jueves, 4 de diciembre de 2014

Encargos navideños en la clase de Iván

El jueves de la semana pasada nos llegó a casa una nota de la clase de Iván que desató la hecatombe de manualidades el fin de semana en mi casa. En dicha circular, se pedía la colaboración de los padres para hacer que sus hijos vivan la Navidad a tope.

En primer lugar, adjuntaba la fotocopia de la figura de una bola navideña y nos invitaban a decorarla con nuestros peques y colgarlas en casa como adorno.

Al mayor se le iluminaron los ojos en cuanto la vio y me rogó que fuéramos corriendo a casa para hacer todas las que pudiéramos. A su hermano enseguida se le contagió el espíritu, así que improvisamos algo con algodón, rotuladores y mucha purpurina. ¡Les quedaron preciosas!

En segundo lugar, nos pedían que pusiéramos nuestro granito de arena en la decoración de la clase. Cada niño debía llevar algo desde casa. después de exprimirme el cerebro para hacer algo cien por cien niño de tres años, que no le atraen demasiado las manualidades, se me ocurrió algo un poco desorbitado, pero como soy de ideas fijas cogí las tijeras, dos cartones de los que recogimos en Covarrubias cuando se celebró el certamen de los arquitectos y el arte y ¡ale! un estupendo árbol de navidad de cartón para pintar y decorar.

Como no teníamos témpera verde hubo que mezclar amarillo, azul y algo de blanco, así que nos ha quedado muy colorido. Creo que lo que más les gustó fue experimentar con las mezclas.

Daniel hasta improvisó con un recorte sobrante del cartón y me hizo un precioso pájaro de cartón que ha pasado a adornar una de las estanterías del salón

Lo pasaron genial untando pintura a diestro y siniestro, pero acabaron castigados por una encolerizada mami cuando se extralimitaron con su pasión por expandir la pintura. Cuando me di cuenta habían pasado a decorar los babis, pantalones, la mesa... Menos mal que no hubo que lamentar más que mi mal humor.

Eso sí, ellos fueron los que sacaron los manchones de pintura de la mesa a fuerza de frotar con los estropajos y el jabón.

Puse los cartones a secar en la bañera pensando en pintar la otra cara al día siguiente, pero se ve que mi regañina les quitó las ganas de seguir con el proyecto y tras una corta colaboración del primogénito, me tocó a mí acabar de mal pintar el arbolito.

Mientras se secaba les puse a hacer los adornos que pensábamos pegar en sus ramas. Empezaron con mucho ahínco, pero a los cinco minutos perdieron todo el interés. Daniel debió ver la decepción en mis ojos porque aún se esforzó en seguir pegando washi tapes en trozos de gomaeva, pero le dejé libre cual pajarito para que jugara a los que quisiera. Lo que me faltaba era obligarles a hacer lo que yo quiera.

Recogí los materiales y me sumergía en la tercera tarea: llevar algo para hacer un belén colaborativo. Después de darles mil vueltas se me ocurrió que un ratoncito hecho con triángulos de fieltro blanco y pintado por el más peque podría ser original. Y me puse manos a la obra enseguida.

El mayor vino a preguntarme por lo que estaba haciendo en cuanto me vio sacar la caja de costura. Se lo expliqué y poniendo los ojos en blanco me aseguró que a él no le apetecía nada pintar el ratón. Sobredosis de manualidades. Me lo apunto para próximas ocasiones. Le aseguré que no hacía falta que lo hiciera ese día y seguí cosiendo, pinchándome, liándola parda... hasta que surgió un roedor bastante picasiano, pero no falto de gracia. El segundo me salió ligeramente diferente. Que se note que está hecho a mano... Y sin medir, que yo soy mucho de hacer las cosas a ojo. Así me va.

El día siguiente, justo antes de ponerme a hacer la cena, el mayor me pidió el ratón y los rotuladores indelebles especiales para ropa. Emocionada no me hice de rogar. Le instalé en la mesa del comedor y me senté a su lado para supervisa que la cosa no se fuera de madre como con el árbol. Mientras pintaba me iba comentando la jugada. " Y aquí una cicatriz, y no va a ser una ratón, una rata mola más... Con ojossss rojossss... Y mucha sssangre en el morrro de una batallaaaaa..." "¡Danieeeeeel! No quiero una rata zombie que me dé pesadillas. ¡Quiero un ratón bonito y adorableeeeeee!" Estallé desesperada.
"Vale, vale... pues un poco de verde por aquíiiii.... y... ¡ya está! Ya no quiero pintar más" Y así me dejó con su siniestro ratón en la mano.

Entonces se me acercó el pequeño exigiendo su turno. Le puse el baby. Le di las pinturas, su ratón. Hizo unos cuantos rayajos. Se pasó un buen rato pintando la cola de "color carne", unas manchas en las orejas y... "Ya no quero pinta má". Y ahí me quedé con dos ratones blancos en la mano un poquito decorados.

Con ningún cargo de conciencia pinté en el de Iván unos ojos, el morro y los bigotes. Por lo menos para que parezca un ratón y no una pirámide con orejas. Cuando le dije que había que llevarlo el lunes a clase se puso a llorar como un loco. "Que nooooo, que nooooo". Conociéndole, seguro que el lunes se lo da a la profe tan feliz.

En fin, que las cosas nunca salen como las planeamos. ¡Y menos con estas fieras de por medio!

Al final, para decorar el árbol les dí unas servilletas con motivos navideños para que las decoraran y las pegué al árbol con el método decoupage para que tuvieran algo de presencia. Lo de pintar las servilletas les encantó. Acabó siendo un trabajo colaborativo porque nos íbamos pasando las servilletas para colorear un detalle u otro. Lo malo era que Iván casi siempre pintaba fuera del motivo, así que al recortarlo se quedaba mucho de los suyo fuera. Pero aquí lo importante es pasarlo bien y no que quede perfecto.

Al final entre los adornos de gomaeva, los de servilleta y los algodones de colores ha quedado muy alegre y navideño.

10 comentarios:

  1. Me encanta! pedazo de árbol os habéis currado...
    Sobre los ratones...no coment! jajjajaja ratas con cicatrices...jajajajaja
    Besos
    No te aburres no...

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    1. Muchas gracias!!! En realidad es muy fácil, aunque muy voluminoso :S

      menos mal que era para el cole, porque en casa no iba a caber cuando montemos el de verdad...

      Te aseguro que los ratones de mi mente eran monísimos jajaja

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  2. Vaya aventura navideña!!! y cuantas cositas!!! El árbol... ¡ME ENCANTA! precioso. Ahora... a seguir decorando ¡Feliz comienzo de Navidad! :)

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    1. Muchas gracias :D

      Es muy fácil de hacer y los niños se lo pasan bomba... Y la madre jajaja

      Feliz Navidad!!

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  3. Pues ha quedado muy chulo!!!! De todas formas, no me gusta mucho eso de que anden obligando tanto a los alumnos como a los padres a hacer manualidades. Y menos para Navidad. ¿Qué pasa si uno no celebra la Navidad? Un besote!!!!

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    1. Estoy de acuerdo contigo. Son actividades optativas, pero a ver quien es el guapo que deja a su hijo fuera cuando el resto está tan feliz trayendo cositas para adornar la clase. En mi época (parezco la abuela zapatilla) los adornos de clase los hacíamos en clase, no en casa. Aunque confieso que yo, por mi forma de ser, estoy encantada con estos deberes ;)

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  4. Un rata zombi asesina, jajajajajaja! Menuda currada, ha quedado chulísimo!! Yo creo que ya puedes ir pidiendo en el cole que le pongan tu nombre a un pasillo o algo. XD
    Muas!

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    1. Yo creo que al contrario porque el árbol es una armatroste,el adorable ratón parece una rata asesina y la bola la hice a mi aire y luego había que llevarla al cole con las medidas exactas jajaja
      Que desastre ;)

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  5. Genial!..creo que pondre tu arbol como otra #fotoidea en mi fan page. Un bezo

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    1. Me alegro de que te haya gustado tanto :D
      La idea de #fotoidea en el twiter es genial.
      Besazos!!

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