miércoles, 23 de diciembre de 2020

Mal Trago en las InvernaLES 2020

Este sábado tuvimos la oportunidad de volver a jugar a Mal Trago con Paloma, de Refuerzo Divertido; la familia goblin, con Raquel, Selu y la pequeña goblin (que venía la mar de preparada con una careta de goblin hecha por ella misma) y los tres terremotos de Miren (que son unos expertos jugadores y más buenos que el pan). Esta vez no pudieron unirse José Fernández, creador del juego; ni Ana Marco, la ilustradora de los traviesos goblins y la famosa beztia; pero sí estuvimos con Jesús, editor de Rocket Lemos Games, que es muy gracioso y dio mucha vidilla a la partida. Cada vez que paseaba ilustraciones gigantes de los protas del juego por la pantalla los peques se partían.

Iván estaba muy ilusionado porque ha decidido que Mal trago es su juego preferido a partir de ahora y no pierde oportunidad para jugarlo, cuantos más goblins mejor. Encima, Paloma metió en la partida hechizos y personajes navideños que se pueden descargar desde la página web de la editorial que a los peques les flipó. Todo lo que suene a Navidad les emociona y más este año tan raro. Parece que tengan necesidad de vivirlas más intensamente.

El caso es que nos tocó hablar como si cantáramos villancicos o como si comiéramos un polvorón y beber por no haber comido turrón ese día. ¡Vaya mala suerte que justo habíamos elegido polvorón! Los peques jugaron con goblins navideños muy graciosos y los mayores elegimos entre los clásicos para intentar ser los únicos supervivientes de los experimentos pocimeros de la bruja.

Morimos y revivimos alegremente bebiendo y lanzando hechizos por doquier. Además de enfrentarnos a la temible beztia, que tenía tan mala idea que el que la lleva está obligado a beber pócima extra. ¡Así no hay quien sobreviva! Urge quitársela de encima y echársela a otro goblin lo más rápido posible.

Nos encantó el buen rollo entre los jugadores, que dieron mucha más importancia a pasárselo bien que a ganar. Aunque les salieran mal las jugadas no se frustraban ni enfadaban sino que se reían con todos.

Mucho mérito de esto lo tuvieron los peques, que se les veía muy animados, pero también Paloma, que supo dirigirlos magistralmente y con muchísimo cariño.

Daniel no jugó porque estaba castigado por mal comportamiento, que está de un pavo subido últimamente... Pero que nadie sufra, que luego organizamos una partida familiar por todo lo alto (es que una es muy blanda).

El final fue apoteósico porque nos pusimos todos a cantar el villancico de los goblins y aún así no llovió. Eso sí, me temo que atrajimos las nubes que no nos han dejado ver la estrella de Belén. Aquí os dejo el villancico para que lo cantéis vosotros también. Por aquí lo cantan y ven en bucle porque les encanta el final. Es que la beztia es muy bestia. Pobres goblins...



Para el que todavía no sepa como se juega, ahora mismo lo explico y arreglado. Es muy sencillo y divertido. Encarnamos sufridos goblins que van a ser obligados a beber pócimas por la bruja con la que conviven. Esas pócimas pueden ser mortales o no. 

Cada jugador elige un personaje y pone un antídoto, tres pócimas buenas y una mortal al lado de su carta de goblin. Por turnos, los jugadores robarán una carta del mazo de acciones, la leerán en voz alta y realizarán la acción de la misma, que puede afectarle a él, a otros jugadores, a ninguno... Si es un hechizo hay que cumplirlo, y el que no lo haga... ¡bebe! y se va el efecto de ese hechizo.

Cuando te toca beber, eliges una de las cartas de pociones que tienes y que se han colocado barajeadas ante ti y pueden pasar dos cosas: que te salga la buena (todo sigue sin incidentes) o que te salga al mortal (que puedes elegir tomarte el antídoto si no lo has usado ya o morirte. Si no tienes antídoto, te mueres directamente).

La poción elegida se descarta y cuando te quedas sin pociones se coloca una buena y una mortal ocultas ante ti. Si mueres se te quitan todas las pociones y tu objetivo ahora es matar a otro goblin para poder sobrevivir.

La beztia está mezclada en el mazo de cartas de acciones. Cuando sale se le pone al goblin que robaba carta, que bebe una poción más cada vez que le toque beber. Cuando muera se la coloca a otro goblin vivo de su elección. Si resucitas, te colocas una poción buena y otra mortal ocultas frente a ti.

El goblin muerto sigue robando cartas de acción durante su turno, pero no bebe cuando le toca, sino que elige a otro goblin a su elección a beber por él. A ver si hay suerte, lo mata, y él resucita.

Es muy divertido, fácil y rápido. Nos encanta.

Por cierto, que Rocket Lemon Games ha hecho unas postales navideñas de Mal Trago geniales que podéis recoger gratos en vuestra tienda habitual. Ese año las felicitaciones se van a llenar de goblins jajaja

¡Esperamos volver a jugar con Paloma y las familias goblins pronto!



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