Y una vez más hemos vuelto a Jugando por ellos, una maratón benéfica en la que te lo pasas bomba jugando a juegos de mesa y ayudas a animalitos en situaciones delicadas. Se celebra en un club de juegos con mucha solera y renombre: Mecatol Rex. En esta ocasión, las protectoras a las que iban las donaciones eran Huron life y La luz animal, ambas dedicadas al rescate y cuidado de los animales y a concienciar sobre temas tan tristes como el maltrato y el abandono. La primera está centrada en los hurones, porque cada vez son más los que deambulan abandonados y en pésimas condiciones. Por lo visto se ha puesto de moda adoptarlos como mascotas porque son parecidos a los gatitos en cuanto a carácter y muy cariñosos. Tanto amor que nos dan los animales y tan mal que les puede llegar a tratar la gente sin conciencia.
En esta ocasión, dejé de lado mi afán jugón y vestí la camiseta de voluntaria. Como tengo memoria de pez para las reglas, me pusieron en el Arcón Friki, un mercadillo con verdaderos tesoros a precios de risa (A ver, que Zombicide estaba a 40 euros, Ticket to ride Europa y Dixit a 15, los hombre lobo de Castronegro y los Q de Guerra de Mitos a 5... Y no sigo no sé ni porqué). No sólo se vendían juegos, que habían unos muñecos amigurumis de Anillo Mágico Gumi que eran monísimos (yo me llevé un koala precioso), Los libros de María José que son un tesoro, un cojín de patchwork hecho a mano que era una maravilla, libros a 3 euros, chapas, dados, llaveros... Y allí estaba yo atendiendo a los interesados y respondiendo las preguntas que estuvieran al alcance de mi conocimiento.
Al principio tuve poco trabajo porque ahí la gente iba a jugar (¡como debe de ser!), pero la voluntaria de la ludoteca agarró el micrófono, se puso a cantar las ofertas más jugosas y la cosa se animó mucho más.
Mientras, Iván estaba enganchado a una máquina recreativa y Daniel perseguía al pobre voluntario que se encargaba de las redes sociales y con el que hizo muy buenas migas. Al peque le vi jugando al juego de cartas de Minecraft muy entretenido en algún momento y el resto con la maquinita, pero el mayor creo que se pasó todo el rato relacionándose con unos y otros y comiendo las delicias del improvisado bar.
La ludoteca era completísima. Había juegos para todos los gustos. Raúl, como era voluntario para explicar reglas sí que se sentó con gente a jugar con la excusa de que así les ayudaba y tal. Yo miraba con ojos golositos algunos juegos de la ludoteca pero no me atrevía a alejarme mucho de mi puesto. Además me lo estaba pasando bomba charlando con todo el que tenía cerca, que yo soy mucho de darle a la lengua. Y hasta expliqué algún juego. Patchwork lo expliqué bastante bien; Azul fue un desastre total y tuve que pedir ayuda a uno de los chicos de Mecatol rex que andaban por allí (más majo que las pesetas); y Bild'it, como acababa de jugarlo y es de lo más sencillo que hay, lo bordé. A ver si para las próximas me empollo algunas reglas para ir preparada.
La verdad es que ha sido un placer colaborar con este evento lleno de buen rollo y amor por los animales y los juegos de mesa. ¡Ya estoy deseando que llegue la edición de 2019!
Una iniciativa genial y divertida!!
ResponderEliminarPues sí, lo tiene todo. Además la gente que te encuentras allí es majísima :D
EliminarAnda que no os lo pasáis bien :)
ResponderEliminarSiempre que podemos jajaja
Eliminarq buena iniciativa! cuando he comenzado a leer, he recordado q tb pasasteis el año anterior. ¡q bien!
ResponderEliminarMe alegro q además d ir y colaborar, y divertirse os hayáis puesto de voluntarios! os habéis divertido y habéis ayudado ¡q bien! un beso
Síii. Este es el tercer año que vamos. Si no recuerdo mal y siempre lo pasamos genial :D
EliminarTodo lo que sea ayudar a los animalitos está genial y si encima es divertido pues la bomba... Ojalá hubiera estado allí😘
ResponderEliminarAy sí. Te lo hubieras pasado pipa. Te hubiera explicado las reglas de todos los juegos aunque te las explicara al revés jajaja Lo que nos hubiéramos reído :D
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