Este año no tengo tiempo para nada, así que, cuando Daniel me recordó dos días antes que ese viernes era la fiesta de carnaval del cole, les extendí los disfraces que ya tenemos delante a los niños y les pedí que eligieran de lo que ya había.
Iván tenía muy claro lo que quería. Y enseguida encontró todos los materiales para hacerse su disfraz. Daniel, por su parte, también tenía muy claro de qué quería disfrazarse, pero, para mi desgracia, no estaba entre los que le había ofrecido (y eso que hay de todo en la selección: Stars wars, superhéroes, animales, zombis, vampiros, monstruos, indios...). Él sigue obsesionado con una serie de mayores que conoció en unas jornadas de juegos y que no hay manera de hacerle entender que no es para su edad. Lo que nos trae al pairo porque NO la va a ver y punto. Ya puede desgarrarse las vestiduras todo lo que quiera.
Eso no impide que se sepa de memoria algunas versiones en español del opening de la primera temporada, que esté al tanto de todos los giros argumentales de la serie y que te recite los tipos de Titán que existen con la mayor de las convicciones. ¡Hasta se la ha recomendado a su tío! Menos mal que pude explicarle que el crío no la había visto por mucho que sepa todo de ella antes de que alucinara con mi irresponsabilidad materna (que algo de irresponsabilidad tengo por no haber sabido frenar la admiración desmedida de mi churumbel hacia esta serie).
El caso es que quiso disfrazarse de Eren, el protagonista. Y ahí estuve yo buscandome la vida para hacerle feliz: Una chaqueta mía, un pantalón vaquero con cinta de embalar negra para simular los enganches, el símbolo de los exploradores pegado a la espalda... ¡Y las dos katanas! Eso era lo único que no podía faltar pasara lo que pasara.
Cuando los fui a recoger una madre, que es muy maja, me preguntó si iba a llevarles a la fiesta de carnaval (no es obligatoria y la hacen fuera de horario escolar). Cuando le respondía afirmativamente, me preguntó inocentemente que de qué iban a ir disfrazados los peques...
- Estoooo... Pues Iván de cazador de zombis...
- Que no mamá, que no te enteras. - Se dio la vuelta el susodicho.- Voy de superviviente de holocausto zombi.- La madre me miró muerta de la risa.
- ¡Que original!.- exclamó, y luego me hizo la otra pregunta que yo ya me estaba temiendo.- ¿Y el mayor? ¿De qué va a ir disfrazado?
- Puesss... Deunpersonajequenoconoces...
- Oh, que curiosidad, ¿de qué serie?
- Mmmmm... de Ataquealostitanes...
- Pues ni idea. Es verdad que no la conozco. Y ¿que hace el personaje en la serie?- Yo ya estaba sudando a mares. No sabía muy bien que decirle. No me veía capaz de explicarle que es un personaje que mata Titanes a lo bestia porque le ciega el odio, aya que uno se comió a su madre delante de sus narices cuando era un niño. ¡Es que no me parece apto para esas edades!
- Puess.. uno que caza titanes...- La madre se volvió a reír.
- De verdad que tus hijos son la mar de originales. Me encanta.- Aseguró divertida.
- Sí... Mmmm... ¿Y tus hijos? ¿De qué van a ir disfrazados?- le pregunté para cambiar de tema.
- La niña de Elsa y el niño de caballero medieval.- Me soltó en una sola línea con toda la tranquilidad del mundo.
- No sabes la envidia que me das.- Solté involuntariamente. La madre me miró sorprendido.
- ¿Yooo? ¿Por qué?
- No, por nada, por nada.
Esa tarde, en la fiesta, cada vez que uno me preguntaba que de qué iban disfrazados, el de Iván ya lo decía bien, pero el de Daniel pasó a ser de Explorador y punto.
Aún así, uno de los que repartían el chocolate con bizcocho reconoció el disfraz.
- ¡Andaaaaaaa! Vas de uno de los de Ataque a los Titanes. ¿Cómo mola? ¿Eres fan de la serie?
- Síiiiiiii.- Exclamó mi churumbel.
- Noooooo.- Me desgañité yo a sus espaldas.
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