Una tarde en la que un poco de frío había espantado muchas familias del parque, nos encontrábamos cuatro gatos en plena operación columpio cuando la repentina presencia de una paloma causó un revuelo entre Iván y otro bebé.
La paloma se posó en el suelo con gran elegancia. Iván la miró, el otro niño la miró... Y los dos iniciaron una catelosa marcha hacia el animalillo que acabó en estampida infantil. El bicho, en vez de huir aterrorizado, se lo tomó con calma. Corrió un buen rato con sus dos alborozados perseguidores. Incluso los fintó en un par de ocasiones. Volaba hacia la farola situada justo en el centro de la zona de juegos, descansaba un poco y volvía a bajar.
Cualquiera diría que se lo estaba pasando bien jugando con los pequeñajos. Yo veo semejantes mastodontes avanzar hacia a mí y pienso alas para qué os quiero, pero la paloma se jugaba el tipo una y otra vez para hacer las delicias de los chiquillos.
Tras un buen rato de jugar al pilla pilla, los peques se despistaron con otras cosas. Iván, por ejemplo, vino a pedirme agua. Y cuando volvimos a mirar a la farola... ¡la paloma había desaparecido! La pena de Iván era inconsolable. "¿Paoma? ¿Paoma? ¡¡¡¿Paooooma?!!" gritaba una y otra vez con la lagrimilla en el ojo. Pero la paloma no volvió.
Y nunca más la volvimos a ver. Supongo que se cansó de los dos pequeños humanos pesados que no la dejaban degustar tranquila los restos de merienda.
Mucho aguantó la pobre, jajajaja!
ResponderEliminarMuas!
Demasiado jajaja
EliminarYa tuvo aguante la pobre paloma!!! jejejejejeje
ResponderEliminarBesinos
Fue muy extraño que no saliera pitando desde el priemr momento :D
EliminarPobre Iván! Y pobre Paloma que seguro que se pensaba que le habían abandonado y se fue con la música a otro parque jajaja
ResponderEliminarVa a ser eso jajaja
EliminarSe sintió ignorada y se fue muy ofendida
Con la de palomas que hay por Huelva... las hay que dan para un buen guiso. Hay incluso un parque para ellas que se vende comida para darles, lo que iba a disfrutar Iván en él con el pedazo de tobogán que tiene jejeje.
ResponderEliminarBesotes.
Cuando le doy migas de pan para las palomas, lo arroja con mucha fuerza mientras corre hacia ellas gritando alborozado. Me temo que las palomas prefieren quedarse sin comer jajaja
EliminarAnda que no están resabias esas palomas jajaja yo creo que los estaba toreando un poco jejeje
ResponderEliminarDesde luego tenía un control...
EliminarAins¡ Es que me dan un poco de asquete las pobres, y con esos ojos rojos..que yuyú¡ Mejor que se fuese (Ay, que mala soy¡)
ResponderEliminarTe entiendo. Después de todo, no las llaman las ratas del aire por nada :S
EliminarA mí es que no me gustan nada las palomas. Son un foco de infecciones. Como ratas con alas. Jajaja. No obstante, ése no es motivo para que tengan que soportar semejante acoso. Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarHasta las ratas del aire tiene sus derechos jajaja
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ResponderEliminarUy! uy! uy! Yo no he borrado nada. ¿Me la estarán liando?
EliminarQue lista la paloma!!!estaba vacilando a los niños!!!se lo pasaría pipa viendo como la perseguían y no la cogían!!!Estos "bichitos" de ciudad saben mucho.......e Iván que tiernooooo, para comérselo como siempre.....ains pobrecito mío que disgusto cuando notó la ausencia de la paloma...dile que su suegra le compra una si hace falta, jolín que no quiero yo ver sufrir a mi futuro yerno!!!!Besotes Dácil!!!
ResponderEliminarJuliette
Noooo!!! Me imagino el lío que se armaría con los gatos y la paloma :O
Eliminar¡¡Y los niños!! Todos revueltos. Apiádate de tu consuegra y olvida esa idea ;)
jajaja la paloma estaba aburrida y quería un poco de marcha :) Pobre Iván vaya disgusto
ResponderEliminarBesos
Sí se disgrustó, pero se le pasó enseguida. La memoria de estos bebés es bastante escasa jajaja
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