martes, 8 de diciembre de 2020

Los pasteles de luna para una sesión de cine con Más allá de la luna

Hace unos días ya, vimos la película de Netflix Más allá de la luna y nos trajo mucho recuerdos de ese verano en el que visitamos Beijing (tengo que retomar los posts de ese viaje... algún día). La película está ambientada en los festivales de la luna, que es como una fiesta de la cosecha que se celebra el 1 de octubre y en China lo tienen como el día nacional, así que imaginaros el fiestón que se monta. 

Obviamente, los pasteles de luna son una tradición indispensable de esas fiestas y tienen un papel bastante importante en la película. Nosotros recordamos que los probamos en nuestro viaje y que estaban buenísimos, así que nos entró antojo a todos.

Lo primero que hicimos nada más ver al peli fue encargar un molde de pastelitos de luna. Como nos llegaron hace poco, decidimos que este puente teníamos que cocinarlos sí o sí. Y... ver la película de nuevo dándonos un gran festín.

Así que los peques y yo nos pusimos manos en la masa e hicimos... pues eso, la masa. 

Los ingredientes son:

- 4 tazas de harina

- 1 taza de leche en polvo

- 1 cucharada de levadura química (yo metí todo el sobre y... craso error)

- 1 cucharadita de sal

- 3 huevos grandes

- 1 taza y media de azúcar

- 1 taza de mantequilla derretida

- Extracto de vainilla al gusto (yo puse bastante, porque nos encanta el sabor a vainilla).

Se echan la harina, la leche en polvo, la levadura (poca, muy poca) y la sal en un bol.

Se mezclan los huevos, el azúcar, la mantequilla derretida y la vainilla en otro recipiente (yo los mezclé en la thermomix).

Luego se juntan ambas mezclas para hacer la masa (yo lo puse todo en la thermomix con el botón del trigo para que lo amasara por mí).

Se hacen rulos, se empaquetan con papel film y a la nevera toda la noche.

Al día siguiente hicimos el relleno. Aquí tenemos las opciones exprés fáciles resultones (nocilla o dulce de leche) o la tradicional. Yo las hice todas porque no se me da bien tomar decisiones. Pero la que más me ha gustado es la tradicional.

Los ingredientes que necesitamos son:

- Mermelada de albaricoque.

- Dátiles sin hueso.

- Hojuelas de coco seco (vale también el rallado).

Se pican los dátiles y el coco. Se mezclan con la mermelada hasta que sale una relleno pastoso.

Y ahora procedemos a montar los pasteles. Pero recuerda ir precalentando el horno a 200 grados)

Se dividen los rulos en partes no muy grandes a las que daremos forma de bola. Se amasa una bola dejando más grueso el centro que los bordes, se pone el relleno en el centro y se cierra como si fuera una bolsita. Se le da de nuevo forma de bola, se introduce en el molde y se presiona hasta que salga el pastel con la forma (supongo que se pueden hacer sólo con las bolas rellenas sin darles forma). Por último, se le da una capa de huevo batido a cada pastel con un pincel... ¡Y al horno! Baja la temperatura a 180 grados. Los dejamos una media hora (hasta que estén dorados) y los dejamos enfriar antes de devorarlos.

¡Están buenísimos!

Volveremos a hacerlos sin tanta levadura para que nos engorden a lo bestia. Supuestamente deberían mantener la forma del molde y no convertirse en las pelotas que nos comimos nosotros. Pero el sabor estaba impresionante y nos quedamos con eso jejeje.

Por cierto, si queréis saber más sobre la película os dejo la crítica que escribí para Facesonthebox.



2 comentarios:

  1. Voy a hacer esos pasteles sí o sí, vaya pinta y parecen fáciles😃

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son muy fáciles y están...mmmmmm buenísimos. Aquí volaron jajaja
      Ya contarás ;)

      Eliminar

Me encanta saber lo que piensas.