Raúl y yo éramos otra historia y si no enarbolé una espada fue porque el esguince aún me da problemas y no quería jugármela. De hecho, estaba a punto de caer en la tentación, cuando un ladrón pasó corriendo ante mis narices perseguido por los guardias y un terrorífico guerrero que lo molió a latigazos.Se lo curran en este tipo de eventos. Al final no cogí un arma, pero sí que me hice una foto con los chicos disfrazados de personajes de D&D, ¡que molaban un montón! Y con algunos carteles, porque, para qué intentar negarlo, soy una flipada y esas cositas me divierten muchísimo.No he jugado con este sistema de rol, pero Raúl sí, y su personaje era un bardo, así que no perdió la oportunidad de hacerse la foto en al poster de Chris Pine como Elgin el bardo, que encima fue el capitán Kirk en la última trilogía de Star Trek para pantalla grande. Iván también se hizo una foto con Pine, pero a él le hubiera gustado más con el Paladín Xenk, interpretado por Regé-Jean Page. En una partida con otro sistema hubo una pelea con su hermano mayor por este oficio y salió ganando Daniel. Aunque el ladrón de Iván también dio mucho juego se quedó con la espinita, incluso me lo comentó cuando salió el personaje del recto caballero en pantalla.La película equilibra muy bien los ingredientes que debe tener una producción de este tipo para gustar a todo tipo de públicos sin arriesgar nada en el intento. Da lo que promete: épica, aventuras, efectos especiales chulos a ritmo trepidante y buenas dosis de comedia que no cae en lo fácil y machacón. Parece sencillo, pero todo lo contrario. Lo que ha conseguido es una gran hazaña porque va a tener contentos a los roleros, a los amantes del género fantástico, a los seguidores del cine de aventuras y al público familiar, algo que me parecía imposible.
Aunque, eso sí. Las familias con niños pequeños tienen que tener un poco de cuidado porque hay algún sustillo que les puede impresionar.
A pesar de que es una historia de lo más típica con un argumento que aúna elementos archiconocidos, adorandos con batallas emocionantes, situaciones tensas y momentos épicos con banda sonora a la altura, tiene sus giritos, sorpresas y peculiaridades que la hacen un poco especial, muy divertida y entretenida. Además, cuenta con una segunda capa en la trama que los roleros pueden intuir con bastante facilidad y que habla de los jugadores de la aventura. Esta dimensión oculta se deja entrever de vez en cuando con ciertas actitudes y comentarios de los personajes que da aún más interés a la película.
Siguiendo con el tema rolero, se han currado la adaptación del universo de Dungeon & Dragons en Reinos Olvidados eso también hay que reconocérselo. Por contra, los protagonistas me han parecido un poquito planos y poco aprovechados. Al menos les han dotado de sus experiencias e historias, aunque luego sólo haya influido en la trama principal la del protagonista principal, Elgin el bardo.
En conclusión, esta película no destaca por nada en especial, pero tampoco defrauda. La considero una apuesta segura para una sesión de palomitas, risas y emociones trepidantes.
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