jueves, 8 de diciembre de 2011

La revisión de los dos meses

El miércoles llevé al pequeñín a su revisión de los dos meses. Nada más entrar la enfermera me preguntó por su cardiopatía. Le expliqué que íbamos a tener que operarlo y me dio muchos ánimos. Me pidió que le desnudara para pesarlo y elogió lo guapísimo que estaba. "Parece un muñeco" me dijo. "Parece sano" le dijo yo. "Está sano" contestó. Según ella la estenosis no empieza a dar problemas de salud hasta más adelante. Me dijo que era un diagnóstico precoz y que se operaba antes de que empezara a tener consecuencias en el afectado.

Una vez terminada la revisión de peso y medida, entró la pediatra. A ella también le pareció un muñeco. "Está muy gordito y muy grande". Había pesado 5,320 kilos y medido 58,5 centímetros. La médico también me preguntó por su corazón. "Esas operaciones las hacen todos los días. No te preocupes" me consoló. La verdad es que me trataron muy bien. Se agradece.

Entonces llegó el momento terrorífico. Nada menos que tres vacunas pinchadas para mi pequeñín. Cómo no podía ser de otra manera se puso a llorar como un loco mientras la enfermera pinchaba y la judas de su madre sujetaba. Casi se me saltan las lágrimas a mi también. Yo estas cosas no las supero. Le tuve que coger y mecer un buen rato, pero enseguida se calmó. Mi niño, pobrecito.

4 comentarios:

  1. a todos nos ha pasado lo de las vacunas... que mal!! pero es una cosa necesaria para él, que le vamos a hacer. me alegro de que esté tan hermoso y guapo!!

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  2. Lo importante es que estés tranquila. Lógicamente ninguna madre queremos que nuestros hijos pasen por eso pero es cierto que hay ciertas pruebas y operaciones que los médicos hacen con los ojos cerrados y debemos dar gracias por ello.
    Me alegra de que tu peque esté tan sano y tan bien. ¡Y no tiene que decir la enfermera que parece un muñeco porque salta a la vista!

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  3. Jesús, lo de las vacunas es imprescindible, pero ¡explícaselo a ellos! Daniel no me perdona las de los quince meses. Creo que ahí empezó a cogerle miedo a los médicos.

    Silvia, muchas gracias. Lo sé, pero estoy muy preocupaaaada. No lo puedo evitar.

    Marta, Gracias. Tiene una cara de rosa que no puede con ella. Babas, babas, babas...

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