Habían empezado a llamarla la novia del rarito. ¡Qué otra cosa podía hacer! Había roto la primera norma para sobrevivir en el cole: "No dejes que los abusones sepan que existes". Pero no contaba con que el precio a pagar era un sentimiento de culpa cada vez más grande que no tenía piedad con ella.
Pero ahora tenía que centrarse en la norma número 2: "Encuentra gente con intereses similares a los tuyos y ¡únete a ellos!". Solución, el club de arte. Pero, cuidado, que pronto va a comenzar una batalla de órdago entre clubs en la que se muestra el deseo de encajar a toda costa, la presión de los amigos, la exigencia extrema de algunos padres, la preocupación silenciosa de otros... Y en medio de todo nuestra protagonista: Penélope, también llamada Peppi, que se debate entre lo que cree que es correcto y cómo creen los demás que debe de actuar. ¡Lo pasa muy mal esta chica!
Al final del tomo nos encontramos con una atípica presentación de la autora de lo más entrañable, los agradecimientos, unos bocetos geniales y, lo que más ha gustado al mayor, cinco pasos a seguir para hacer tu propio cómic. Con lo que les gusta a estos crear sus propias aventuras guionizadas con dibujitos y bocadillos.
Daniel se lo leyó entero de una sentada y cuando le pregunté qué le había parecido me contestó: es un poco raro, pero muy divertido. Se ve que con ocho años aún no pilla los matices de la historia.
Yo, que sí que los pillo, me he quedado impresionada. Estoy deseando leer el segundo tomo, Valiente, que editará Penguin Random House dentro de poco, o eso dice la última página de este cómic. Espero que no tarden mucho. Y que luego traigan también el tercero, Crush, todavía sin traducir. Ojalá, ojalá.
Me encanta! Lo mejor del día. Últimamente le doy más vueltas a si mis nenes sabrán alinearse con los "raritos" que a si serán raritos ellos. Será que yo fui un poco rarita y en el fondo estoy convencida de que es una virtud. Bueno...no estoy convencida, ¡lo sé!.
ResponderEliminarDeseando leerlo.
Pienso que a final todos tenemos nuestras rarezas y en eso es lo divertido. ¡Si todos fuéramos iguales sería terrible!
EliminarA mí lo que me daba miedo es que mis hijos se convirtieran en los matones de tres al cuarto brrrr
Pero parece que son más "raritos" que peleones. ¡Menos mal!
El cómic es muy bonito!!! A nosotros nos ha encantado <3
Yo es que siempre fui de los "raritos" (y lo sigo siendo) y la verdad es que no me generaba ningún trauma. La gente guay me parecía muy aburrida. Eran todos iguales. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarYo también he sido la rarita toda mi vida. A día de hoy hasta mis hermanos me siguen diciendo eso de qué rara eres jajaja Pero con mucho cariño, of course.
EliminarNo es algo que me haya preocupado nunca. Es mas. De adolescente, me encantaba ser la rara jajaja
Por cierto, totalmente de acuerdo con que la gente guay parece clónica. Alucino cuando veo esos grupos de gente por la calle que hasta se visten y peinan igual!!!! Son clones!!!! La invasión ya está aquí!!!!