sábado, 27 de noviembre de 2021

Los cero escrúpulos de los grupos de interés de los NFTs

Seguramente habréis flipado con el título del post. Estaréis preguntándoos si me he equivocado de blog y he metido aquí una entrada que iba para otro medio, pero no, que va. Esto, desgraciadamente, tiene muchísimo que ver con la educación y el ocio infantil. Y con la poca preparación que tenemos los padres para abordar ciertos temas. En mi caso, el tecnológico. Afortunadamente tengo a mi lado a un señor informática que sabe de lo que estamos hablando.

Pero mejor empiezo por el principio. Estábamos en mitad de la lucha generacional que se suele montar en cada cena y comida familiar cuando Daniel soltó ya la gota que colmó el vaso: "Pues estoy pensando en gastar algo de mi dinero en NFTs y..."...

Yo: "¿Eso qué es?"

El padre: "Por encima de mi cadáver. Eso es un TIMO"

"Pero por quéeeeee", se quejó enfadadísimo, "Todo el mundo dice que gana un montón de dinero con los NFTs. Está comprobadísimo", argumentó levantando mucho la voz.

"QUIÉN lo dice, QUIÉN lo ha probado", le pregunté extremadamente escéptica. "E, insisto, qué narices es eso".

"Muchos Youtubers..." comenzó a replicar, pero abandonó esa línea cuando cayó en que sabe perfectamente lo que pienso de dotar a los youtubers con principio de autoridad sólo porque tienen un número determinado de seguidores. Ya le puedo explicar millones de veces lo fácil que es manipular a la gente por medio de vídeos retocados, montados de una manera u otra o sacados de contexto. Pero se resiste a creerme.

El caso es que cambió de tercio porque sabía que por ahí estaba perdido. "Un amigo mío lo ha probado. Hace dos meses gastó 80 euros y ahora tiene 200", aseguró totalmente convencido. "Mira que me extraña", le contesté yo. "¿De dónde sale ese dinero?". Daniel me miró sin comprender. "Ese dinero que supuestamente le regalan por sus 80 euros, de dónde sale". "Pues de cosas que haga la empresa mamá, yo que sé".

Madre mía, que ignorancia da la juventud y la inexperiencia. "¿Pero tú sabes lo difícil que es conseguir beneficios en las empresas?", le solté ojoplática. 

"Pero ellos sí se forran, que lo dicen los youtubers".

"Se forran estafando dinero a los incautos como tú", se rio su padre. Craso error, porque ya teníamos un niño muy ofendido y nada receptivo.

Frunció el ceño y yo me temí lo peor, así que suavicé mi todo. Le expresé mi miedo a que le engañaran y que tenía que entender que estuviera preocupada. De otro modo no sería su madre. Le expliqué que a mí me sonaba a timo piramidal y que era un tipo de fraude que lleva mucho años llevándose a cabo y que ha engañado a millones de personas, pero, fíjate que luego me enteré de que estaba equivocaba y era otro tipo de timo, el esquema ponzi.

Luego comentando mi indignación sobre cómo se aprovechan de los niños lavándoles el cerebro para que inviertan en la mierda esta y en bitcoins (es que estoy flipando en colores con esto) desde canales de youtube, empresas de videojuegos y personajes famosos a los que admiran en general (que asco de mundo), Jugando en pareja me habló de un vídeo de un youtuber que explicaba muy bien este tema. 

Y es verdad que te queda claro, pero ¡buf! Menudo lenguaje para ponérselo a una niño de 12 años que, por otro lado, seguro que habla aún peor en cuanto se sale del radar materno. En fin, a veces hay que hacer sacrificios en pro de un beneficio mayor y yo pienso que el mensaje del vídeo bien vale que el peque escuche algunas barbaridades. Aquí os comparto el vídeo. Ojo, si pensáis ponérselo a un niño antes tenéis que verlo. Que de verdad que es un bastante bruto.


En fin, siguiendo con mi relato. El caso es que Daniel se sentó en la mesa pensando que ya tenía la vida resuelta si invertía sus ahorros en NFTs. Ahorros que, afortunadamente para él, le administramos nosotros y, gracias a eso, no han acabado dilapidados con micropagos timantes en videojuegos. 

Por lo que decía, esperaba estar ganando unos 2.000 euros al mes en unos seis meses y, vamos, que ya no tendría ni que estudiar, ni que trabajar ni nada. Sólo grabar vídeos y jugar con las consolas. El sueño de casi todo adolescente de 12, por lo visto.

A mí casi me da un ataque y su padre intentó convencerlo en vano de que no hacía más que decir tonterías. Si fuera tan fácil hacerse millonario, todos seríamos millonarios, ¿no creen?

Afortunadamente acabó muerto de la risa con el vídeo de Baitybait, que, reconozcámoslo, no le hubiera puesto en mi vida si no estuviera ante un problema tan grave, y que parece que entendió mejor que las explicaciones de sus sufridos padres. 

Y yo ahora me pongo en situación y pienso: hace como dos meses le di permiso para comprarse un pack de un videojuego por 15 euros por su cumpleaños. Pensé, "vaya forma de tirar el dinero, pero si es lo que ha pedido por su cumpleaños toca hacer de tripas corazón". Sí, ese es el nivel de mundo materialista y consumista en el que se está criando. Si tu hijo te pide tirar el dinero como regalo de cumpleaños, pues hala, que le hace ilusión.

Tengo la culpa, sí. Hay consecuencias si intentas nadar totalmente contracorriente, también. Buscar el equilibrio es muy difícil. Como siempre. No me fustigo. Hago lo que puedo y lo que creo en cada momento analizando cada circunstancia y tomo la decisión que mejor se adapte desde mi punto de vista.

Pero, pongamos que ese día me hubiera pedido comprar un pack de skins para un juego NFTs (compras personajes, u otras cosas, y supuestamente ganas más dinero cuanto más juegues o algo así). 

Supongamos que ese día no está Raúl, que es el que analiza todas estas peticiones porque su formación lo hace más indicado para tratar estos temas (estaba totalmente en contra de comprar el pack de 15 euros, pero yo le convencí porque eso era lo que quería el niño por su cumple. Menuda razón ¿eh?). Supongamos que le doy mi permiso pensando que está pagando por unas skins, unas armas, alguna habilidad extra... yo que sé, lo que suelen llevar los packs que se venden por ahí. 

Y, supongamos que sí, que el niño gana dinero porque hay más incautos que meten dinero detrás de él y financian su actividad. Imagináos el destrozo intelectual para un chaval de 12 años ver que gana dinero tan facilmente y que... ¡oh maravilla! Sólo tiene que invertir más para ganas aún más. ¡Magia!

Y su madre, que está en la inopia porque no tiene ni idea de estos temas, sigue soltando la pasta (o el permiso para gastar la pasta de sus ahorros), pensando que el peque está desarrollando su afición a los videojuegos. Y lo que está desarrollando es una adicción hacia la inversión y encima le están timando con dinero que ni siquiera existe. 

Porque aún no lo he dicho, pero todo este tema de NFTs se manejan con dinero virtual de ese que soy incapaz de entender cómo funciona.

Con el tiempo no sería raro que perdiera todo el interés en formarse para su futuro laboral. ¿Para qué si ya gana dinero? Y de repente, antes o después, todo se va a la mierda, porque así funcionan estos timos. Y tus NFTs pierden valor hasta llegar a lo que siempre han valido en realidad: Nada. Porque, por sí mismos, no valen nada. Lo que les da ese valor es la gente que está dispuesta a pagar por ellos, vete tú a saber por qué.

Y estas consecuencias catastróficas son una suma de los estímulos que le llegan al niño sin control, la ignorancia de sus padres hacia ciertos temas (¡que no se puede saber de todo en esta vida!) y la falta de escrúpulos de los que se están forrando con este timo.

Esto es vender ludopatía a los niños por internet (equivalente a vender drogas en la puerta de un colegio, pero a lo bestia). Eso por un lado. Por otro, el niño paga un dinero real, que va a manos de una empresa a cambio de un item virtual que puede vender por dinero del juego o criptomonedas que no existen (dinero del monopoly, vamos), que deja de existir en cuando desaparece el juego o se borra la criptomoneda del servidor. Sólo son unos y ceros, mientras que el especulador que está detrás de este inmenso timo se embolsa el dinero real. 

Da miedo, ¿eh? 

A mí mucho. Menos mal que Daniel nos lo cuenta todo porque así es su carácter. Menos mal.

P.D.: Para cuando charlas sobre estos temas en los colegios e institutos.


6 comentarios:

  1. Jo. Cada vez me da más pereza/miedo la adolescencia. Y más con el tema de redes de por medio. Gracias por hablar de ello porque estoy segura de que me servirá en un futuro

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    1. Espero que sirva, aunque me temo que esto va demasiado rápido y en breve lo peligros serán otros. Menuda tela!

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  2. Gracias por compartir. Es un tema complejo, si, y más para papas,me he quedado pensando y creo que yo le hubiera respondido lo mismo que tú en su cumple. Hay riesgo en el ciberespacio! Gracias de nuevo, tendremos los ojos abiertos.

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    1. Mucho riesgo y, lo que es pero, cambia muy rápido. y si encima te pasa como a mí, que no soy muy tecnológica, pues ya sí que tenemos un problemón :_(

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  3. muy, muy interesante. Suerte, como dices, que Raúl está muy puesto en estos temas. Reconozco que aunque hice la misma carrera que él, estoy menos al día (la tecnología avanza demasiado deprisa ¿o solo me lo parece a mi?), aunque cada vez que surge algún tema del que no estoy muy puesta sí hago por interesarme

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    1. Avanza a un ritmo vertiginoso. Nunca se me ocurrió que los timos de este tipo hicieran de los niños sus víctimas. A saber qué será lo siguiente. No te puedes despistar ni una segundo :_(

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