miércoles, 8 de septiembre de 2021

Este verano hubo playa ¡y olas!

Por fin este verano los niños pudieron quitarse la espinita de no haber olido una playa en más de un año. Con la pandemia no fueron a canarias y por la península tampoco veíamos motivo para viajar a la costa, así que estaban deseando rebozarse cual croquetas y saltar olas a lo loco.

Para mí, la verdad, es que las playas a las que fuimos en Tenerife no eran la octava maravilla, pero mis hijos las disfrutaron como si fueran las mejores del mundo. Cerca de donde nos quedábamos teníamos dos opciones muy diferentes: Una mediana con intenso oleado y otra doble más pequeña y más balsa de aceite. ¿Adivináis cual era la preferida de los peques? La de las olas, por supuesto. No hay nada como que te volteen y te arrastren de aquí para allá con la fuerza del mar. Cuando íbamos a esa yo me quedaba en la arena viéndoles morder la arena. 

En la otra sí que me bañé, era la de la famosa cueva a la que fuimos nadando en plan aventura y nos dimos con las rocas, nos atufaron a aceite de barco y mi hijo pensó que yo era una estupenda mula de carga marina para tirar de la tabla a la que iba cogido. Por lo demás muy bien. Era muy agradable bañarse allí.

Aunque el último día las olas invadieron incluso la playa balsa llenándola de porquería y lodo. Eran impresionantes. Y mis hombres, que están como cabras, no dudaron en bañarse desafiando el peligro. Casi les tuve que sacar de allí por la oreja.Y es que a mí el mar me da mucho, pero que mucho respeto. Por menos de nada ya te ha atrapado un corriente y estás perdido.

Decir que veníamos a esa playa rebotados de la otra en la que si ya de por sí había un oleaje intenso imaginaros con semejante marejada. De allí también los tuve que sacar casi a patadas (y con un enfado monumental) Menuda panda de inconscientes. La bandera era amarilla, pero ya os digo yo que merecía la roja rojísima. Me los llevé de allí con el premio de consolación de ir a la playa tranquila, pero como ya he contado. Tampoco duramos mucho, según ellos porque yo exagero, pero prefiero exagerar que llorar.

Las olas hasta cruzaban los diques de lado a lado. La gente tuvo que salir de allí corriendo con las mochilas y toallas empapadas. Mi hermana alucinaba y aseguraba que nunca había visto nada igual.

Aunque ahora que lo pienso ya nos hablaron de un oleaje fuera de lo normal cuando fuimos a la excursión en barco de avistamiento de cetáceos... Eso lo cuento en otro post, pero ya adelanto que moló muchísimo, sobre todo porque el barco parecía una montaña rusa subiendo y bajando las olas.







9 comentarios:

  1. De joven me gustaban las olas. Ahora no. Un beso

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    1. Tú como yo jajajaja
      Ahora prefiero verles desde la toalla ;)

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  2. A Alejandro le pillaron dos olas que le dieron un revolcón tremendo, al final le cogió un poco de miedo y me dijo q ya volvería a esa playa cuando fuera más mayor... En realidad el fue solo x sus queridísimos primos, a él le gusta más la otra🤣🤣

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    1. Ay que lindo! Pobrecito. Menudos primos son corazón ni alma que pusieron en peligro a su primito inocente e indefenso, aunque ya apunte maneras también jajajaja

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  3. Si es que los niños no necesitan más para pasar horas y horas de diversión.

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    1. Cierto, con poco se lo pasan bomba. Solemos ser los padres los que buscamos mas y más ainss Somos humanos todos...

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  4. Yo no soy muy fan de las olas.
    Aunque a decir verdad, no soy fan de bañarme en el agua tampoco.
    Soy más de hacer la lagartija jajajajaja

    Muaa

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    1. Yo de peque no salía del agua, pero ahora me aburro al poco de estar dentro y si se me acercan los peques acabo agobiada XS

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  5. El artículo que ha escrito usted recientemente en el mundo es una falta de respeto a la libertad...a respirar el aire libre...es un artículo que fomenta el miedo y así os va...hay q aprender a convivir con nosotros este virus igual que con otras tantas enfermedades y peligros...no me quiero ni imaginar lo que tiene que ser para cualquier pobre criatura estar respirando sus propios desechos dentro de una mascarilla horas y horas


    Y no, no soy negacionista, soy del sentido común...no creo en estupideces de 5g ni de rociarnos por el aire con no sé qué...soy de aquellos que afirman que hay q convivir y vivir con esto ya...pregunté a cualquier psicólogo o psiquiatra infantil...

    Ahora contesten lo que quieran...ni te hoy FB ni Instagram ni esas basuras...ni tan siquiera TV... solo vivo...mucho y bien, lo que me dejan...y lo que veo es lamentable...

    (Y ahora que alguno haga demagogia barata....pasate x un hospital...

    Jajaja...pues como siempre...en los hospitales x desgracia ha habido, hay y habrá muchos enfermos. Siempre...)

    Nacemos, nos desarrollamos, vivimos ..somos felices y hacemos el amor y x desgracia nos morimos...así es la vida

    Cuídese y no escriba para el aplauso fácil...

    Otros también estamos cansados de tanto miedo y tanta falta de libertad

    Que pasen buen dia

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Me encanta saber lo que piensas.