Este finde lo hemos pasado en el pueblo, disfrutando de paseos pasados por agua y chiquillos revolucionados. Lo bueno del agua es que está todo verde y precioso. Lleno de flores y de color. Da gusto pasear, aunque sea con paraguas y botas de agua.
El puente se ha llenado de unas flores rosa brillante que probablemente estén haciendo estragos en su estructura y seguramente las quiten pronto, pero este fin de semana daban un toque muy primaveral al paseo del río.
El patio de la abuela también da gusto verlo. Las rosas están preciosas y el resto de las flores también. Disfrutando de todo esto estaba yo cuando me topé con una rareza muy curiosa. Una flor extrañísima con hojas más extrañas todavía. Sin dudarlo le hice una foto y corrí para que la abuela me sacara de dudas. Le pregunté si sabía qué planta era y me contestó "¿Tú lo sabes? Yo tampoco".
Por lo visto surgió de repente, de alguna semilla que volaría no sabemos de dónde y se posó en el jardín de la casa. Y allí se sintió tan a gusto que le dio por crecer hasta la planta rarísima en la que se había convertido hoy en día.
Mis hijos se unieron al descubrimiento entusiasmados. "¿Será extraterrestre?" sugerí yo. "Síiiii" acogieron la idea con entusiasmo. "Espero que no le guste la carne humana", proseguí. "¿Eeeeeeeh?", se volvieron ambos con cara de susto.
Les tranquilicé asegurandoles que para comer carne humana necesitaba dientes afilados y no era el caso, porque no había nada parecido en toda su estructura. Y les hablé de la película The little shop of horrors. Puede que algún día se las ponga. No recuerdo que diera mucho miedo ni fuera muy gore, pero mejor la veo yo antes por si acaso.
Dejamos en paz a la planta durante el resto del fin de semana, pero durante el viaje de vuelta a Madrid Daniel empezó a contarme que la noche anterior había visto como la flor se despegaba del tallo y salía volando a su hogar. Ay ay ay, esto me huele a pelotazo o pisotón involuntario.
La próxima vez que vayamos al pueblo lo primero que voy a hacer es mirar el estado de la planta. A lo mejor sólo lo soñó.
Su nombre es Nigella Damascena y si q es muy curiosa. Me alegro q a los peques les gustase. Tenéis mucha imaginación! Lo q me he reído. Feliz semana. Elena
ResponderEliminarMuchas gracias!! Cuando los peques vengan del cole se lo voy a contar y vamos a investigar sobre ella en internet. Que planta más curiosa!! Es una preciosidad. Feliz semana!! :D
EliminarA mí me ha recordado al mburucuyá de mi tierra pero esa no es autóctona de aquí y la que dice Elena sí, así que debe de tener razón. Sea como sea, es una monada. Besotes!!!
ResponderEliminarAcabo de buscar la mburucuyá en google y también es muy bonita. Se parece muchísimo. Como se nota que no tengo ni idea de botánica jajaja
EliminarSi que es bonita la flor si, lástima que yo no me pueda arrimar mucho porque como dije en mi post de la semana pasada, planta a la que me acerco, muere.
ResponderEliminarPero es muy bonita.
Que finde mas bueno, a mi me encantaría tener pueblo, es algo que le digo muchas veces a Alejandro de tenerlo en cuenta, porque se vive de otra manera (aunque sea solo para vacaciones).
Un beso muy grande guapa!
Yo igual. No se me dan nada bien eso de cuidar plantas, pero a la abuela de Raúl se le da de miedo. La verdad es que eso de tener pueblo está muy bien para desconectar. En realidad es el de Raúl porque mi "pueblo" es bastante más inaccesible ainss
Eliminarjejejeje
ResponderEliminarq bonito está todo!!!!!
Aunque estoy cansadísima de tanta lluvia :(
Dicen que ya viene el buen tiempo. Paciencia...
Eliminar