita de San Olav salen tres rutas muy curiosas. Nosotros fuimos por la que llaman majado mayo, vete tu a saber si por alguna razón concreta. Salimos de la ermita, cruzamos un campo de trigo segado y traspasamos el umbral de las puertas de piedra para sumergirnos de inmediato en el bosque tenebroso y vivir mil aventuras. En esta ocasión, Daniel nos guió en una loca huída de un misterioso, y monstruoso, ser que nos pisaba los talones. A pesar de la urgencia de escapar de nuestros destino cruel, tuvimos tiempo de hacer fotos en todo lo que nos llamó la atención, que fue mucho, y de hacer descubrimientos chulísimos, como el árbol de los gnomos, la piedra agujereada y el camino oscuro (oculto entre la maleza y que encontramos por pura casualidad).El camino es bastante irregular y hay que tener mucho cuidado para no pisar mal y resbalar, porque está lleno de piedrecitas, pero, en general no es muy difícil de seguir. Nosotros avanzamos hasta que nos cansamos y decidimos volver. También se nos hacía tarde para comer. Decidimos que la ruta nos había llevado hasta el mismísimo bosque tenebroso cuando apreciamos las agarrotadas y engarfiadas ramas de los árboles oscuros que nos rodeaban, todos cubiertos de un sospechoso liquen que bien podría provenir de una araña gigante de musgo con enormes fauces salivantes. Sí, definitivamente el camino nos había llevado por una senda misteriosa que valía la pena investigar, aunque nos persiguiera algo bastante amenazante. Si es que cuando uno huye puede dar tiempo a muchas cosas y se te va la noción de tiempo.De todas formas, no sé que nos causó más terror, si el bicho imaginario que nos perseguía, las plantas pinchudas que nos dejaron las piernas hechas un cuadro o las abejas gordas que nos rodearon en un campo de flores. Habría que sopesarlo bien. ¡Si es que nos enfrentamos a mil peligros!Fue una aventura tan maravillosa y unos paisajes tan chulos que no creo que pase mucho tiempo hasta que vayamos a hacer otra de las dos rutillas, que también prometen mucho. Espero que éstas lleven al luminoso valle de los unicornios, por lo menos.
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Qué imaginación tienen tus hijos. Un beso
ResponderEliminarNos sale por las orejas jajaja Muchos besos!
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