El templo de las cinco pagodas o Wuta

Como decía en el último post sobre nuestros viaje a Pekín, en el que hablaba de la visita al zoo, muy cerca de una de las salidas del recinto encontramos un templo flipante. El segundo preferido de mis hijos (el que más les gustó fue el macabro por razones obvias. Ya os hablaré de él).

Se llama Templo Wuta o de las 5 pagodas y es de influencia hindú. Nada más entrar ya lo flipas con el patio lleno de estatuas y estelas funerarias. Dan ganas de montar una aventura rolera en ese mismo momento porque el lugar da para mucho. 

Las paredes de la fachada parecen aquejadas del mal del horror vacui con millones de relieves que las cubren por completos y que llaman poderosamente la atención del visitante. Y Buda aparece en un millón de sitios, como es lógico.

Muy cerca del edificio principal, que tiene muros de piedra, nos encontramos un laberinto de setos chulísimo que tuvo a los peques la mar de entretenidos mientras los padres visitábamos los pabellones circundantes llenos de maravillas expuestas. Luego tuvimos que repetir con los niños porque también querían verlas.

Éste es el único templo, de todos los que recorrimos, en el que encontramos una zona infantil. ¡Y como molaba! Nos pareció muy original.

Los niños estuvieron otro buen rato la mar de entretenidos allí, mientras nosotros descansábamos en un banco, que estábamos reventados ya de todo el día. 

Pensábamos que la visita al templo iba a ser cosa de poco más de una hora y al final estuvimos más de tres entre pitos y flautas. Pero lo pasamos fenomenal con lo que no nos importó llegar al apartamento con ganas sólo de cenar allí y pasar un rato tranquilo viendo una peli en el ordenador del padre.