miércoles, 24 de junio de 2020

Templo del Lama en Beijing

Sigo con la serie viaje a China. Estuvimos un montón de días y dio para mucho. En este post voy a hablar del Templo del Lama, Yonghe o de la Paz y la Sabiduría. ¡Mira si tiene nombres! Allí va muchísimo turismo local para rezar y hay que visitarlo de forma respetuosa e intentando no interferir en sus cultos. Como podéis deducir es un punto importante del culto del budismo tibetano en Beijing. 

El lugar es una pasada: una explosión de color, vegetación y cultura. Ahó vivió en la dinastía Qing el príncipe Yongzhen antes de convertirse en emperador, de ahí uno de los nombres por cómo se conoce a este complejo religioso. Desde la puerta principal, recorrimos una serie de patios muy curiosos rodeados de pabellones y altares, llenos de barritas de incienso y ofrendas.

Alquilamos dos audioguías pensando que los niños lo querrían recorrer a su bola y echando a volar la imaginación, pero, no sé si para llevarnos la contraria, se empeñaron en escuchar la historia del templo con lo que se pasaban la mía con algún pique y peleilla de hermano por medio. Eso nos ralentizó bastante porque había que escuchar la grabación dos veces (yo me conformé con deleitarme con la belleza que me rodeaba sin enterarme de la intrahistoria, ¡que le vamos a hacer!).

Me impresionaron las estatuas con gran profusión de detalles y las enorme campañas talladas con miles de caracteres. No me cansaba de admirarlas.

Cada sala era más impresionante que la anterior... hasta que llegamos a la última y ya lo flipamos. Albergada una impresionante estatua de 18 metros de altura. La verdad es que imponía.












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