viernes, 5 de febrero de 2021

Posavasos, un juego y menaje del hogar

Tengo los posavasos originales de Zacatrus desde hace tiempo que ya no recuerdo cómo los conseguí. Posiblemente en alguna de las muchas jornadas de juegos a las que nos gustaba ir en familia antes de la pandemia. Hay que reconocer que dan mucho ambiente en las partidas.

Cuando vi las fotos de los nuevos posavasos también me hicieron mucha gracia. Habían renovado los diseños y les habían quedado geniales, pero, claro, teniendo los antiguos... ¡Hasta que vi la novedad que incluían! No sólo cambiaba el diseño. Es que te vienen en una caja que incluye las reglas del... juego. Que síiii, que es un juego en sí mismo. Y de los facilitos con el que te puedes echar unas buenas risas.

Básicamente consiste en que cada jugador elige un tema del que no se podrá hablar durante la velada y pone el icono que se relacione con ese tema apuntando al resto de la mesa (masssss o menossss). Se pueden repetir temas. Cuando la persona que ha vetado el tema detecta que alguien está hablando de él grita "¡Oso blanco!" y el infractor debe hacerle una reverencia y puntuarse un punto negativo (acumulando manises o de la forma que más nos guste). El denunciante tiene que cambiar de tema y se sigue el juego.

Está pensado para jugarlo mientras se juega a otro juego, pero resulta que las fieras se meten tanto en la partida que no hablan de otra cosa, así que cuando metimos los posavasos en la ecuación nadie tuvo la oportunidad de  cantar oso blanco, pero sí que logramos despertar su interés por el nuevo elemento que habíamos introducido. Iván tuvo una idea buenísima. Sugirió usarlos durante la cena. Y ahí si que nos hinchamos a catar oso blanco. No se puede hablar de videojuegos, no se pueden decir palabrotas, no se puede contar nada de youtube, ni del trabajo, o del cole o de una serie de la tele en concreto... En algún momento de la charla de sobremesa se te va la olla y meter la pata porque encima los temas van cambiando y no es tan fácil seguir el ritmo. 

La versión antigua también mola :)
El tema de la reverencia no lo hicimos porque con comida y niños por medio solo pueden desembocar en accidentes y trabajo para la lavadora, pero aún así nos reímos mucho. También nos picamos y hasta hubo algún que otro enfadillo. 

También surgieron mucho debates sobre por qué relacionábamos un símbolo con un tema determinado, porque a veces las relaciones que hacemos son muy curiosas e inesperadas. por ejemplo meter los temas del cole en la carita triste jajajaja

Desde entonces, contamos con los posavasos en todas las cenas, pero hemos tenido que poner una nueva regla. Lo temas no pueden afectar a nuestros relatos del día. Así que no se puede vetar colegio, ni trabajo, por ejemplo.

Nos ha hecho gracia el jueguito :D


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