lunes, 8 de febrero de 2016

¿Estamos en Carnaval... o en Halloween?

Estos chicos no se enteran. Ellos oyen hablar de disfraces y ya se creen que vuelve la noche más terrorífica del año. "¿De qué os queréis disfrazar hermosos?", me miran con cara de "mamá no se entera". "Pues de zombies", me contestan como si no hubiera otra opción en el mundo. Pero si tienen los disfraces de Spiderman, de Veneno, de Hulk, de Starlord, de piratas, de caballeros... Pero nooooo. Ellos quieren ir llenos de sangre y ojeras porque les mola ir asustando al personal.

El próximo año no les pregunto y les visto de payasos alegres. A ver cómo se les queda el cuerpo. Pero bueno, admitamoslo: esta fiesta es para que se lo pasen bien ellos, porque yo divertirme, lo que se dice divertirme... No mucho. Lo que paso es mucho nervios con mis dos bichillos.

El caso es que papá tuvo que ir a por el pack Halloween que no habíamos ido a buscar el señalado día al trastero de su abuela por pereza y ahora le tocaba por carnaval. Dejé todo listo para cuando volvieran del cole: pinturas de cara, ropa rota, pantalones de pijama con huesito cosido y complementos estilo diadema de cuchillo y hueso.

Cuando fui a por ellos, Daniel me confesó que él poca cosa carnavalera había hecho en el cole, pero Iván salía pintado de tigre y con una gran corbata. Estaba graciosísimo. Intenté que cambiara de idea respecto al disfraz y se pusiera su pijama manta de tigre, pero no hubo manera. Prefería la putrefacción zombie al pelaje suavecito naranja y negro. Tocó quitarle el maquillaje atigrado con gran pena mía porque estaba fenomenal. La pena se convirtió pronto en desesperación porque aquello no salía ni a tiros. Sin perder la calma le caractericé de zombi sobre la pintura de tigre y tirando millas. Quedó muy terrorífico.

Luego le tocó al hermano mayor. Y cuando estuvieron los dos lo suficientemente horribles nos fuimos a la fiesta del cole. Cuando llegamos ya se había ido la charanga. Menos mal que va despacio y la cogimos enseguida. Daniel se encontró con sus amigos y tuve que tener mil ojos para que no se me perdiera mientras cuidaba del más pequeño que no me soltaba de la mano ni cuando veía a sus compañeros de clase.

Al final pasó lo inevitable y el mayor se perdió de mi vista. Angustiada porque estábamos en la calle y no en el cole no dudé en hacer uso del Whatsapp de los grupos de madres de las clases de ambos. Y fue una idea buenísima porque al momento me contestaban que ya me lo tenían  localizado. Aliviada corrí a por él. Todo quedó en susto, pero no veas que mal rato pasé. Y el pobre Iván intentando tranquilizarme.

Luego, ya en el cole, se me perdió mil veces, pero ahí no me importaba tanto porque era un recinto seguro. Las madres fueron un encanto, incluso me preguntaban por el mayor cuando me veían o me avisaban que le habían visto por las canchas o por infantil. Una de las veces, incluso el propio Daniel le pidió a la mami que me lo encontró en el momento de crisis que me avisara por Whatsapp de que andaba por el gimnasio. Así da gusto.

Éste año no quemaron la sardina, pero casi mejor porque así la cola para el chocolate fue mucho más corta. Se ve que fuimos a por nuestro vaso y nuestros bizcocho de forma escalonada y no todos a la vez como el año anterior, que yo creí que me moría antes de conseguirlo.

Terminamos todos en el gimnasio con unos niños extra excitados jugando a lo loco con colchonetas, aros, pelotas... Y todo lo que encontraron. Menos mal que la encargada de la empresa de actividades los puso firmes e incluso logró que la ayudaran a recoger todo el material. ¡Me dejó alucinada! Le voy a decir que me dé clases para tener a los míos tan bien dispuestos.

Aproveché que se cerraba el gimnasio para asegurar a los niños que la fiesta se había acabado y llevármelos a rastras a casa porque, claro está, ellos no querían irse de allí ni locos. Se pegaron todo el camino de vuelta protestando de lo corta que había sido la fiesta de Halloween... ¡Que era de Carnaval! ¡DE CARNAVAAAAL!


11 comentarios:

  1. Que susto!menos mal que apareció rápido porque se pasa mal. Que suerte que les dejan ir de lo que quieren, no como aquí.

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    1. Sí que se pasa mal :_(
      Si al menos es dentro del cole, sabes que no le va a pasar nada malo, pero en la calle no veas que nervios. Menos mal que me respondieron rápido.
      Y sí que es una suerte porque encima es una fiesta extra escolar y si no quieren no van.

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  2. Que alguien le explique a estos niños que primero ha sido siempre el carnaval y que Haloween vino después. Yo la verdad que a veces no veo mucha diferencia porque en Haloween se supone que son disfraces tétricos, como los de tus niños, pero hay gente que usa disfraces comunes.
    Ay este Daniel va por libre... Menos mal que hay una orda de madres y padres dispuestos a ayudar.
    Besos

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    1. Le hemos explicado en qué consiste cada fiesta, pero a él le da igual. El caso es tener excusa para disfrazarse de zombie.

      Y sí. Va por libre y algún día nos cuesta un disgusto :_(

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  3. Que conste que a mí me dan más miedo los payasos que los zombies. Jajajaja.

    Iban muy graciosos y lo importante es que se lo pasen bien. Gran idea eso de los grupos de whatsapp para tener a las criaturas controladas. Un besote!!!!

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    1. Eso de que los payasos dan miedo es verdad. No había caído Ainsss

      Pues hasta que se me ocurrió lo del grupo de whatsapp me recorrí mil veces la charanga para arriba y para abajo snif snif

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  4. Hola: por lo que veo en mi zona todos los niños quieren ir de monstruos o de personajes que dan miedo. En nuestra época estaba de moda ir de payasos, princesas o bailarinas... supongo que irá por modas... seguimos en contacto

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    1. Pues por aquí lo que más se veían eran superhéroes y princesas.

      Mis hijos serían felices en tu zona :D

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  5. Es normal que quieran ir de zombis, el disfraz es mucho más irreal que ir de otra cosa, por tanto más divertido. Y además están guapísimos jijiji

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    1. Muchas graciaaaas!!!
      Si yo lo único malo que le veo al disfraz es que están obsesionados con los zombiiiiis ainssss

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  6. Es normal que quieran ir de zombis, el disfraz es mucho más irreal que ir de otra cosa, por tanto más divertido. Y además están guapísimos jijiji

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