miércoles, 21 de enero de 2015

Un cuento para la clase de Iván

A las profesoras de primero de infantil del cole de mis hijos se les ha ocurrido una actividad muy bonita. Una viernes al mes, un padre, madre o familiar que le apetezca, se acerca a la clase y les cuenta un cuento a los niños de las dos clases.

Me recuerda mucho a lo de la semana del protagonista que vivió Daniel con mucha emoción en el último curso de guardería, pero que no repitieron con Iván.

Con mucha ilusión elegí el cuento y me lo preparé. Tenía claro el que iba a contar: "El niño que quería ser pirata". Me lo inventé cuando Daniel era pequeño y les gusta tanto a los dos que no se cansan de oírlo. Lo he repetido tantas veces que podría contarlo hasta dormida. Por si tenéis curiosidad lo podéis leer en este post.

Me puse manos a la obra y enseguida compuse una portada, que nos piden para ir colgando en una de las paredes del aula, unas figuras de cartón, el imprescindible mapa del tesoro, un gorro pirata, un cofre lleno de moneditas de chocolate (también lleve aspitos por si acaso teníamos algún alérgico a la leche), un paraguas y un dragón de peluche.

Dos noches antes reuní a la familia en el salón cómo público de honor para el ensayo. Empecé la historia y vi como mis hijos me miraban hipnotizados. Me las prometía muy felices cuando Daniel empezó a liarla: "¿Y por qué monos y no zombis?", "Mami, en el mapa hay más cosas, ¿por qué no van allí?" "¿Me das eso?" "¿Y eso?" "¿Puedo jugar con esos dibujos? ¿Cómo los has hecho?"... Con tantas interrupciones yo ya no sabía si el niño quería se pirata, bailarín del Bolshoi o churrero como mi hijo mayor el revientacuentos. Acabé la historia con un "¡¡¡Aaaarg!!! Fin, fin fin ¡Se acabó el cuento!"

"¿Pero, entonces, que le pasa al niño?" Preguntó inocentemente mi marido. "¡¡¡Que se convierte en pirata!! ¡Vale! ¿Qué esperabas? ¡¡¡Que se uniera a los monos furiosos a tirar cocos!!!" Inteligentemente no añadió nada más. Daniel no se dio por aludido y los dos peques se fueron a la cama tan tranquilos dejando a su madre al borde de un ataque de nervios y pensando con horror si sobreviviría a la prueba del viernes.

Menos mal que ambos me dijeron que les había encantado. Iván, por su parte, me dijo que el dragón le daba miedo y que no quería que se lo acercara cuando fuera a contar el cuento en el cole. Le prometí que no lo haría. Al mayor le tuve que prometer que le regalaría todo el atrezzo nada más terminar con mi labor de cuentacuentos por un día.

Llegó el día y, tras pasar toda la mañana mordiéndome las uñas, me presenté en la clase del más pequeño de la familia con un carro de la compra cargado hasta los topes. Saludé a los chiquillos que me recibieron con sonrisas y ojitos brillantes. Todos guapísimos. Se portaron de maravilla. No podía esperar un público mejor. Iván estaba encantado y era el primero en responder y hacer todos los efectos especiales. Normal. Se sabe la historia de memoria. pero los demás no se quedaban atrás y enseguida se prestaban al juego.

Cuando terminé de repartir las moneditas de chocolate del tesoro me dieron un gran aplauso y corrieron todos a sentarse conmigo para hacerse una foto. Creo que ahí fue cuando empezó a torcerse el asunto. Los chiquillos se acercaban a contarme cosas, a pedirme que les ayudara con algo, a enseñarme su nombre colgado en la pared... Y yo notaba como crecían los celos en mi benjamín. Con el ceño fruncido se acercó a mí y me pidió que le acompañara a recoger el baby. "¡Pero Iván! Ve tú solo para que mamá vea lo mayor que eres" le animó su profesora muy cariñosa. Y fue la gota que colmó su vaso. A partir de ahí ya no quería ni verme.

La profesora intentó calmarlo y le preguntó "¿No quieres que invitemos a tu madre otro día para que nos cuente otro cuento?". La respuesta fue muy clara: "¡No!". Supongo que eso de compartir a su mami lo lleva fatal. Aún así me ha dicho su maestra que me van a volver a invitar porque piensa que así Iván va a superar su exacerbada mamitis. Yo encantada, aunque ahora tengo que buscarme otro cuento que me sepa muy bien. Puede que me prepare uno de Pablo y Nino.

El caso es que al final me lo tuve que llevar a rastras y con una perreta de órdago. Menos mal que la maestra me ha asegurado que un día vamos a quedar para hablar del tema y ayudarme.

Con toda la paciencia de la que fui capaz, le senté en una de mis piernas, lo abracé y le pregunté por qué estaba enfadado. Sabía que no me lo iba a decir, porque no lo sabía ni él. Los celos son irracionales. Al final le busqué un motivo para que se sintiera mejor ¡y funcionó! Se calmó al segundo. "Ya sé por qué estás enfadado" le aseguré, "Es porque le dijiste a mamá que no te acercara el dragón. Se me olvidó y te lo acerque. ¿Es eso?" El chiquillo paró de llorar, se quedó un poco pensativo y contestó muy bajito: "Sí".

A partir de ahí todo fue mejor, pero no me atreví a hacer mucho caso a otros niños por si me la volvía montar parda.


16 comentarios:

  1. Suele suceder ,es normal e hicisteis bien en dar otro motivo"salida" porque reconocer los celos cuesta . Eso se puede reconducir pero no debes de dejar de hacer una actividad por ello , quizás ,en otra comparecencia tuya ,él debe ser más protagonista para que se sienta importante . De todas maneras ,es muy pequeño . El mío pequeño también era así , y ya se ha acostumbrado ,ahora me ayuda en las representaciones, está pendiente de cualquier detalle que se me pueda escapar ,si por ejemplo , voy a mostrar algo que deben tocar de uno en uno , y mando a hacer una fila ,él organiza la fila y guarda el orden .Luego le digo que estoy muy orgullosa por su ayuda y que fue el mejor que se portó , y que sin él no hubiera podido hacerlo. Poco a poco se le pasará.

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    1. Es que eso de compartir a mami es muy difícil para estos peques. Recuerdo en otra ocasión, que una mamá del cole que se dedica a este tipo de actividades, organizó una y su hijo de tres años se puso celosísimo. Le montó la misma que a mí Iván. Así que ya ves, ni estando acostumbradso a ello les sienta bien que su madre sea protagonista por un día jajaja

      Es genial que tu niño pequeño se haya convertido en tu ayudante. Ojalá Iván venza esta mamitis pronto porque no me deja ni saludar a la gente por la calle Sight!

      Gracias!!

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  2. Ay, pobrecillo... Creo que la idea de la profe de que vayas más veces para que a Iván se le vaya pasando es muy buena. Ya nos contarás. Eso sí, flipo con que no sólo os hagan ir a contar un cuento sino que encima tengáis que ir con todo el atrezzo preparado. Jajajaja. Son unos abusones. Besotes!!!!

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    1. En realidad, lo único que nos piden es que vayamos a contar un cuento. El resto de la composición me la hice yo que soy una flipada jajaja

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  3. Ese cuento tuyo se lo conté a Peque un par de veces! Pero se me olvidaba todo el argumento e improvisaba sobre la marcha, jajajajaja!
    Seguro que poquito a poco Iván va aprendiendo a compartirte, es muy chiqui aún, jejeje...
    Muas!

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    1. Jajaja Yo también le hacía cambios sobre la marcha al principio, pero ahora lo he contado tantas veces que ya casi lo cuento por inercia

      Pero si el que escucha es Daniel me lo hace cambiar mil veces a su gusto ;)

      Espero que a Peque le haya gustado!!

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  4. Madre mía eres un hacha! Inventarteun cuento, prestarte a contarlo y teatralizarlo en el cole y encima ser comprensiva con los celos del peque. La verdad que tienes una paciencia que no tiene límites.
    besos y enhorabuena!

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    1. Muchas gracias!!! Me halagas mucho. El cuento me lo inventé, pero lo he contado tantas veces que ya me lo sé de memoria jajaja
      Y con Iván hay que tener mucha paciencia, porque como pierda los nervios él se pone peor buf buf

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  5. Hola. es un cuento fabuloso y lo llevabas todo perfecto pero no habíamos contado con el ataque de celos de tu hijo por compartirte con el resto de los compañeros... qué fuerte!!! menos mal que lograste calmarlo... los celos son irracionales y los niños sufren sin saber realmente porqué...

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    1. Muchas gracias!! La verdad es que me olía el ataque de celos, porque el peque tiene mucha mamitis y no soporta ni que hable con otras madres :_(
      Intenté mirarle más a él que a los otros y tener más detalles con él, pero... ¡nunca es suficiente!
      Seguro que se le pasa en un par de añitos :D
      Es verdad que es muy difícil lidiar con los ataques de celos...

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  6. Qué chulada!! Yo también cuento siempre que puedo en le cole de mis bichos y cuando les pido que me hagan de público para los ensayos suelen reventarme el cuento, pero luego siempre sale todo bien.
    Los celos de tu peque seguro que son una manifestación mal canalizada de lo orgulloso que está por que su mama vaya a contar cuentos en su cole. No dejes de hacerlo, habla con él y seguro que entra en razón.
    Muy bueno el quiebro dándole un motivo para su irracional enfado ;)
    Un besazo

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    1. Muchas gracias!! Me quedo con tu versión de los hechos que es más bonita que la mía ;)

      Y eso de que revientan los cuentos en los ensayos... Debe que ser que aprovechan que tienen a las mamis para ellos solos jajaja

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  7. Es un cuento preciosa y la iniciativa me encanta! Ainch esos celos, nosotros no hemos llegado a ese punto, pero recuerdo cuando era pequeña que me pasaba algo parecido pero con la hija de unos amigos de mis padres. Es difícil canalizarlos, seguro que se sintió tan orgulloso de ti que no supo muy bien como reaccionar. Un besazo

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    1. Mi hermana era como Iván. Como no le dieran a ella primera el beso montaba en cólera. Ahora me río, pero en esa época salíamos corriendo y que lidiara con ella mi pobre madre jajaja

      Mira por dónde ahora me toca a mí lidiar con Iván por lo mismo.

      Muchas gracias!!

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  8. jajaja eso es normal, cuando elaño pasado fui a contarles el cuento a la escuela infantil de la bichito, le pasó lo mismo, solo que ella encima se quedó llorando cuando me fui jajajja me dio una pena. El cuento es fabuloso!!! genial!! seguro que lo hiciste súper bien, eres una artistaaaaa!!!!

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    1. Graciaaaaas!!! Yo sé que tú siempre me ves con buenos ojos :D

      Pobre bichillo y pobre tú. Que angustia. Te esfuerzas y haces estas cosas por ellos y luego resulta que te montan unos pifostios...

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