En esta ocasión se narran las peripecias de un chef caído en desgracia y su camino a la reconquista de la gloria. Un camino lleno de sangre, violencia y situaciones totalmente surrealistas. La compañía se caracteriza por construir la historia a base de gags, onomatopeyas, muecas y gesticulación exagerada.
También puede ocurrir que acabes manchado o gaseado si te sientas muy cerca del escenario. O que te lleves una somanta de platazos de papel.
No negaré que cae en lo chabacano y asqueroso, pero me sigue haciendo gracia. No lo puedo evitar. Incluso los momentos en los que ellos mismos se parten porque pasa algo con lo que no contaban o la escena se va de las manos. Como por ejemplo cuando le meten polvos de talco en el ojo a uno de los actores sin querer o rompen un plato porque la intensidad de la escena va in crescendo y se quedan todos en plan "WTF" y luego se parten junto con el público.
Desde luego, sobra decir que no es una obra para niños, pero mis adolescentes la disfrutaron muchísimo. Hasta el troll de Iván se partía de la risa mientras se quejaba de que siempre le llevábamos a sitios a los que no quería ir (si fuera por él se pasaría todo el día pegado a las pantallitas ainsss)
Salimos del teatro muertos de la risa y comentando las escenas más impactantes. Aprovechamos que estábamos por la Latina para acercarnos a Yatai Market, un mercado de street food asiática. nos pareció muy curioso y lo pasamos muy bien. Pero creo que prefiero elegir entre un sólo menú, que recorrerme puestos leyendo cada menú para elegir lo que quiero. Ya de normal me cuesta mucho elegir XP
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