Coraline

No sé si a estas alturas lo sabéis, pero cuando tenía unos trece o catorce años cayó en mis manos los números de Sandman: Preludios y nocturnos y me enganché totalmente a su protagonista: Morfeo, señor de la tierra de los sueños; torturado, egocéntrico, vanidoso, vengativo y de buen corazón. En consecuencia, me hice muy fan de su guionista, Neil Gaiman. ¡Incluso le conocí en persona en un Salón del Cómic de Barcelona! Y me flipó aún más. Es un escritor que combina mitologías y las caras más oscuras de la humanidad con el horror, la fantasía más loca y pequeñas dosis de esperanza. O al menos esa mi expresión de todo lo que he leído de él, que no es todo lo que ha escrito.

En este post voy a hablar de Coraline, su libro infantil juvenil de terror. Si a vuestros hijos les va la marcha les enganchará desde la primera línea. Coraline es una niña muy particular (y quién no lo es), que vive asumiendo la falta de atención por parte de unos padres  enganchados a sus trabajos y luchando por ella de diferentes e imaginativas formas, como viene a ser lo normal en los niños, que, aunque tengan a sus padres a su servicio siempre quieren más (sí, sí. Justo os hablo de mi caso personal). Pero bueno, que en el caso de la peque de este libro, la falta de atención hacia la peque es patente.

Neil Gaiman construye en pocas páginas un entorno extraño y curioso que va atrapando al lector mientras sigue los pasos de la excéntrica niña. Pasos, que por cierto, cruzan la línea. De repente, todo se precipita hacia al género de terror, el misterio y el suspense. Aunque ya antes se va mascando la tragedia con una señal aquí y una predicción allá... La telaraña se va cerrando sobre su víctima...

¿Qué pasaría si te prometieran hacer realidad todos tus deseos a cambio de una pequeñez, un detallito sin importancia? ¿Puedes fiarte de maravillosas promesas sin reparar en la letra pequeña? A lo mejor un niño atolondrado y mimado sí, pero una niña observadora y avispada que ha pasado demasiado tiempo consigo misma y buscando algo de calor en otras casas tiene muchos recursos guardados en la manga.

La verdad es que he disfrutado cada minuto que he invertido en la lectura de este pequeño libro de poco más de 150 páginas. Se lee muy rápido. Bueno, seguramente los niños tarden un poco más. Hay escenas muy inquietantes que pueden no ser aptas para un público demasiado sensible, así que yo recomiendo la lectura familiar en voz alta para controlar el nivel de tensión, mas que nada. Está recomendado para niños a partir de nueve años, pero, repito, puede producir pesadillas. Aunque los pequeños amantes del género lo disfrutarán de principio a fin con nervios de acero. 

Está obra ha conseguido premios tan celebrados como los Hugo y Nébula (Mejor Novela Corta) y el premio Bram Stoker (Mejor Obra para Jóvenes Lectores) y a sido adaptada con mucho éxito a la gran pantalla, aunque aquí quiero comentar que me sorprendió mucho descubrir que la película introducía un personaje que en realidad no aporta mucho. Me gustaría saber el motivo de crearlo, la verdad. Por otro lado, la versión cinematográfica se acerca bastante a la imagen que nos muestra la novela de la protagonista, pero no logra captar, ni de lejos, el espíritu del gato (que grande). Me declaro total y absolutamente fan de ese gato.

El libro de Neil Gaiman, además, también cuenta con la adaptación a novela gráfica (para los aficionados al cómic), musical y videojuego. No hay excusa para no sumergirse en el inquietante universo de Coraline.

Y, sobre todo, recuerda: No es Caroline, es Coraline.