viernes, 7 de septiembre de 2018

Barbacoa en la piscina

Una de las razones por las que elegimos Arenales del Sol para nuestras vacaciones fue porque mi ver a la familia, así que cuando mi prima nos invitó a una barbacoa en su casa de campo nos encantó el plan. Encima también venía mi hermano y mi sobrina Natalia. Que ilusión nos hizo porque pensábamos que no les íbamos a ver este verano y al final estuvimos unos días juntos.

El caso es que nos plantamos en la casa de mi prima con muchas ganas de reunirnos todos y pasarlo muy bien. Lo primero que hicieron mis peques, después de saludar, fue tirarse de cabeza a la piscina. ¡Cómo les gusta el agua a éstos! Y me encantaría afirmar que a partir de ahí no hubo niños... pero no. Sí que se hicieron notar ¡y mucho!

Mira que tenían espacio estando ellos solos en el agua, pero aún así se molestaban. Que narices tienen.

Menos mal que en cuanto el comando fuego se puso manos a la obra se acabaron las peleas. Lo malo fue que captaron demasiado la atención infantil y hubo que espantarlos de allí para evitar accidentes.

Anda que no saben bien las costillas, chorizos, longanizas, pancetitas... etc... a la barbacoa. Encima, mi prima hizo patatas al horno con ali oli casero... mmmm. Casi salimos rodando de allí.

Como broche final, granizados de un sitio que los hacen de miedo y, lo mejor de todo, una tarta de queso con compota de manzana que hizo mi primo, que está estudiando para ser cocinero, y que estaba de muerte. Nunca había probado una así. Aún a riesgo de estallar me comí mi porción enterita porque estaba realmente deliciosa.

Al que no le gustó mucho fue a nuestro mayor, que estaba un poco alicaído porque él suele tener fama de comer muy bien y no le sabía bien decepcionar así a su primo. Así que decidió darle un explicación ante un plato aún lleno de tarta: "Jo, lo siento mucho. Es que a mí el queso no me gusta nada, pero nada nada. Si me hubieras hecho la tarta de repollo...", "¡¡¡¿¿¿De repollooooo???!!!", se sorprendió su primo, "Si me hubieras dicho de chocolate... ¡pero una tarta de repollo! Pues sí que me lo pones difícil".  Vaya reto difícil. Ya me gustaría ver a mí a los de Masterchef intentándolo con una receta de este calibre. Desde luego, no seré yo quien complazca a mi primogénito. Aunque, que conste en acta, que buscando en google posteriormente he encontrado un montón de opciones que no tienen mala pinta.

Tras una buena cena y una mejor charla, nos despedimos de todos para volvernos al apartamento. Los peques se quedaron fritos casi al tocar sus asientos. ¡Pobrecitos! Que paliza llevaban. Pero le sale a cuenta porque se lo pasaron genial.


6 comentarios:

  1. O sea que existe la tarta de repollo?? Jajajajajaja! Vaya ideas!
    Me encanta la foto destrozaos en el coche, qué bien saben esas siestorras después de pasarlo genial.
    Besotes!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí también me sorprendió, pero ¡Sí! Existe jajaja Y no tiene mala pinta.
      Lo mejor de que acabaran destrozaos es que tras la siesta en el coche no se espabilaron sino que cayeron cual tronquitos en sus camas toda la noche jajajaja

      Eliminar
  2. jajajaja eres de las mías!1 Nathan también cae KO a la vuelta en los viajes y también acabo echándole foto.
    Me alegro de que lo pasaseis bien.

    Un beso!

    ResponderEliminar
  3. q buen plan!!!!
    Seguro q lo disfrutasteis a tope todos ¡terminado agotados!
    q mayor ya la prima!!!!

    ResponderEliminar

Me encanta saber lo que piensas.