En las Palmas de Gran Canaria hay un parque muy chulo al que siempre acabamos yendo antes o después. Esta vez nos trajimos con nosotros al primito más pequeño. Con quince meses se ha ganado el corazón de Daniel que le cuida con una ternura a la que no nos tiene acostumbrados.
En cambio, Iván como mucho lo mira de reojillo y con suspicacia. Aún no le ve la gracia al godzilla en miniatura. Aunque eso no significa que no le quiera, sólo que no le entiende y pasa de él.
El caso es que cogimos al bichillo y nos fuimos con él al parque para darle un respiro a mi hermana. El pequeñajo se portó genial todo el tiempo. En cuanto llegamos a la zona de juegos se lanzó en plan kamikaze a la zona de mayores junto a sus primos. Mi mayor se volcó en que el bebé estuviera seguro.
Le daba la mano, se tiraba con él por el tobogán, le impedía la entrada a los lugares que pensaba que eran peligrosos para él. Y yo supervisando detrás, por supuesto.
Sólo accedió a ir a la zona de peques cuando sus primos le acompañaron. Lo pasaron genial, lo grandes haciendo el bruto con supervisión materna para que no hubieran accidentes y el más chiquitín a sus juegos y persiguiéndolos muerto de la risa.
Los niños se llevaron los coches teledirigidos que les habían pedido para Papa Noel en la casa de su tío Fernando y tras un buen rato de trepar y correr me los pidieron. Los hicieron correr tan a gusto provocando al pequeñín.
El bebé corría tras ellos intentando atraparlo. Daniel frenaba de vez en cuando para que pudiera coger el suyo antes de que le entrara un ataque de rabia, pero su hermano iba a su aire tan feliz. Por eso el primito siempre le daba el coche que atrapara a mi mayor, aunque cogiera el de Iván por casualidades de la vida.
Mi niño pequeño se pasó un buen rato explicándole a su primo que el rojo era de Daniel y el amarillo suyo, pero el chiquillo ni flowers y en cuanto atrapaba uno, del color que fuera, corría a entregárselo al primogénito.
Tuve que explicarle yo a Iván que con quince meses aún no se saben los colores.
También hubo tiempo para ver las gigantescas carpas que pueblan el lago. "Están así de gordas desde que se cayó un niño al agua y se lo comieron", me susurró el mayor al oído dando mucho dramatismo a su confidencia. "¡Daniel! ¡Déjate de tonterías! Eso no ha pasado nunca" "Que síiiiii, que síiiii. Que es verdaaaad". "¿Quién te ha contado eso?". "No me acuerdo". Jo, este niño. Siempre tan truculento.
LLegamos a casa con los tres niños magníficamente cansaditos. Listos para el baño, la cena y la camita.
:D q felices se les vé!!! (ideal la última foto)
ResponderEliminarSe lo pasaron genial juntos. Que pena que vivan tan lejos joooo
EliminarJajajajajaja! Es verdad que Daniel es truculento, si se dedica a la novela policíaca lo petará!! XD
ResponderEliminarQué guapos los tres. <3
Muas!
Ainss siempre anda inventando historias macabras, que si estamos andando sobre un campo de batalla en el que las almas de los muertos aún andan asustando a la gente, que si hay una niña de los ojos rojos que asesinaba gente en su cole... Empiezo a estar preocupada de verdad. Desde luego tienen futuro como escritor de novelas de terror ainss (a veces he tenido pesadillas con sus historias, lo confieso)
Eliminara Alejandro le encanta jugar con niños mas grandes lo que pasa es que no le hacen caso asi que con su primo daniel esta privado... que pena que estemos taan lejos... sobre todo para soltartelo alguna tarde mas jejejej...le quiero mucho xo m supo a gloria... y ademas supertranquila porque se que esta en las mejores manos... muchas gracias😘😘
ResponderEliminarJajaja ya sabes que puedes contar con nosotros cada vez que coincidamos allí. Nos encanta cuidar del primito <3 <3 <3
EliminarCómo mola Daniel en plan "niñero". Iván ya irá aprendiendo. Besotes!!!
ResponderEliminarNo se yo... Esto a lo mejor es cosa del carácter jajajaja
EliminarNo se le ve nada niñero ;)
jajaja que mayores se hacen, hace nada eran ellos los peques
ResponderEliminarEso mismo pienso yo cada vez que les veo en el parque. Hace nada tenía que tener cuidado de que los gansos no les atropellaran en sus juegos y ahora los gansos son ellos jajaja
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