Con esto de que estoy trabajando lo de estrenar el menaje culinario que le había traído Papa Noel al mayor de la casa se retrasó un poco, pero llegó el día. Sobre todo, porque Daniel no paraba de insistir e insistir. ¡No me extraña! Estaba deseando usarlo todo.
Empezamos por los moldes para hacer piruletas. Me pareció más fácil hacerlas de chocolate que de caramelo, así que compré del blanco y del que tiene leche para fundir y lo preparé todo para una sesión culinaria. No había mucho que preparar, la verdad.
Les pedí que partieran las onzas y que las metieran en un platito. Luego lo pusimos todo en el microondas. Daniel se me adelantó y sacó el plato en cuanto oyó el pitido. Con tan mala suerte que el recipiente no era apto para microondas y estaba ardiendo, así que se quemó el pobre. Pensé que sería poca cosa, pero cuando puso el dedo bajo el agua fría por segunda vez diciendo que le molestaba le unté bien de Silvaderma, que es lo que tengo en la cocina para accidentes por quemadura.
Ya no volvió a quejarse, pero por la noche lucía una hermosa ampolla que exhibía orgulloso como si fuera una herida de guerra.
El caso es que, después de quemarme yo también, utilicé guantes para sacar el chocolate medio derretido y meterlo en los moldes con una cuchara. No quedaron perfectos, pero los niños estaban encantados, a pesar del accidente. Se estaban poniendo como el quico a chocolate. ¡Vaya par de pillos!
Para calentar el chocolate con leche cambié a otro platito más adecuado. E hice la misma operación de rellenar el molde. Lo dejé enfriar un poco y después ¡a la nevera!.
Las piruletas estaban listas y desmoldadas para servir de postre en la cena. Yo cogí una en forma de flor y me dediqué a saborearla tranquilamente. Cuando fui a coger otra... ¡las nueve restantes habían volado! El campeón fue Iván con cuatro piruletas consumidas a la velocidad de la luz, luego Daniel que logró hacerse con tres y después el papá que fue más lento y sólo tomó dos.
Los chiquillos se volvieron a mí y gritaron: "¡Quiero máaaaas!" Habrá que ponerse a ello, pero a la velocidad con la que desaparecen voy a tener que espabilar.
tienen muy buena pinta, ummm y a estas horas (13:20) .... jejeje bueno aprovecho y os deseo ¡Feliz Año! hasta el año que viene, ¡pasadlo en grande! un beso
ResponderEliminarFeliz año!!! Las piruletas volaron jajaja
EliminarOtro días las hacemos de caramelo y de colores ;)
Seguro que duran más porque son más difíciles de masticar.
Pasadlo muy bien la última noche del año :D
Tendrás que ponerte manos a la obra y hacer más, y ya de paso te dejas caer algunas por aquí....jajaja
ResponderEliminarEso eso, vamos a hacer una fábrica de piruletas de chocolate mmmmm
EliminarVamos a necesitar unos doscientos moldes más jajaja