miércoles, 6 de febrero de 2019

Iván y sus circunstancias

- ¡Vale ya Iván! Qué te pasa últimamente que estás enfadado con el mundo.- El peque apretó los labios con cabezonería y frunció más el ceño sin contestar a mi pregunta.
- Cuando alguien te habla, le contestas y le miras.- Le aleccioné yo con tono de autómata. La de veces que les habré dicho esto a lo largo de los últimos años. Qué les pasa a los críos de hoy en día. Les cuesta muchísimo asimilar las normas básicas de educación. - Iván, te he preguntado que qué te pasa.

El niño ni me miraba y seguía en sus trece tozudo como una mula. Pero se apoyó en mi hombro con disimulo. Eso ya era un paso. Decidí concentrar todos mis esfuerzos en dulcificar mi actitud. Ya estaba a cero de paciencia desde hacía un buen rato, pero siempre queda algo en las reservas si lo buscas bien.

- A ver cariño. Llevas un par de días con muy mal humor y pagándolo con todos. Necesito saber qué te pasa para solucionar el problema. Si no lo sé, ¿cómo voy a ayudarte? No leo mentes.

El peque gruñó por lo bajo. Por fin una respuesta.
- Vamos a ver. ¿Qué pasa si yo te hablo bien y tú me contestas mal por que sí?.- Los peques piés hacían círculos en la arena. Aún hubo un rato más de silencio, pero por fín me llegó una voz muy débil a los oídos.
- Que te enfadas.
- ¡Exacto! Pero aún tardo un rato. Primero intento hablar contigo, ¿A que sí?.- Tuve que agudizar bien el oído para captar su escueto sí. - Pero si sigues contestando mal, sí que me voy enfadando más y más. ¿Verdad?.- Otra vez ese sí que parece que se lo diga más a si mismo que a mí.

- Si me cuentas que te pasa, lo hablamos con calma y lo acabamos solucionando de una manera o de otra y mamá no se enfada. ¿A que sí?.- Silencio.- Pero si no me lo cuentas, mamá pierde la paciencia y se pone a gritar. ¿Sabes qué pasa si te portas cada vez peor y yo no sé por qué?.
- Que cada vez gritas más.- Murmuró.
- Sí. Y eso no me gusta. Ni a mí ni a ti. Cada vez grito más y me enfado antes. Podría llegar un momento en que sólo habláramos a gritos y entonces ¿Qué pasaría?...
- Que me acostumbraría a los gritos y llegaría un momento en el que no me afectarían.
- ¡Exact..! Espera, ¡¿Qué?!- El chiquillo se miraba las manos inmutable.- ¿Y eso te parece normal?
Iván se encogió de hombros indiferente.

Este chiquillo se parece demasiado a mí cuando tenía su edad: Víctima de todos los males del mundo. Todos están contra mí, todo es demasiado injusto, nadie me entiende... Sí majo, ni tú mismo te entiendes. Y todo vale con tal de tener razón. Hasta llevar a mamá al límite para demostrar lo mal que te trata.

Suspiré sabiendo que me esperaba una conversación muuuuuy exasperante por delante.
- ¿Y no es mejor que hablemos tranquilamente y seamos más felices?.- El peque me miró por primera vez con la rabia reconcentrada en sus pupilas.
- ¡No!- Afirmó bajito. Aaaay, que malo es el rencor. Ya teníamos el problema de siempre. Muchas gotas de agua que rebosan el vaso, pero luego no nos acordamos de la razón por la que nos hemos enfadado tanto.

-Vaaaaale.- Claudiqué.- Pues entonces sólo me queda decirte que te quiero mucho y que esperaré a que te calmes. Aunque si insistes mucho en esas malas contestaciones es posible que te grite un poquito, porque yo también soy humana. ¿Vale?
- Humpf.

Justo en ese momento se acercó el mayor que estaba haciendo el cabra en los columpios minutos antes.

- Mami, ¿Cuando es el día del libro?.- Me preguntó llegando hasta mí de un salto.
- El 23 de abril, ¿Por qué?
- Porque ya sé que libro quiero que me regales.- Venía a pedir, que raro (modo ironía on).- ¡Quiero el libro de Los Compas! Es que aparece Mikecrack. ¡Es mi youtuber favorito!
- ¿Pero no era Gona89?.- Aluciné.
- ¡Ese también! ¿Tiene libro?- Se emocionó el primogénito.
- Yo también quiero un libro de Los Compas. ¿Cuantos libros tiene Mikecrack?- Intervino el pequeño. ¿Pero no era el mundo un agujero aciago hacía un segundo? ¿Y yo la peor madre del mundo? ¿Gritona e insoportable? Pues había que ver el cambio en la expresión del chiquillo. Ahora le brillaban los ojitos e intentaba alcanzar mi móvil para buscar respuestas a su duda existencial.

Bueno, ya lo dice el proverbio: Si no puedes con tu enemigo únete a él.

- Y yo que sé.- Exclamé sacando el móvil del bolsillo.- Vamos a verlo...





10 comentarios:

  1. Mi día a día! Para tener paciencia Aaveces me ayuda el mindfullnes y el deporte... y otras me desespero por el estres acomulado!ánimo!

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    1. Yo cuento hasta 10 e intento respirar despacio, pero muchas veces acabo estallando. me tienen pillado el tranquillo para que siempre parezca la mala ainsss

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  2. No es por desanimarte, pero si eso te parece un mundo, espérate a la adolescencia... mi niño, mi dulce niño ahora es un gremlim, que no sabes cuando toca gremlim bueno o cuando gremlim malo, y no vale lo de no mojarlo, ni no darle de comer después de medianoche.
    Yo trato de razonar con él, pero lo que me funciona últimamente es simplemente abrazarlo, cuando su genio está desbocado y no hay manera de pararlo, yo me acerco y le digo, "cariño, lo que necesitas es un abrazo..." y poco a poco, va remitiendo...a veces me cuenta q le pasa, otras simplemente llora...
    Necesito un manual de instrucciones :-)

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    1. Ya me han advertido, ya... La verdad es que se te encoge el corazón al verlos tan perdidos. Ya ni me acuerdo, pero seguro que nosotras estábamos igual asus edades. Al menos que perciban que nuestro amor por ellos es infinito.
      Lo del manual de instrucciones ayudaría mucho, sí.

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  3. son la bomba, vaya paciencia tienes que tener!! preadolescencia modo on! animo!!

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    1. Muchas gracias!! A ver si se calma un poco este peque. El mayor es más infantil y a pesar de sus rabietas, con nueve añazos que tiene, se lleva mejor...

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  4. Respuestas
    1. Ya te digo! De estos momentos está sembrada mi vida ainsss

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Me encanta saber lo que piensas.