El cuentacuentos de Akira Cómics, que esta edición versa sobre superhéroes y héroes de la vida real, comenzó con la historia de una familia de superhéroes muy famosa, Los Increíbles.
Carmen nos contó sus inicios de una forma muy divertida y con una paciencia infinita, porque todos se la sabían, como se nota que habían visto la película. Nos reímos muchísimo porque todos los niños querían poner su granito de arena a la historia como fuera.
Como nos vio muy animados nos puso a cantar Luna Luna Sol guiándonos con pictogramas en el proyector. No es por fardar pero la bordamos. Aunque yo sospecho que había mucho más padres cantando que niños. Me temo que el truco de mover los labios se lo saben demasiado bien.
Después de un cuento corto en la que la luna se acaba comiendo a un niño... a besos, nos estuvo contando acerca de la carrera espacial en la que se vieron inmersos EEUU y la URSS desde finales de los cincuenta hasta mediados de los setenta.
Me encantan estos cuentacuentos porque los niños aprenden muchísimo casi sin darse cuenta.
La historia terminó con alunizaje del Apolo 11 y el histórico primer paso del comandante Neil Armstrong. Oye, que se sabían la mítica frase de: "Éste es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad". Su curiosidad y ansias de saber son insaciables.
No despegaron sus ojos de la pantalla mientras Carmen les explicaba las partes del cohete, cómo habían logrado hacer que llegara a la luna y que luego regresara.
Entonces volvimos a relajarnos con otra canción, esta vez a dos tiempos. Se trataba de Eram sam sam. Yo la conozco de los cantajuegos, pero por lo visto era bastante famosa ya de antes. Ésta nos salió bastante bien sólo, no perfecta como la de la luna.
Ya habíamos calentado motores para una cuento teatralizado. En esta ocasión, la ladrona de lágrimas. La cuentacuentos buscó voluntarios entre el público y entre todos nos contaron esta preciosa historia en la que la ladrona de lágrimas les roba las diferentes lágrimas, ya sean de tristeza, rabia, impotencia..., a los niños para pintar la luna con ellas.
Al público se nos saltaron también las lágrimas, pero de la risa, porque los improvisados actores no podían ser más graciosos.
Las ilustraciones del siguiente cuento nos deleitamos me parecieron preciosas. Tita y el Astronauta es una emotiva historia entre una niña y un personaje histórico: Yuri Gagarin.
Y se terminó la sesión con la canción de Laika de Mecano. ¡Buf! Esa siempre me hace llorar. Estuve a puntito. Es que pobre perrita, jolín.
Mis hijos salieron del cuentacuentos encantados y en su luna personal, como siempre jajaja.
Por cierto, tenemos deberes voluntarios. En todas las sesiones, el niño que quiera puede salir a contar cosas sobre un héroe real que le guste.
Ostras que chulada!!
ResponderEliminarSí, molan un montón. Son Cuentacuentos muy originales
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