martes, 8 de febrero de 2022

El Pardo del terror

El descanso después de la batalla
El sábado decidimos darnos una salto a El Pardo para disfrutar del solecito y la buena temperatura que está haciendo últimamente. Esperábamos un entorno floreado primaveral, a pesar de las fechas, porque el reloj biológico de la naturaleza no sabe de calendarios. Pero nos encontramos con muchos signos inquietantes que removieron nuestra ya de por sí torrencial imaginación.

Adentrándonos en el peligro
Para empezar parecía haber sido víctima de un terremoto, pero no. Es que los efectos de la Filomena aún se dejan ver ¡un años después! Árboles tirados, ramas rotas, arbustos devastados... pensaba que la zona contaba con mantenimiento, pero, o no es así o no ven necesarios retirar a las víctimas del entorno. después de todo acabarán por servir de abono a las generaciones venideras.

Superando obstáculos
Y no es que me queje porque ha quedado un escenario de juegos perfectos para fieras inquietas. Eso sí, puede que un pelín peligrosillo con tanto tronco podrido. Hay que andarse con mucho ojo para evitar accidentes.

Zancadilla mortal
También admito que intentamos transitar por dónde no hubiera mucha gente, con lo que nos metimos por los caminos más intrincados y salvajes, en los que nos encontramos con trampas, barreras, obstáculos y peligros a porrillo. Tantos, que al final el espíritu aventurero de los peques se resquebrajó un poco y clamaban por volver a un camino principal. Preferían lidiar con el peligro de contagio, que con más hoyos traicioneros, raíces que te ponen la zancadilla, pinchos mortales...

Iván casi es atrapado por el enemigo
Fue un paseo de una par de horas, pero dieron para mucho. Incluso un árbol intentó agarrar a Iván por la cabeza, pero no logró su objetivo porque el churumbel fue más rápido. no es que sea muy difícil ser más rápido que un árbol, pero no le quitemos mérito.

Trampa de pinchos
Por su parte, Daniel fue atrapado en una trampa de pinchos, pero sus compañeros de aventuras le ayudamos a escapar.

Los árboles de esa parte del Pardo dan mucho miedo.

Extrañas marcas en la tierra
También encontramos tierra sospechosamente removida y agujeros sospechosos, estratégicamente colocados para que los incautos metan el pie y se escacharranchen. Tras mucho investigar llegamos a la conclusión de que los que estaban detrás del malvado plan tuercetobillos no podían ser otros que los jabalís. De hecho, Raúl afirmó ver uno huyendo de los domingueros a la velocidad del rayo (aclaración: los domingueros éramos nosotros).

Tesoros de piedras preciosas
Finalmente encontramos un tesoro en piedras preciosas muy chulas, pero que tuvimos que dejar dónde las encontramos porque me negué a que tales maravillas entraran en mi casa, que ya está demasiado llena de tesoros de parecida índole.

Luchas cruentas...
Esa mañana nos fuimos a casa con el fragor de la batalla contra los árboles aún en nuestras cabezas y la satisfacción de haber paladeado cada victoria.

... Y victorias épicas

Elemental surgiendo de la tierra

No hicimos caso a las señales

la amenaza se cernía sobre nosotros

Investigamos cada pista

Esto es bonito sin más

Cada detalle era examinado

Nada nos detuvo

Trampa tuercetobillos

Discutiendo estrategias

Árboles disimulando segundos antes del ataque

Ramas acechantes


2 comentarios:

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