Hace poco mi niño pequeño me asaltó extremadamente feliz porque se le movía un diente. Fue a enseñármelo y, ¡plop!, se quedó con él en la mano. Nunca había visto una caída de diente de leche tan rápida. Iván estaba entusiasmado pensando ya en lo que se compraría con el euro que le iba a dejar el señor Pérez bajo la almohada. Que por cierto, al final fue un militar que encogía hasta caber en una huevo, una cosa rarísima, pero si a él le gusta...
Al poco, el mayor me asaltó hecho una mar de dudas, "Mamá, el tema del ratoncito pérez me escama un poco. No es muy creíble toda esa historia de los dientes y las monedas. ¿No crees? Porque... ¿Cómo sabe él cuándo tiene que venir? ¿Cómo se entera de que está el diente debajo de la almohada?"
Ante las preguntas excçepticas yo siempre adopto la misma postura. Una estrategia que me funciona de maravilla: "Hijo yo sé, lo mismo que tú".
Y así hice también en esta ocasión: "Pues no sé Daniel. Yo sólo sé lo que me cuentan como tú. No tengo ni idea de cómo se las ingenia el ratoncito para acarrear dientes y monedas" le contesté, y me quedé tan pancha. Bala esquivada. O eso pensé.
"Pero, mamá, imagínate que, en realidad, el ratoncito Pérez no existe. Imágínate que es una persona la que pone las monedas y coge los dientes de las almohadas", uy uy uy... Esto se pone peligroso. Tenía que contratacar.
"¿Estás pensando que todo forma parte de un plan maquiavélico para dominar el mundo?", sugerí, "Quizás las monedas que nos dejan en las almohadas tienen nanorobots que nos lavan el cerebro para hacer lo que ellos quieren".
"Entonces, entonces... a lo mejor eres tú misma la que nos pone la moneda sin saberlo", aventuró el pequeño. ¡Jolín con estos peques!
"Pues puede ser. A lo mejor me levanto sonámbula dirigida por el lavado de cerebro de las monedas con nanorrobots que me pusieron cuando era pequeña", le seguí la corriente. Negarlo hubiera sido demasiado sospechoso.
"O alo mejor, el ratón Pérez en realidad es una pavo con mochilas cohetes que se meten en tu habitación a dejarte la moneda y llevarse tu diente porque son dientívoros" aseguró muy emocionado el benjamín, muy metido en su papel de investigador del misterio.
"¡¡Dejad de decir tonterías!!" nos cortó medio mosqueado el mayor, "Está claro que el ratoncito Pérez es en realidad ¡nuestra portera!"
"¡¡¡Quéeeee!!!", exclamé patidifusa.
"Pensadlo bien. Todos los niños de la escalera le informan de que se les mueve un diente. Luego ella les va preguntando como va la cosa... ¡hasta que se cae! Y es de las primeras en enterarse. Estoy seguro de que tiene una llave maestra que abre todas las puertas y le permite introducirse en las casas por las noches.
"Eso es un poco inquietante. ¿No?", nuestra portera es puro amor pero que esas ideas de personas que se introducen en casa ajenas con llaves maestras.... "Además, crees que ella se va a ir a las casas de todos los niños..."
"¡No!", me cortó. "¿Es que no lo entiendes? ¡Son los porteros! Los porteros de todo el mundo son los que se llevan los dientes y dejan la moneda", aseguró vehemente y muy feliz con su gran descubrimiento deductivo.
"¿Y para qué los quieren?", le chafó su hermano.
"¿Eeeeh? Eso aún no lo sé. Hay que descubrirlo", contestó muy digno.
"Pues yo sigo pensando que mi teoría de los pavos dientívoros es más posible", comentó Iván entre dientes para no molestar a su hermano y mirándome a mí en busca de apoyo.
Una menda aprovechó la ocasión para aconsejarles que plasmaran sus teorías en el diario de campaña del juego que estamos haciendo y se ganaran unos puntillos. Y claro, ellos encantados. Aunque estamos teniendo muchos problemas con las fichas del diario. También es una cuestión de teorías incompatibles. Yo creo que tiene que hacerlas con buena letra, correcta ortografía y frases inteligibles y ellos que con un cutre dibujo ya voy servida ainsss.
Agobiadita perdida me has dejado con las elucubraciones de tus peques...
ResponderEliminarAhora entiendes mi estado mental jajajaja
EliminarSi es que estos dos tiene mucho rollo XD
Jajajaja. Esa teoría es maravillosa. A ver a quién le adjudican el papel de Reyes Magos. A los del camión de la basura, probablemente. Van por ahí con un camión por la noche, sin que nadie sospeche. Da que pensar... Besotes!!!
ResponderEliminarME ENCANTA!!!! Qué teoría más buena. Tienen los regalos camuflados en esos camiones grandotes y pasan por las noches. Todo cuadra!!! Ya se la contaré a los peques si llegan a plantear la duda, que meterme yo sola en esos jardines pues como que no jajajaja
EliminarAy por favor que imaginación tienen tus peques!! Me han encantado las historias..lo de la portera es para sospechar😂😂
ResponderEliminarA mí me ha convencido la teoría de la portera jajajaja
EliminarAunque la del pavo tiene su aquel jajaja
jajajaj que buena teoría
ResponderEliminarEstán como cabras estos dos jajaja
Eliminarjajajaja mira lo del portero no lo había pensado jajaj pero puede ser un aliado o espía del ratoncito, al fin y al cabo son unos profesionales de la información jajaja (por el cotilleo)
ResponderEliminarSeguro que son amiguitos y están aliados jajajaja
EliminarSe lo diré a Daniel. Fijo que el ratón va con un camión a llevar monedas y llevarse los dientes que van acumulando los porteros jajaja